Mientras el juez a cargo se preparaba a liberar a los agentes penitenciarios detenidos, las pruebas surgidas de la autopsia no dan lugar a dudas, hubo fusilamiento de presos con perdigones de plomo.
Jueves 23 de julio de 2020 14:51
Diez policías penitenciarios imputados y seis arrestados era el saldo tras la salvaje represión a la protesta de presos del penal de gorriti, por otro lado los inspectores Generales Daniel Chaile y Óscar Farfán presentaron sus renuncias a los cargos de Jefe y Sub Jefe del Servicio Penitenciario provincial de Jujuy.
El juez de control a cargo se disponía a liberar a los agentes penitenciarios, pero nuevas pruebas develan que se trató de un fusilamiento con armas reglamentarias.
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Las pericias confirmaron que uno de los detenidos murió a causa del impacto de perdigones de plomo en la caja toraxica. Con estas pruebas se descarta la versión que había circulado de que Marcelo Montenegro el preso en cuestión, habría muerto tras caer del techo de uno de los pabellones.
Por otra parte el otro detenido Yapura, se confirmó que murió por las heridas ocasionadas al recibir un disparo con perdigones en el cuello.
Las pericias también determinaron que los disparos en cuestión fueron realizados con armas reglamentarias del Servicio Penitenciario.
Tras estas contundentes pruebas, no hay dudas de que se trató de una brutal represión, dónde efectivos penitenciarios se ensañaron armados con personas desarmadas.
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En todo el país la situación represiva se ha agravado desde el comienzo de la pandemia, y en Jujuy donde Gerardo Morales ha montado un régimen policiaco desde su asunción no es la excepción, el caso de Ariel Valerian muerto luego de una brutal golpiza policial es un caso que muestra como las fuerzas represivas están desatadas y tienen el aval del gobierno para actuar, se hace necesaria la más amplia visibilización y protesta de familiares en conjunto con organismos de DD.HH. para que estos hechos no queden impunes.
