En la Escuela de Música de la localidad, intervenida por la supervisora del área, Vanesa Ventoso, sólo se dieron 3 días de inscripción y todo tipo de trabas burocráticas que impiden el acceso a la educación pública. Ante la situación docentes de la misma junto a las familias realizan notas y actas para que toda la comunidad tenga acceso a la educación que brinda la escuela.
Martes 10 de marzo de 2020 09:55
Familias de estudiantes, aspirantes y docentes relataron los inconvenientes a la hora de inscribirse en la escuela de música.
Analía Gonzalez, mamá de alumnos regulares:
“En la actualidad tengo dos hijos que van a la escuela de música, Mateo Solorza y María Lucila Solorza. Mateo ya es el quinto año que va a piano, Lucila es el tercer año que va a piano también y la verdad es que siempre para la inscripción nosotros llevábamos el certificado del otorrinolaringólogo del año que correspondía y firmábamos una reinscripción. Este año la verdad es que la Escuela de Música está a sabiendas intervenida, justo este año tengo a mi hijo mayor con problemas de salud, entonces se nos ocurrió que vaya toda la familia.
Cuando fuimos a reinscribir a los más chiquititos nos encontramos que faltaba toda la documentación, estaba solo la fotocopia del documento, cosa que nos pareció rara porque todos estos años ya la tenían, yo la vi el año pasado, lo único que teníamos que presentar este año era el certificado médico porque la carpeta ya hace 5 años que está completa. Tuvimos que presentar todo otra vez.
Esto fue el día miércoles, habían dos personas atendiendo, hice una cola de una hora, el día jueves, me hicieron entrar recién a las siete de la tarde y me fui sin comprobante de inscripción.
Tuve que volver el viernes, me hicieron esperar hasta las veinte y como nadie me atendió vino un profesor de la escuela y me tomo los papeles. La supervisora, muy mal predispuesta para atenderme. Pregunto si ya está la inscripción y me responden que no hasta que no me den las horas, negándome el comprobante de inscripción. Hasta el momento eran 27 personas y ya son más de las ocho y me tengo que ir, tengo a mis hijos, no puedo estar tres días haciendo horas de fila, con las carpetas completas. Porque si vos me dijeras que a mí me faltó una documentación, estoy de acuerdo, pero tenía todo completo.
Finalmente pudimos anotarnos, igualmente me parece una vergüenza estar tres días para inscribirme. Supuestamente hubo irregularidades el año pasado, pero no entiendo, es como que no quisieran que nos inscribiéramos, nos ponían todas las contras. Parece que quisieran cerrar la escuela y es terrible porque para mí se deben abrir, no cerrarse”.
Docente de la Escuela de Música:
Este año las inscripciones las está haciendo la supervisora y ya se han hecho varias notas para pedir prorroga porque hay gente que hicieron venir tres veces sin darle respuesta o comprobante de inscripción.
Hay muchos casos de gente que no ha podido inscribirse, el viernes cerraron las puertas a las 20 y solo se inscribió a les que quedaron adentro, no están dando un buen trato las personas. Una señora se fue llorado porque le faltaba la partida de nacimiento, ahora la trajo pero no se la querían recibir si no hacía toda la cola de nuevo, se la terminó recibiendo un preceptor pero cuando ya estaba en un estado desesperante. Yo me fui descompuesta, es mi lugar de trabajo, la gente quiere inscribirse quiere ir a la escuela.
En mi caso, vine a inscribir a mi hija en guitarra y no había horario y le dije a la preceptora que hiciera una lista de espera con todos los que necesiten guitarra para pedir las horas y me dijo: “no me deja”, señalándome con los ojos a la supervisora. Habitualmente se hacen listas de espera, cuestiones que conocemos quienes trabajamos en la escuela, pero al familiar de un estudiante que viene a hacer la inscripción le dicen que no y no le dan posibilidad a nada más.
Silvana Vega, madre de una estudiante de coro:
“Uma fue a la escuela el año pasado a Coro y Taller I, cursó todo bien, a fin de año pregunté qué tenía que hacer para reinscribirla y me dijeron que nada. Esta semana cuando se abrió la inscripción me acerco para saber qué necesitaban y la chica que atiende me pregunta si tiene legajo a lo que respondo que mi hija es estudiante desde hace 2 años y me dicen que todo lo que tenía ya no sirve, me mandaron a hacer todos los análisis (en hospital ya no daban más turnos para estudiantes de la escuela de música) y constancia de alumna regular de primaria.
Cuando volví había una cola de 50 personas y nos encerraron en la escuela avanzando muy lento la fila a razón de dos personas por hora, me tuve que retirar y no me pude inscribir. El lunes vuelvo para que me dejen inscribir a mi hija, pero el trato ha sido muy malo y la verdad es que quisiera que todes podamos acceder a la educación pública.
Es un sacrificio enorme traerla todo el año y mi hija se siente muy desilusionada de no poder seguir en la escuela. Creo que si hay problemas en la escuela de música no hace falta que pongan a la gente de rehén y la manoseen de esta forma.”
Un vaciamiento anunciado
No caben dudas que todo lo que está sucediendo en la escuela de música apunta al vaciamiento: el recorte de más de 170 horas cátedra del año pasado, la pérdida de legajos de estudiantes regulares, la intervención de la supervisora a cargo de las inscripciones poniendo miles de trabas para impedir el acceso a la educación pública y gratuita, que si logra bajar la matricula se caerían muchos cargos docentes y paulatinamente se cierra un espacio de libre acceso al arte y la cultura en Junín de los Andes. Hacemos un llamado a toda la comunidad a defender la educación pública.