La abogada de Dafne, joven detenida por practicarse un aborto, declaró que lo que Dafne vivió no fue un aborto espontáneo sino de violencia obstétrica. Podría quedar en libertad o ser trasladada a un centro de rehabilitación.

Joss Espinosa @Joss_font
Jueves 26 de octubre de 2017

La abogada de Dafne, denunció que las autoridades han enjuiciado de manera injusta a la joven, ya que dice que lo que sufrió Dafne, y la pérdida del bebe no fue producto de un aborto espontáneo, sino por la violencia obstétrica.
Argumenta que Dafne entró en labor de parto antes del término de las semanas indicadas de gestación. Aunado a que la tienda no permitió que se le diera servicio médico, ni permitieron el ingreso de la cruz roja lo que tuvo consecuencias tanto para Dafne como para el bebé.
Por los problemas de la tiroides que Dafne tenía, joven de 28 años y trabajadora de Liverpool, no se percató siquiera que estaba embarazada, ya que subió de peso, tenía periodos irregulares, síntomas que podrían estar asociados a sus problemas de salud.
En ningún momento las autoridades que llevaron el proceso de Dafne, dejaron que ella rindiera sus declaraciones, y tomaron un veredicto. Tampoco dieron seguimiento médico a Dafne, quien fue custodiada desde su salida de la tienda.
Después de estar dos años en prisión, alejada de su hija de 7 años, Dafne espera quedar libre con un amparo. Sin embargo, su situación no es clara, pues no se sabe si quedará en libertad o será trasladada a un centro de rehabilitación, donde cumpla la sentencia a 16 años de prisión.
Esta es una muestra más, de cómo las autoridades están al servicio de guardar la imagen de empresarios y patrones, en este caso de la tienda Liverpool, dejando en claro que la vida de las trabajadoras no les importa.
Por el derecho al aborto
El de Dafne, no es el único caso en su tipo. En México muchas mujeres están presas por abortos espontáneos y abortos clandestinos.
Por esto es importante continuar con la lucha por el derecho al aborto seguro libre y gratuito en todos los hospitales. Para que ninguna mujer tenga que ir presa o muera; porque mientras las mujeres ricas pueden practicarse abortos seguros en el extranjero o en clínicas privadas, son las mujeres de los sectores más precarizados víctimas de un régimen a quienes se les impide decidir sobre sus cuerpos.