La violencia machista no se detiene con el aislamiento social. Según el Monitor de femicidios se registraron 26 casos de femicidios durante la cuarentena.
Miércoles 6 de mayo de 2020
El 4 de mayo la joven de 21 años Damaris Alejandra Astudillo fue asesinada era madre de niño de 2 años, trabajaba como vendedora de ropa y vivia con su madre y sus seis hermanos.
La joven se encontraba en los Magallanes de Catia, en una reunión de amigos, su ex pareja se presentó en el lugar y se la llevó a la fuerza. El agresor conocido como “Richard” (22 años) quería obligarla a reanudar su relación, pero la joven se negó, esto fue el detonante, el hombre le disparó y se dio a la fuga. Los vecinos intentaron auxiliarla llevándola al hospital de los Magallanes de Catia, pero fue ingresada sin signos vitales.
Este brutal femicidio no es un hecho aislado, por el contrario, se trata de una problemática creciente desde que se decretó la cuarentena social. La organización feminista Tinta Violeta, señala que ha atendido 70 casos vía telefónica de los cuales 30% son violencia directa, 26% violencia psicológica, 19% amenaza, acoso y hostigamientos y 10% de violencia sexual. Y por último, 7% por violencia patrimonial, 3% de violencia infantil, 2% de violencia obstetricia y 3% otros tipos de violencia (registro a nivel nacional).
Por parte del Gobierno no hay cifras oficiales de las llamadas por violencia de género al 911.
En base a la investigación realizada por Aimee Zambrano en la página UTOPIX, se contabilizaron 26 casos de femicidios durante la cuarentena. A esto tristemente debemos sumarle el caso de Damaris.
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Mientras no se tomen medidas concretas frente a la violencia de género continuamos diciendo el Estado es responsable. Es necesario que las mujeres nos organicemos para exigir un plan de emergencia contra la violencia machista, que se pongan en funcionamiento las casas de abrigo, un plan de viviendas, un subsidio de un salario igual a la canasta básica y ayuda sanitaria, psicológica e integral para todas las víctimas.
