El nuevo fraude constituyente que intenta llevar adelante el Gobierno de Gabriel Boric junto a la ex concertación y la derecha, revivió algunos personajes de la política chilena que ya parecían obsoletos.
Domingo 5 de marzo de 2023
La derecha, la ex concertación, el Frente Amplio y el Partido Comunista, pactaron el “Acuerdo por Chile” para crear una nueva Constitución, antidemocrática, de espaldas al pueblo y escrita para mantener el modelo neoliberal que solo beneficia a los grandes empresarios, sus políticos e instituciones represivas.
El proceso tiene muchas limitaciones, además de una comisión de “expertos”, donde figura como presidente Hernán Larraín, cuestionado por familias de Colonia Dignidad y su relación con Paul Schäfer. Esto muestra el consenso que hay en los preparativos de inicio a la “fiesta de la democracia” para ricos.
Este 7 de mayo se votarán a los candidatos a consejeros constitucionales con las reglas que actualmente mantiene el Senado y para esto desde cada partido han ido reviviendo viejas figuras como Ricardo Lagos, Eduardo Frei, Michelle Bachelet o Sebastián Piñera. Pero también la derecha y centro derecha han mostrado algunas de sus figuras ex presidenciables, como lo es José Antonio Kast del Partido Republicano o Franco Parisi del Partido de la Gente.
Michelle Bachelet reapareció esta semana, luego del fracaso de llevar una lista única del oficialismo. En algún momento incluso planteó ser candidata, pero esto no se concretó. Ricardo Lagos(PPD), lo intentan ubicar como jefe de campaña o tomando un rol más dirigente dentro del partido. Eduardo Frei, se había comprometido a ir en una lista en conjunto con otro demócrata cristiano, pero hasta la fecha nada se ha dicho. Por su parte, el ultraderechista José Antonio Kast, viaja a la Araucanía con el fin de darle continuidad a su política reaccionaria y criminalizadora contra el pueblo Mapuche y “la violencia”, que ha sido parte del discurso que han instalado en todas partes. Sebastián Piñera por su parte tomará un rol desde “la segunda línea” como afirmó, considerando que el cuestionamiento de la rebelión del 2019, sigue abierto y las condiciones sociales son mucho más complejas.
Como se puede ver, todo está configurado para que el régimen que se ha establecido en estos últimos 30 años, continúe. Sus estandartes siguen en pie, la fuerza de la rebelión del 2019 los ahuyentó y sepultó por un tiempo, pero el desvío institucional del acuerdo por la paz los volvió a revivir. Gabriel Boric fue clave en este acuerdo, que luego frente al triunfo del rechazo solo trajo desmoralización. Aun así, de haber triunfado el apruebo, y ver que la nueva carta mantenía los pilares de la constitución de Pinochet, también hubiese sido un factor de desmoralización importante. Todo esto lo terminó capitalizando la derecha, buscando otra salida, ajena a la agenda que debe poner por delante la clase trabajadora y los sectores populares.
No podemos confiar en la institucionalidad heredada de la dictadura. Las demandas de educación, salud, pensiones y vivienda, entre otras, solo las conquistaremos si golpeamos el poder de verdaderos dueños de Chile y sus ganancias. Pelear por la nacionalización de los recursos naturales como el cobre, el litio, los bosques y el mar, no para enriquecer a un grupo de empresarios, sino para resolver las demandas más profundas que hoy en medio de la crisis social, se agudizan.
Hay que mantener firme la pelea por una Asamblea Constituyente, Libre y Soberana, impuesta por medio de la movilización de las grandes mayorías explotadas y oprimidas del país.