Financiado por Banmédica durante una de sus campañas políticas e invitado de honor en cenas con empresarios de las Isapres, este es el prontuario de José Antonio Kast quien defiende a los empresarios responsables del robo de cuello y corbata más bullado de los últimos años contra los usuarios de la salud.
Miércoles 24 de mayo de 2023
Son casi 800.000 contratos en los que las Isapres no aplicaron las tablas de factores que establece la actual constitución vigente, que evita cobros abusivos a mujeres o a la tercera edad, a la que los empresarios de la salud les cobran más por ser afiliados más riesgosos. Un robo con todas sus letras.
La Corte Suprema falló contra las Isapres por no ajustar sus planes a un decreto del 2019 que modifica los cálculos de riesgo que estas usan para establecer el monto de los planes de sus afiliados ¡Dos años en que siguieron cobrando de más! y que ahora deberían devolver a los beneficiarios, donde las primeras estimaciones están en torno a los 900 mil millones de pesos, por Isapre.
Estos son los montos que cada ISAPRE ganó como excedente utilizando tarifas usureras:
Cruz Blanca: $278.265.111.165
Colmena: $242.498.785.099
Banmédica: $222.464.640.229
Consalud: $199.465.435
Nueva Masvida: $89.088.164.612
Vida Tres: $74.939.074.210
Esencial: $174.209.476
Fundación: $10.505.782.202
Isalud: $4.214.518.731
Un robo de cuello y corbata contra los usuarios de la salud.
Para José Antonio Kast: ¿Por qué no tocar las Isapres?
Kast descartó modificar las Isapres: “Hoy el mayor problema está en la salud pública” , consultado si es que le haría algún cambio al sistema de Isapres, respondió con un tajante “no” y de paso afirmó que “hoy el mayor problema está en la salud pública”.
Posteriormente indicó que “El 82% de la gente se atiende en la salud pública y muchas de esas personas si pudieran se pasarían a Isapre”
Defiende el modelo privado, que como lo demostró CIPER, entre el año 1990 y el 2021 tuvo una ganancia bruta de $8.6 billones ($8.600.000.000.000), basada en cobros abusivos de parte de las Isapres. Un robo legalizado que es fiel expresión de cómo se aprovecha el empresariado en áreas tan sensibles y básicas como los servicios de salud.
Pero no es solo una defensa “ideológica”, Kast como muchos personeros de la derecha y la ex concertación tiene una relación estrecha con los empresarios de la salud.
Sus verdaderas razones: dime quien te financia y te diré quien eres
Financiamiento de campañas políticas y estrechos lazos de negocios. Más de 10 millones de pesos involucraron a José Antonio Kast con el grupo PENTA, consorcio que administro durante décadas la Isapre Banmedica antes que fuese traspasada al consorcio Unitedhealth Group.
Otro de sus “mecenas” fue Héctor Fernando Concha Marambio, que le aportó a José Antonio Kast $2 millones para su campaña presidencial.
Vale recordar que Concha fue presidente del directorio de Banmédica y también gerente del área de salud de Penta. Se trata de uno de los condenados en el bullado caso de platas políticas, dado que la Fiscalía acreditó que se le realizaron millonarios pagos con boletas falsas. En procedimiento abreviado, fue condenado a 541 días de presidio menor en su grado medio por delitos tributarios y al pago de una multa cercana a los $190 millones.
José Antonio Kast en su gira por EE.UU no perdió el tiempo y fue invitado a una cena con empresarios de diferente tipo, de los selectos invitados a esta reunión fue Joel Velasco, vicepresidente de Unitedhealth Group, uno de los gigantes americanos en el mercado de las aseguradoras de salud. La presencia de este alto ejecutivo no es menor, ya que desde 2018, Unitedhealth Group es dueña de un 96% de las acciones de Banmédica, lo que le asegura una importante presencia en el mercado de la salud privada en Chile, Perú y Colombia, con más de 13 hospitales y 143 centros médicos.
Hoy el impacto de esa reunión cobra especial relevancia pues los intereses de UnitedHealth Group en las regulaciones y reformas de salud en Chile se mantienen, y su presencia en el almuerzo con Kast subraya la influencia que los poderosos conglomerados de salud pueden ejercer en la política, más aún cuando vemos a la oposición en masa presionando para salvar a las Isapre y, de paso, perjudicando a sus afiliados.
La relación económica entre los empresarios de la salud y la derecha son evidentes, Kast es uno de sus engranajes. No por casualidad su defensa férrea al sistema privatizado de salud, no es solo un gesto ideológico, son también sus financistas los que están en juego.
