Escenario Bonaerense. Kicillof tiene su ley fiscal y ahora los bonistas vienen al acecho

El gobierno de Kicillof presento su proyecto original el 24 de diciembre del año pasado y recién ayer a última hora ambas cámaras de la Legislatura provincial aprobaron su anhelada Ley Fiscal 2020.

En el medio de estas dos últimas semanas, Juntos por el Cambio aprovecho su mayoría en el Senado provincial para imponer cambios que favorecen a su base, las clases medias altas, las patronales agrarias, las cerealeras; la industria farmacéutica, los laboratorios y los cableoperadores.

Ante el veto cambiemita en la última sesión del año pasado, el gobernador Kicillof comenzó a ceder en puntos importantes del proyecto original presentado horas antes de la “Noche Buena” que finalmente no fue tan buena para un gobierno provincial que soñaba con una aprobación exprés pero el “preacuerdo” alcanzado con Vidal entro en una extensa zona pantanosa a partir del viaje de la ex gobernadora a París. Luego vinieron las quejas oficialistas por la falta de interlocutores para avanzar en la aprobación de la ley.

Un punto de central de la pelea que se extendió durante estos últimos quince días fue el famoso 75 % en el segmento más alto de los grandes contribuyentes del impuesto inmobiliario urbano y rural. En el primer caso las 2,6 millones de partidas que incluía el proyecto original presentado el 24 de diciembre, luego con los cambios acordados el lunes pasado se redujeron a un poco más de un millón y ayer pasaron a ser no más de 600 mil partidas. En el caso del impuesto al inmobiliario rural el 75 % de aumento quedo limitado a 211 terratenientes que poseen campos de más de 2 mil hectáreas. A su vez en las modificaciones que precedieron a la maratónica jornada legislativa de ayer la alícuota de los Ingresos Brutos en la producción de medicamentos se redujo del 3,5 al 1,5 %.

Las sesiones parlamentarias de ayer llegaron con nuevos cambios

Con los cambios antes nombrados más las modificaciones en el impuesto a las patentes automotores entre otros, el oficialismo presento un nuevo proyecto ante la Cámara de Diputados. Allí con la mayoría del bloque del Frente de Todos y la ayuda del mini bloque integrado por dos ex diputados vidalistas, alcanzó una aprobación exprés del proyecto y rápidamente fue girado al Senado.

Una vez que el proyecto llego a la Cámara Alta, luego de un cuarto intermedio de horas, Juntos con el Cambio impuso dos nuevas modificaciones. Por un lado la alícuota de Ingresos Brutos a los operadores de cable fue reducido del 3 % establecido originalmente al 2 %. Otra modificación se dio en relación al gravamen de una tasa extraordinaria a distintas actividades en los puertos ubicados en la PBA (el artículo 100 del proyecto); allí los grandes exportadores e importadores pasaron a beneficiarse de que la alícuota de Ingresos Brutos les bajara del 4,5 % original a casi la mitad. En el caso de las cerealeras y los grandes exportadores agropecuarios que de esta forma van a compensar el 75 % del impuesto al inmobiliario rural.

Estas modificaciones fueron votadas por 45 senadores de los 46 que integran la Cámara Alta de la Legislatura bonaerense.

Ya a última hora, el proyecto volvió a la Cámara de Diputados y allí fue aprobado y convertido en Ley con los cambios impuestos por la oposición cambiemita a pesar de que la vice gobernadora y presidenta del Senado, Verónica Magario alzaba la voz para denunciar que sus modificaciones le cuestan a la PBA la pérdida de 10 mil millones de pesos en su recaudación que producto de los lobbis a los que jugo Cambiemos fueron a parar a los bolsillos de los grupos que venían ganando con su gobierno

Pero a Kicillof solo le importaba tener aprobada la ley para dar una señal a los bonistas y a su vez salir del enredo político que prácticamente se llevó su primer mes de gestión y que puso sobre la mesa los limites políticos del propio gobernador.

Ahora, bonistas al acecho

A la par del apuro para aprobar la Ley Fiscal, el gobernador convocaba a una “primera ronda” de negociación con los bonistas tenedores de los Bonos 2021 que tienen su primer vencimiento de 27 millones de dólares en el mes en curso y que también incluye otros 170 millones de vencimientos inmediatos.

Desde hace unas semanas atrás la mayoría de los bonistas le presentaron al gobierno un documento conjunto donde señalan que “con los principios para flujos de capitales estable y una reestructuración justa avalados por el G 20 que incluyen el otorgamiento de información transparente y a tiempo,; y acciones de buena fe y justo tratamiento a todas las clases de acreedores”.

Mientras tanto, luego de votada la Ley impositiva, Kicillof anunció el bono de 4 mil pesos para los y las trabajadoras estatales. Una verdadera miseria cuando nuestros salarios perdieron su poder adquisitivo en alrededor del 30 % y cuando millones van a ir a pagarle a los bonistas y especuladores.

A su vez la mayoría de los bonaerenses, incluidos aquellos sectores que quedaron exentos de los aumentos de impuestos, como los jubilados con ingresos más bajos y los beneficiarios de la AUH, entre otros pocos, la reactualización de los impuestos a Ingresos Brutos muy posiblemente se termine trasladando a los precios y de esta forma que terminen licuando aún más el anunciado y limitado programa de “precios cuidados”.

El Frente de Izquierda- Unidad fue la única oposición independiente del gobierno de Kicillof y la oposición derechista de Juntos por el Cambio.