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Red Internacional
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PARITARIA 9 MM. Kicillof y Alberto empoderaron a la Bonaerense para reprimir a quienes luchan por vivienda

En distintas localidades de la Provincia de Buenos Aires la crisis social se ve en las tomas de tierras. Una crisis habitacional que el Gobierno “resuelve” con la Policía Bonaerense. Por eso resolvió en 72 h la paritaria 9mm.

Martes 13 de octubre de 2020 21:56

Este martes esta fuerza represiva cargó nuevamente sus armas contra los sectores más vulnerables. Son familias que han sido desalojadas de sus viviendas porque perdieron el trabajo; son mujeres, víctimas de violencia de género, que junto a sus hijos se fueron a buscar dónde vivir; son niños que no pueden asistir a las clase virtuales.

  •  A pedido del intendente de La Plata, Julio Garro, la Bonaerense desalojó a los tiros una toma de tierras en Los Hornos. Se trata de un terreno ubicado en la zona de 138 y 70. En sus redes sociales, el intendente de Juntos por el Cambio reclamó "una justicia activa que cuide la propiedad privada".

    A pedido de Garro, la Bonaerense desalojó a los tiros una toma de tierras en Los Hornos

  •  En Rafael Castillo la Policía Bonaerense reprimió brutalmente a familias que toman tierras reclamando su derecho a la vivienda. Quemó casillas, usó balas de plomo, golpes y robó la comida. Ni siquiera tenían orden de juez o fiscal.

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  •  En Guernica, también este martes, la Policía detuvo a tres jóvenes que reclaman su derecho a la vivienda. La detención de Jonatan Ezequiel Sotelo, Valentín Qzequiel Brizuela y Nelson Díaz, fueron en el marco de un aumento del hostigamiento sobre las más de 2.500 familias que ocupan el predio de zona sur. Luego de permanecer detenidos en la comisaría de la zona fueron liberados.

    En Guernica la Policía detuvo a tres jóvenes que piden por vivienda

    Es un Gobierno que empoderó a las fuerzas de seguridad durante la pandemia y que resolvió en menos de 72 horas la "paritaria 9mm". Preparaban a la Policía Bonaerense, con un aumento de haberes y mejores pertrechos, para reprimir en esta nueva etapa.

    No se trataba de cualquier momento para Alberto Fernández y Axel Kicillof. La pandemia, no hizo más que agravar las consecuencias de la crisis social. La toma de tierras avanzaba al ritmo del aumento de pobreza -que llega a 40,9 % y alcanza a 18 millones de personas-.

    Represión, balas de plomo y quema de casillas: Kicillof y Berni contra el derecho a la vivienda

    Ante esto, Andrés “Cuervo” Larroque es el encargado de hacer todo lo posible para justificar, en caso de no funcionar su plan perverso de engaño, la represión a las familias de Guernica -que intentan mostrar como caso testigo-. Además, el ministro de Desarrollo, a través de los medios de comunicación, fue realizando operaciones mediáticas contra las familias de Guernica.

    Mujer de Guernica desmiente a Larroque: “A nosotras nadie nos manda, necesitamos la tierra”

    Desde el Ministerio de Desarrollo “carga” las balas de la Bonaerense. Quiere legitimar el desalojo a como de lugar, si fracasa el engaño y las amenazas, tienen un cuerpo de más de 90.000 hombre pertrechados hasta los dientes para llevar la represión adelante.

    Larroque, además, utiliza una táctica, tan vieja como perversa. Solo recordar al duhaldismo en la masacre del 2002 en el Puente Pueyrredón. Acusaban a las organizaciones sociales de buscar el caos. En estos últimos días, el ministro de Desarrollo Social, no hace otra cosa que repetir que son las organizaciones sociales las que impiden que se resuelva el conflicto.

    Si las familias se encuentran firmes en su reclamo al derecho a la vivienda, es porque están rodeados de solidaridad. Pegarle a la izquierda y organizaciones sociales es para dividir a quién lucha por derechos básicos.

    Los Kicillof, Larroque y Fernández están en contra del derecho a la vivienda para los sectores populares, pero también quieren impedir que se desarrollen tendencias de unidad entre el pueblo trabajador, y que salgan a luchar por sus derechos. Vivienda, trabajo, salarios, o cuando no, que dejen de matar a sus pibes por el gatillo policial de los uniformados.

    Si la política de engaño y amenaza fracasa, esta Berni, el monstruo de 90 mil cabezas. Y viene con caja. En los primeros días de septiembre, Alberto Fernández presentaba el “programa nacional para el fortalecimiento de seguridad” en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Un nuevo plan represivo del Estado que incluye el envío de $12.000 millones a la provincia de Buenos Aires para comprar unos 2.200 patrulleros, cámaras de seguridad y elementos de coerción.

    Y con la incorporación de 10.000 nuevos agentes, que anuncia el plan, la Policía Bonaerense pasará a tener un ejército de 104.000 hombres. A esto hay que sumar 4.000 agentes de fuerzas federales. Lo que equivale a 1.000 uniformados cada 100.000 habitantes, lo que convierte a la provincia con más proporción de efectivos en las calles del mundo. Muy superior, incluso, de los 300 que recomienda la Oficina de las Naciones Unidas.

    La Policía desalojó a familias de la toma en San Fernando