El Círculo Rojo conversó con el escritor Kike Ferrari, autor de Todos Nosotros y Territorios sin cartografiar. El oficio de escribir, literatura y novedades de su nueva novela.
Viernes 18 de junio de 2021 11:57
Kike Ferrari es escritor y trabajador del subte. Escribe en medios literarios y políticos. Autor de novelas como Operación Bukowski o Todos Nosotros. En 2012 recibió el premio a la Mejor Ópera Prima Criminal de la Semana Negra de Gijón, por su libro Que de lejos parecen moscas. Su libro más reciente es Territorios sin cartografiar (Indómita Luz)
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El domingo fue el día del escritor y la escritora, vos sos un escritor del que siempre se menciona su trabajo, algo que no es tan común entre los escritores. ¿Cómo se organiza el trabajo de escribir con otro trabajo?
“Empecé a escribir en horas robadas a las obligaciones y eso se fue estirando. Lo que era una cosa que hacía paralelamente a mi vida laboral se transformó en una instancia de trabajo”.
En una presentación de tu último libro Terrenos sin cartografiar, dicen que sos parte de uno de los dos mundos literarios de Argentina, que hay uno de las grandes editoriales y otro subterráneo.
“Lo que hay muy interesante son dos formas de encarar el laburo, una que tiene que ver más con lo que requiere el mercado, y otra que es la búsqueda más personalizada de lectores”.
“Cada libro busca su forma de circulación, me parece que no quedar atrapado en una sola es un buen plan”.
En Territorios sin cartografiar te vas un poco del género del policial negro, sobre el que trabajaste más y te fuiste más para el lado de la ciencia ficción o la fantasía, con una serie de cuentos que se pueden leer juntos o separados, ¿por qué?
“Fui teniendo momentos en el recorrido por el oficio, me parece que las pretensiones de realismo que tiene el género negro un poco se habían agotado para lo que quería contar, pero los géneros son populares, se mixturan, se cruzan todo el tiempo”.
“La gran noticia que vino a traernos Borges es que los textos los terminan los lectores, es ahí donde sucede la literatura… Entiendo que la cuarta ventana que es el sentido la terminan poniendo los lectores”.
Escribiste la novela Todos nosotros, donde arman una máquina del tiempo para evitar el asesinato del revolucionario ruso León Trotsky, ¿Cómo tomaste decisiones narrativas en se cruce de realidad y fantasía cruzados por acontecimientos históricos?
“Me topé con muchas ganas de escribir desde la ficción sobre mis primeros años de militancia y eso que sucedía alrededor del ímpetu rebelde que todavía tenía el rock y sobre todo el metal... Conjugué estas dos cosas con una inquietud que traía de la literatura, yo había encontrado en varias de las novelas de Philip Dick una idea que me atraía: que no se sabía muy bien qué sucedía realmente, qué pasaba en la imaginación, en los escritos, en la locura… Este combo me trae a una historia que es bastante simple: un Terminator trosko, alguien que viaja al pasado para matar a alguien e impedir la muerte de otro. Todos estos componentes cuajaron y el libro de Leonardo Padura (El hombre que amaba los perros) me permitió que más gente, además de los que venimos de la militancia trotskista, supiera de quién estaba hablando. Me sentí liberado para poder explayarme sobre Mercader sin tener que explicar quién era”.
¿Hay segunda parte de Y de lejos parecen moscas?
“Después de diez años de decir que no tenía segunda parte porque no se me ocurría nada, se me ocurrió. Apareció una idea, y me llamó mucho la atención no haberla visto antes...La terminé hace muy poco, va a salir en marzo de 2022 y se va a llamar El significado del fuego”.
