La Comisión Independiente Justicia por Dario y Maxi convocó en la mañana de ayer a una conferencia de prensa para repudiar las agresiones de la patota de Felipe Solá y las mentiras que circularon donde acusan de violentos a los manifestantes.
Rosa D’Alesio @rosaquiara
Jueves 8 de octubre de 2015
Estuvieron presentes organismos de derechos humanos como el CeProDH y la APDH, y organizaciones sociales.
El martes por la noche, cuando el candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, realizaba una charla sobre narcotráfico, integrantes de la Comisión Independiente Justicia por Darío y Maxi, se acercaran al aula de la Facultad de Económicas para levantar bien alto los carteles que pedían justicia por Maxi y Darío, al tiempo que entonaban una canción donde imputaban a Felipe Solá por estos crímenes. La patota de Solá, como se ve en los videos, salió a agredir a los manifestantes.
Felipe Solá recibió la solidaridad de todo el arco político, incluyendo la de Aníbal Fernández, que semanas atrás había afirmado que “Felipe Solá estaba tomando mate con el asesino de Kosteki el 26 de junio de 2002”. Los medios hegemónicos, una vez más, estuvieron junto a los responsables políticos y salieron a atacar a los manifestantes.
Alberto Santillán, padre de Darío, y Alejandrina Barry, referente del CeProDH y del PTS dialogaron con La Izquierda Diario.
Santillán se refirió a los motivos del escrache de anoche “aunque los medios quieran decir que somos violentos, esto no es así. Un grupo de compañeros fue a manifestarse pacíficamente con carteles pidiendo justicia por Darío y Maxi y cárcel a Solá”. Y agregó “los escraches es una herramienta más para denunciar lo que la Justicia calla, a pesar de las pruebas que hay para llamar a indagatoria a los responsables políticos que dieron la orden de reprimir aquel 26 de junio de 2002.
Estas pruebas no le alcanzan a la fiscal Paloma Ochoa (Justicia Legitima NdR), así como tampoco le alcanza al juez Ariel Lijo. Nos queda esto, acciones donde los que ponen el pecho son los luchadores, sabiendo a qué se exponen. Porque acá no se pone en juego sólo el deseo de marcar a los culpables de la masacre de Avellaneda, sino también el riesgo de que la patota que custodia a estos políticos impunes nos ataquen. Lo que pasó ayer fue relevante, complicado, pero nadie nos puede acusar de agresivos, salvo los calumniadores. Hace 13 años que las imágenes de Dari y Maxi nos muestran quiénes son los agresivos. Con el dolor y la bronca que tenemos, ahora quieren volver a decirnos que nosotros somos los agresivos porque no nos callamos. Si la Justicia no hace nada, nosotros, por amor y respeto a Dari y Maxi tenemos la obligación de que la sociedad no se olvide quiénes fueron sus asesinos”.
El padre de Darío Santillán habló, además, de otros escarches que realizaron, como al ex presidente Eduardo Duhalde, el ex secretario de Seguridad Interior de la Nación Juan José Álvarez, y al entonces secretario de Presidencia Aníbal Fernández, (en el libro escrito por Martín Sivak, sobre el diario Clarín, dice que el 26 de junio Aníbal Fernández llamó por teléfono al diario para instalar la idea de que los ‘piqueteros se habían matado entre ellos’ y los editores del diario no dudaron en respaldar esta teoría).
Alejandrina Barry, quien llevó a la Conferencia de Prensa la solidaridad del CeProDH y el PTS, sostuvo que “a 13 años de la masacre la impunidad sigue siendo enorme. Mientras los medios hegemónicos los encubren, reeditando lo mismo que hicieron aquel 26 de junio, cuando fueron cómplices de reproducir la teoría del gobierno que decía que ‘los piqueteros se mataron entre ellos’ y Clarín titulaba ‘La crisis causó dos nuevas muertes’. Hoy vuelven a encubrir a los responsables políticos de la masacre, varios de ellos candidatos”. Barry destacó la lucha por justicia “Todo lo que se ha conseguido para el esclarecimiento de esta masacre fue gracias a la movilización. Si hoy están presos dos efectivos de la Bonaerense, como Alfredo Fanchiotti y Acosta, fue por la enorme lucha por justicia para Darío y Maxi. Vamos a continuar movilizados y organizados en forma independiente hasta lograr que los responsables políticos se sienten en el banquillo de los acusados”. Seguimos exigiendo al gobierno la apertura de los archivos de la ex SIDE y de todas las fuerzas de seguridad del estado, que demostraría que no fue ningún exceso policial, sino un plan orquestado desde el aparato del Estado.
Alberto Santillán también se refirió al día que Néstor Kirchner los recibió para promerles su compromiso a investigar a los responsables que dieron la orden, no importaba el nombre, “me palmeó el hombro y me dijo ‘no se preocupe Santillán, todos los responsables del crimen de su hijo van a ir preso. No importa cuál sea su nombre’. Nada nos dio, ni los archivos de la SIDE”. Santillán desmintió las declaraciones de Solá, quién dijo que los que escarchan son funcionales a Aníbal Fernández y Oscar Parrilli “hoy, una vez más, le decimos que solo actúo como padre y que considero a los Kirchner como cómplices de garantizar la impunidad de los responsables políticos de la masacre: Duhalde, Solá, Fernández”.
Alberto Santillán concluyó recordando la convocatoria, el próximo viernes, 9 de octubre, a las 9 de la mañana, a una nueva jornada en las puertas de Comodoro Py para acompañar a los familiares de Darío y Maxi en este pedido de justicia.
Rosa D’Alesio
Militante del PTS, columnista de la sección Libertades Democráticas de La Izquierda Diario; se especializa en temas de narcotráfico y Fuerzas Armadas.