Dos hechos claves marcaron la semana. Por un lado se conoció que Peñailillo emitió boletas para la empresa de Martelli, la que a su vez facturó a SQM. Por otro lado, la multitudinaria marcha convocada por la CONFECH logró unir las demandas estudiantiles con la denuncia a los corruptos.
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Fabián Puelma @fabianpuelma
Martes 21 de abril de 2015
El gobierno sigue a la defensiva y sin control de la agenda. Pese a los diversos intentos, no ha podido recuperar la iniciativa. La agenda sigue marcada por las revelaciones en el marco de la investigación por el caso Penta, la arista SQM y el caso Caval. Las reformas siguen por ahora en un terreno pantanoso y se profundizan las presiones para un cambio de gabinete. La crisis se sigue profundizando “desde arriba”.
Al mismo tiempo, el movimiento estudiantil logró convocar a una gran marcha el día jueves 16 de abril. Se trató de una de las movilizaciones más masivas luego del 2011. La diferencia es que en esta ocasión las reivindicaciones estudiantiles estuvieron directamente ligadas a la denuncia política de la casta corrupta. Por otro lado, este lunes los portuarios, los mineros, forestales y otros sectores convocaron a un paro productivo “en advertencia” frente a la reforma laboral, lo que constituye una movilización de enorme importancia política. Las brechas por arriba alientan la acción “desde abajo”.
Por arriba
La arista SQM volvió a pegarle un coletazo al gobierno. Se conoció que el ministro Peñailillo emitió boletas a Asesorías y Negocios, empresa fundada por Giorgo Martelli, la que a su vez facturó a Salar, filial de SQM. Martelli es un recaudador de fondos para partidos de la Nueva Mayoría y administrador de la primera campaña presidencial de Michelle Bachelet.
El trascendido cayó como un balde de agua fría para el ministro del Interior, quien se ha visto obligado dar explicaciones. Peñailillo se encuentra a la defensiva, en un momento en donde tanto desde el PS como desde la DC se escuchan voces que piden un cambio de gabinete y de conducción política.
El gobierno trató de dar un golpe de timón para rearodenar filas y reimpulsar la agenda legislativa. El fin de semana Bachelet se reunió con sus ministros en Cerro Castillo en una "jornada de gabinete ministerial de planificación y coordinación político legislativa". El domingo el ministro Peñailillo dirigió el cónclave del oficialismo en el hotel NH de Providencia.
Si el objetivo era marcar la agenda política e impulsar una ofensiva legislativa, evidentemente las conclusiones estuvieron lejos de lograrlo. En el centro estuvieron, en cambio, las respuestas de los dirigentes de la Nueva Mayoría ante la posibilidad de adelantar las elecciones parlamentarias, ante las presiones para un cambio de gabinete y las boletas del ministros del Interior.
La coalición de gobierno sigue atravesada por disputas internas. Las revelaciones de la arista SQM siguen marcando el debate y poniendo a la defensiva al gobierno. Bachelet sigue sin recuperar la iniciativa política. En resumen, la crisis política sigue abierta y se profundiza “por arriba”. No parece nada fácil que las recomendaciones del Consejo Asesor “anticorrupción” logren revertir este escenario.
Por abajo
Como venimos planteando desde estas páginas, uno de los grandes puntos de apoyo de la casta política es que el enorme descontento existente se mantiene aún pasivo. Sin embargo, la marcha del jueves 16 convocada por la CONFECH parece presagiar nuevos aires. La movilización fue una de las más masivas desde el 2011, con un cálculo de casi 150 mil asistentes en Santiago según los organizadores.
Lo nuevo y distintivo de esta movilización fue la unión de las demandas educativas y la denuncia a los políticos corruptos. Se trató de una movilización eminentemente política. Una de las más importantes expresiones masivas de descontento en las calles desde que estallaron los escándalos políticos. ¿La movilización será una expresión fugaz de descontento o un puntapié inicial para un proceso de lucha más profundo y extenso? Es una de las grandes interrogantes.
Por ahora el límite de la marcha viene dada por no encontrarse sostenida por un proceso de movilización enraizado en los lugares de estudio y trabajo. Aunque se vienen multiplicando las problemáticas y acciones en lo local, éstas no han logrado dar el paso a sostener una movilización nacional que posibilite que sean los estudiantes y trabajadores quienes tomen la iniciativa política en este escenario, aprovechando la debilidad del gobierno y el conjunto del régimen.
Pero esta es una posibilidad que está planteada y no una hipótesis teórica. El análisis debe transformarse en acción. En este sentido, llama la atención que a sólo un par de días de la gran movilización del 16A ahora sean los trabajadores quienes convoquen a un paro productivo. La convocatoria fue realizada por sectores que han protagonizado importantes luchas sindicales: los portuarios, los mineros, los forestales, entre otros. La acción cuenta también con el apoyo de la CUT. A su vez, el paro en “advertencia” frente a la reforma laboral, hace suya las denuncias a la casta política de los empresarios.
Se trata de una paralización de una gran importancia política. Plantea la necesidad de una convergencia entre la lucha estudiantil (que ya tiene nuevas fechas de movilización, las cuales fueron fijadas en el último CONFECH) y las movilizaciones obreras. Posibilita la confluencia entre las peleas parciales en el plano de la reforma educativa y laboral, con la denuncia política a la casta corrupta.
Un proceso de movilización, enraizado en los lugares de trabajo y estudio, encabezado por las más importantes organizaciones sindicales y estudiantiles del país, puede cambiar el escenario político. Permite superar el descontento pasivo o las acciones parciales e inorgánicas de malestar. Permite aprovechar la debilidad política del gobierno y el conjunto del régimen. Evitaría que la casta política retome la iniciativa política y logre un cierre controlado de la crisis desde arriba. Permite preparar el terreno para que la crisis de legitimidad del régimen tenga una respuesta propia de los trabajadores, los estudiantes y los movimientos sociales.
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Fabián Puelma
Abogado. Director de La Izquierda Diario Chile. Dirigente del Partido de Trabajadores Revolucionarios.