Rebelión en Chile. La CGT se jugó: sacó un comunicado en apoyo “a las demandas del pueblo chileno”

Chile está conmocionado y las repercusiones de la rebelión popular atraviesan la cordillera y mucho más. Ya son alrededor de 20 los muertos, sigue la represión y detenciones, las centrales y sindicatos debieron convocar a la huelga general. Una semana después de comenzadas las movilizaciones, la Confederación Central de Trabajadores de la República Argentina decidió tomar cartas en el asunto.

¿Convocó un paro en solidaridad? ¿Una movilización o alguna acción de apoyo? No. Publicó una carta en twitter.

¿Qué dice? “La CGT-RA expresa su pública solidaridad con las demandas del pueblo chileno, con las medidas adoptadas por la CUT y reclamar el cese urgente de la represión por parte del gobierno de Sebastián Piñera”. Además, “solicita al gobierno chileno que deponga el estado de militarización y concluya con el estado de excepción decretado, como condición necesaria previa a la convocatoria a una mesa de diálogo a sindicatos y entidades sociales, que reclaman un modelo económico y social más justo, inclusivo e igualitario". Por último, pide “una amplia convocatoria al diálogo para contemplar los justos reclamos de trabajadores y estudiantes y restablecer la paz social".

Comparto el documento de la #CGT en solidaridad con el pueblo chileno y la central de trabajadores. pic.twitter.com/zbJtqJkHZz

— Héctor Daer (@hectordaer) October 25, 2019

El comunicado cegetista deja claras algunas cosas.

Primero, que la enorme simpatía que despierta la lucha del pueblo chileno ha obligado a la CGT a pronunciarse al respecto. Con una semana de tardanza, claro.

Segundo, es un acierto la condena a la represión y el apoyo a las demandas. El problema es que con una carta la CGT absolutamente no hace ningún aporte para ayudar a terminar con esa represión y la conquista de los reclamos. Muy distinto sería si los principales sindicatos de Argentina convocaran medidas de solidaridad concretas y contundentes, que no solo alienten a la clase trabajadora y la juventud del otro lado de la cordillera, sino que preocupen a los partidos tradicionales que acá y allá quieren aplicar los mismos ajustes.

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Tercero, la posición de la CGT es un aval a la política de las cúpulas sindicales y la oposición parlamentaria de Chile, que buscan más concesiones para garantizar la “paz social” y se juega a una “mesa de diálogo” para contener la rebelión.

Por último, la carta de la CGT deja otra reflexión. La CGT no hizo absolutamente nada en nuestro país por las demandas que dice apoyar en Chile. ¿Qué hizo contra los tarifazos del transporte? ¿Qué hizo contra el robo a los salarios y jubilaciones? ¿Qué hizo contra la precarización laboral? ¿Qué hizo contra “la derecha”? Nada.

La CGT mira Chile con preocupación. Sabe que el pueblo trabajador se cansó de los ajustes. Lo muestran Ecuador, Chile y tantos otros. Mientras escribe comunicados con una mano, con la otra se prepara para ser “bombero” de los que quieren seguir descargando la crisis sobre el pueblo.