En el marco de las negociaciones para investir un nuevo gobierno, la CUP denuncia el modelo policial, la persecución de la Generalitat y la represión a las manifestaciones para libertad de Hasél.
Jueves 18 de febrero de 2021
Los grupos políticos han empezado esta semana las negociaciones por la investidura de un nuevo gobierno. La opción más probable es la formación de un nuevo gobierno independentista. Más después de sumar algo más del 51% de los votos. La cuestión central consiste en saber si ERC y JxCat repiten gobierno pero con un presidente de Esquerra, Pere Aragonès. O si este gobierno contará con la presencia de consellers de la CUP. O si la CUP favorecerá la investidura por activa o pasiva.
Dentro de la CUP hay una discusión importante entre los dos partidos centrales de la coalición. Por un lado, Endavant que se opone a integrar el gobierno (aunque no dice nada sobre la investidura). Por la otra, tenemos a Poble LLiure que ve como vital formar parte del nuevo gobierno ante la represión del Estado. Dolors Sabater ha dicho en estos días muy claramente que “Creemos que las negociaciones irán muy bien”.
La diputada de la formación anticapitalista, Maria Sirvent dijo, en relación al modelo de seguridad, que “Para nosotros es importante y es uno de los temas que existirá en la mesa de negociación”. Cuestión que se ha hecho más importante todavía con la represión de este martes y miércoles, cuando una chica perdió la visión de un ojo.
La CUP también emplazó en la Generalitat a retirar todas las acusaciones particulares. La diputada cupaire ha insistido en la creación de un organismo "público e independiente" para controlar las actuaciones de los cuerpos policiales. También ha recordado que hay una comisión de investigación para revisar las prácticas policiales que quieren impulsar en el Parlamento.
La izquierda independentista, en especial, ha sido perseguida por las fuerzas represivas del Estado por su participación en el proceso independentista. Pero también la Generalitat se encarga de participar en varios procesos judiciales contra militantes independentistas.
La represión de la juventud del 14O del 2019 contra la sentencia del proceso y la represión de las manifestaciones por la libertad del rapero leridano llevadas a cabo por los Mossos d’Esquadra está en el centro de la discusión actualmente. Estas intervenciones de los Mossos son similares a las que lleva haciendo desde que se desplegó en todo el territorio. Se puede decir, que a nadie puede sorprender.
Los Mossos d’Esquadra son una policía autonómica y dentro del entramado institucional de Régimen del 78. Precisamente por eso, el mayor Trapero tenía preparado un operativo para encarcelar a Carles Puigdemont después de la declaración simbólica de la república catalana. Son la misma policía que reprimió a los indignados de la Plaza Cataluña y la misma que cada día actúa bajo órdenes de los juzgados.
Pero esta policía no se puede cambiar. No se puede cambiar el modelo represivo que tiene contra los jóvenes. Después de vaciar el ojo de Esther Quintana, como lo hizo la Policía Nacional el 1-O con Roger Espanyol, lo vuelven a hacer. Y cada vez que un juez pide lo que sea, lo hacen. También defienden a los fachas como pasó con la movilización de la JUSAPOL. Es un cuerpo al servicio de los ricos y para reprimir a la clase trabajadora.
Esta situación no será cambiada por Esquerra Republicana y mucho menos por JxCat. Ellos son partidos de orden. Quieren una república pactada con el Régimen del 78: un imposible. No se puede controlar las cloacas con una comisión en el Parlamento. Esta policía se tiene que disolver inmediatamente porque siempre será un obstáculo para favorecer la movilización popular.
Ser parte del Gobierno con ERC y JxCat o favorecer la investidura de ellos es un paso decisivo en la integración de la política autonómica del Régimen del 78.