El gobierno de Texas pretendía restringir la actividad de clínicas y médicos que realizan la interrupción legal del embarazo.

Bárbara Funes México D.F | @BrbaraFunes3
Lunes 27 de junio de 2016 16:11
En 2013, con la excusa de brindar “mayor protección” a las mujeres que sufren complicaciones al practicarles abortos, el entonces gobernador Greg Abbot, del partido republicano, había establecido restricciones a clínicas y médicos que llevaban a cabo estos procedimientos.
Según informa el diario El País, entre las exigencias del gobierno de Texas están la prohibición de abortar a partir de las 20 semanas de gestación, la obligación de la madre a esperar 24 horas desde que se aprueba el procedimiento de interrupción del embarazo y a ser sometida a una prueba de ultrasonido, la exigencia de autorización de los padres en el caso de menores de 18 años y la prohibición el uso de fondos públicos salvo en casos de violación, incesto o si peligra la vida de la madre.
A partir de 2013, de 41 centros disponibles para abortar en Texas, se redujeron a 18, producto de las restricciones impuestas por el gobierno de ese estado. Así se puso también en peligro de la vida de muchas mujeres que decidieron abortar y vieron muy restringidas las posibilidades de hacerlo por la vía legal y en las condiciones de asepsia que se requieren.
Este lunes, la Corte Suprema expidió su sentencia. “Ninguna de estas restricciones ofrece beneficios médicos suficientes para justificar la carga que impone al acceso” al aborto, se afirma en el documento.
Así, el máximo tribunal de Estados Unidos se expidió en contra de las restricciones, por 5 votos en contra y 3 a favor de las medidas impulsadas por el gobierno del estado de Texas.
Este fallo se da conocer en el inicio de la campaña electoral, donde el candidato republicano Donald Trump prosigue su campaña contra las mujeres y, por su parte, Hillary Clinton, la candidata demócrata, pretende levantar en forma oportunista la bandera del derecho al aborto para obtener más apoyo en la carrera hacia la presidencia en el marco de que ambos son candidatos cuestionados.
No obstante, durante el gobierno del demócrata Bill Clinton el derecho al aborto se restringió, asesinaron a médicos que practicaban la interrupción legal del embarazo y se cerraron numerosas clínicas que realizaban abortos. Por su parte, en 2005, Hillary Clinton declaró: "Todos reconocemos que el aborto representa una decisión triste, hasta trágica, para muchas, muchas mujeres", y que "respetaba" quienes se oponían a todos los abortos, sin importar las circunstancias.
El derecho al aborto es una conquista del movimiento de mujeres arrancado a la Corte Suprema de Justicia en 1973, tras el caso Roe versus Wade. El 22 de enero de ese año, el máximo tribunal estableció que la mujer tiene derecho a la libre elección que protegería la decisión de llevar o no a término un embarazo. Es legal, pero no gratuito, ya que la mayoría de las mujeres debe pagar para que le realicen este procedimiento. Las empleadas y los empleados del Congreso estadounidense hasta tienen prohibido contratar una seguro de salud que cubra el aborto.
Además, hay margen para la injerencia de los gobierno estatales en materia de derechos reproductivos. Así, en los últimos 5 años, 38 estados han impuestos restricciones que han impedido el acceso real de las mujeres al derecho al aborto. Este fallo de la Corte Suprema contra el gobierno de Texas podría dejar sin efecto algunos de estos obstáculos.
También en el gigante del norte el movimiento de mujeres debe continuar la lucha por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, en las calles y por todas las vías posibles, y en forma independiente de los partidos del establishment, que en épocas electorales hacen promesas que luego no cumplen.