MÚSICA. La Cumparsita cumplió los quince y tuvo una noche inolvidable de rock

La Cumparsita Rock 72 se presentó a principio de mes en el Club Atenas de la ciudad de La Plata. Además de presentar el disco nuevo festejaron sus 15 años con tres mil almas cumparseras que saltaron de principio a fin en un recital cargado de luces, sonido y emociones.

La banda oriunda del barrio Villa Elvira de la capital bonaerenses está integrada por Nazareno Michelini (batería), Emiliano "Fino" Santillan (voz), Patricio Pisauri (guitarra), Gastón Tocho (armónica y saxo), Emanuel Rodríguez (teclados), Mauro "toro" Cacace (trompeta), Federico Acebedo (guitarra), Matías Otonelo (guitarra) y Esteban Penovi (bajo).

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Una verdadera maquina de sentimientos contra el viento

Caía la tarde, de cada rincón platense y de otras ciudades de la Provincia de Buenos Aires llegaban las bandas cumparseras a calle 13 entre 58 y 59, donde se sitúa el mítico club de básquet que cada año hace de escenario a las mejores bandas de rock nacional. Las banderas, los tubos, los colores. La 72 en la tela y en la piel de cientos de fanáticos que siguen a la banda cada vez que se presenta. "Bebido me olvido el motivo de mi soledad" y "Si no estamos se siente el silencio" eran algunas de las frases hechas banderas que llegaron al recital.

Pasadas las nueve y media empezaron a sonar los clásicos acordes de “La Cumparsita”, canción que antecede a la banda y da inicio al carnaval cumparsero cada noche que tocan. Dos bailarinas danzaron un tango moderno, con luces de colores y en ese momento el estadio Atenas ya estallaba. Más de tres mil almas coparon la parada y dejaron todo en cada pogo de los 28 temas que hicieron en dos horas y algo más.

Con truenos, una escenografía que impresionaba y juegos de luces que “flashearían” al más sobrio, arrancaron los acordes de "Años violentos". La voz característica del Fino, que salió con un impermeable amarillo en ese primer tema, abría una noche con varios invitados y el repaso de los tres discos en estos 15 años de Rock 72. "La máquina", "Rincón que alguna vez", "Solo en una noche" y "Pampero" fueron un primer bloque demoledor que hizo subir esa química de la gente con la banda al máximo.

Ya el Tocho hacía de las suyas con esa armónica endiablada y el Pato estremecía con los acordes de su guitarra. La bata de Nazareno rompía todo y la banda en general reproducía fielmente el sonido que tienen en los discos, todo muy compacto y la noche empezaba a pintar inolvidable.

"Corazón encendido", "Otoño amanecer", "No te dejes pisar" y "Mala mujer", este último con "el Tiki" Emanuel Rodríguez en teclados, ex integrante de la banda.

Continuaron con el repertorio y no le daban tregua a la gente que seguía bien arriba. Un último bloque de cinco temas con "La bestia", "Perdimos el tiempo", "Medio camino", "72 espejos" y "Los locos" para terminar el primer acto de la banda antes de irse al descanso, dejando ya un tendal de remeras volando y un impasse necesario para recargar las pilas que la noche pedía y que sería larga.

El círculo sagrado que nos une

El Fino de arranque invitó a que dejen entrar todos los cumparseros que se habían quedado afuera, en un gesto que siempre tienen con la gente que los acompaña a todos lados. Y nombro uno a uno los lugares de donde viajó el público y que llevaban inscriptos en sus estandartes: los barrios platenses de Villa Elvira, Los Hornos, El Mondongo, también de Berisso y Ensenada, no faltó la gente de Quilmes, Berazategui, Del Viso, etc.

La segunda parte de la noche no podía ser menos que la primera. Fueron trece temas más entre los que estuvieron de invitados el Chino Angeleri de Don Lunfardo (220 watss) y Graciela Davidenko (Tierra del arte). "Un bosque", "Pasaron las horas", "Femenina de placer", "Chico de papa", "Siempre el mismo agujero", "Un barco en el charco", "Horizonte sin freno" y "Recuerdos nomás" salieron uno tras otro, la gente demostraba los primeros síntomas del cansancio y el humo hacía lo suyo. Recibieron un poco de agua a pedido del Fino y demostraron con entusiasmo ya haber adoptado como propio el tercer disco “Máquina de sentimientos contra el viento”, como bien reivindicaría el cantante en un pasaje de la noche.

Para el final quedaban los pogos más esperados. Primero "La negra Matonga" hizo bailar y delirar a todos los cumparseros, tema que ya es un clásico con la Negra María como estrella y sus movimientos en el escenario. Después el que se puede denominar el “Jijiji” cumparsero, "Circunvalación", tema de los más esperados por los fanáticos como el que cerró la noche, el de la mística de esta banda de barrio, "La 72".

Fue una noche con todos los ingredientes: quince años, nuevo disco, un Atenas “hasta la manija” y un show inolvidable. Y tanto desde arriba del escenario como desde abajo se selló el compromiso del reencuentro en la próxima parada para la banda cumparsera que siempre quiere más Rock 72.

En noviembre La Cumparsita Rock 72 tocará en el espacio Ciudad Cultural Konex de la Ciudad de Buenos Aires. Ahí nos vemos.