×
×
Red Internacional
lid bot

Inundaciones. La Emilia: las dos caras de una misma realidad

Frente a la catástrofe padecida en La Emilia a raíz de las graves inundaciones, nuevamente quedó expuesto el contraste entre la solidaridad y organización populares para asistir a los damnificados y la desidia del Estado.

Jueves 26 de enero de 2017 09:56

En un lapso de apenas 20 días, la localidad bonaerense de La Emilia padeció 3 inundaciones. La más grave de ellas, ocurrida la semana pasada, provocó que el Arroyo del Medio se desbordara, superando la altura del terraplén que contenía su cauce, y en cuestión de minutos el agua inundara las calles y casas de todo el pueblo. Ante el trágico acontecimiento, al igual que en otras ocasiones, quedaron en contraste dos caras de una misma realidad: la de la responsabilidad estatal frente a la prevención de las consecuencias de estos fenómenos, y la de la solidaridad desinteresada de amplios sectores sociales con las miles de personas afectadas.

La desidia estatal

La presencia del Estado se hizo visible recién a partir del martes, y especialmente a través de distintas fuerzas de seguridad: junto con el arribo de la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, también se hicieron presentes efectivos de Policía Local, División Infantería de la Policía Bonaerense, Gendarmería, Prefectura y el Ejército, haciendo de La Emilia una zona militarizada por varios días.

Por su parte, el intendente Ismael Passaglia prefirió destacar en los últimos días la solidaridad de la gente, antes que dar cuenta de su responsabilidad, tanto por la falta de respuesta para prevenir el desastre como por la negligencia en la ejecución y mantenimiento de las obras públicas en la zona y por la complicidad con los grandes productores agropecuarios de la región, responsables de los desagües clandestinos de miles de hectáreas destinadas al cultivo de la soja.

Además de usar la solidaridad popular para evadir dar respuestas sobre la responsabilidad gubernamental, Passaglia anunció un paquete de medidas de ayuda económica para los damnificados, entre las que se encuentran la eximición del pago de las tasas de ABL a vecinos y comerciantes por los próximos 2 meses, una partida de 30 millones de pesos para asistir a los afectados (alrededor de $3.500 por persona, teniendo en cuenta que alrededor de 8.000 personas resultaron directamente afectadas), y la entrega de un "Certificado de Inundabilidad", con el que se podrá acceder a la asistencia del municipio.

La contracara: la solidaridad popular

En contraposición con la desidia inicial y la posterior burocratización, por parte del municipio, de la ayuda a los vecinos que lo perdieron todo, la catástrofe despertó una enorme movida solidaria llevada a cabo por personas particulares, que se movilizaron por distintos medios, incluso en canoas y kayaks, hasta las zonas inundadas, clubes, asociaciones civiles, y organizaciones sociales. Ropa, calzados, colchones, alimentos no perecederos, artículos para la limpieza, agua, repelentes y elementos para la higiene personal fueron recolectados en gran cantidad, y cabe destacar que hubo mayor sentido de la organización por parte de los propios residentes y voluntarios que de parte de las autoridades estatales para la distribución del material a entregar entre los vecinos afectados.

Durante estos días, asociaciones civiles, clubes y personalidades de la cultura nicoleña organizaron distintos eventos solidarios. El viernes pasado, los equipos de la Primera de básquetbol de Belgrano y Somisa disputaron un partido amistoso en el gimnasio Fortunato Bonelli del Club Belgrano, con entrada a 50 pesos más un alimento no perecedero. Lo recaudado fue destinado a la compra de agua mineral y productos de limpieza. También el viernes se realizó en la Plaza Sarmiento el festival "Música y tu amor", que contó con la participación de diversos artistas locales y tuvo una gran concurrencia de público, que colaboró llevando artículos como pañales, leches larga vida, repelentes y bolsas de consorcio.

Además de los eventos a beneficio, cabe destacar algunos ejemplos de trabajadores particulares que ofrecieron sus servicios a cambio de donaciones. Entre ellos, el de Facundo Gómez, instalador de aires acondicionados, que se ofreció a realizar instalaciones a domicilio a cambio del equivalente al costo de la instalación en agua mineral, lavandina, pañales, perfumina y otros artículos de primera necesidad. Ana Bordan es peluquera, y se ofreció a realizar cortes de pelo a cambio de mercadería para llevar a los vecinos de La Emilia.

La necesidad de organizar la solidaridad

Quedó demostrado nuevamente que ante la desidia del Estado, y frente a la urgencia de una situación dramática, como es una inundación, emerge y se moviliza de manera espontánea la solidaridad popular. También quedó en evidencia que, para tratar de enmendar la falta de respuesta política ante las consecuencias evitables de los desastres naturales, los gobiernos patronales buscan mostrar su cara "solidaria", entorpeciendo la labor de los actores sociales independientes de su órbita.

Por eso, frente a la gran movida solidaria impulsada y llevada a cabo por el conjunto de la sociedad nicoleña y por diversas entidades, y frente a los intentos del municipio de monopolizar la distribución de las donaciones y burocratizar la asistencia a los afectados por la inundación, desde el PTS en el Frente de Izquierda planteamos la necesidad de convocar la creación de comités de solidaridad independientes, designados democráticamente por asambleas de los propios vecinos, con la participación activa de organizaciones estudiantiles y sindicales, y coordinados en conjunto con el apoyo de todas las asociaciones solidarias.