Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, anunció una suba de 0,75 puntos porcentuales en las tasas de referencia y dijo que era posible otro ajuste de esa magnitud. Es un giro que endurece la política monetaria para bajar la inflación que se ubica en los niveles más altos en 40 años. Esta medida, no vista desde 1994, tendrá un impacto global.
Matías Hof @HofMatias
Jueves 16 de junio de 2022 10:29
Jerome Powell, director de la FED en la conferencia de prensa del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés)
Este miércoles, el presidente del Banco Central estadounidense confirmó un endurecimiento en la política monetaria del organismo como respuesta a la elevada inflación que se encuentra en los niveles más altos en 40 años. Jerome Powell realizó el anuncio al finalizar la reunión de dos días del FOMC (Comité de Mercado Abierto, por sus siglas en inglés).
“La inflación sigue siendo elevada, lo que refleja los desequilibrios de oferta y demanda relacionados con la pandemia, precios más altos de la energía y presiones de precios más amplias”, se leía en el comunicado de prensa.
La Reserva Federal elevó su tasa de política de referencia en 0,75 puntos porcentuales, se trata de un aumento histórico, desde 1994 que no se realizaba un aumento de esa magnitud. Esto eleva el rango objetivo para la tasa de fondos federales que pasa a ubicarse entre 1,50% y 1,75%. Desde el organismo sostuvieron que serán apropiados “aumentos continuos en el rango objetivo.”
“Además, el Comité seguirá reduciendo sus tenencias de valores del Tesoro y deuda de agencias y valores respaldados por hipotecas de agencias, como se describe en los Planes para reducir el tamaño del balance de la Reserva Federal que se emitieron en mayo. El Comité está firmemente comprometido a devolver la inflación a su objetivo del 2%”, sostuvieron.
La Fed mantiene el rumbo adoptado desde finales del año pasado como salida de la pandemia, y reafirmado este año por los efectos de la guerra entre Ucrania y Rusia que impulsaron -aún más- los precios de la energía y de las materias primas. Sin embargo, este endurecimiento en las medidas generó un desplome en las principales bolsas del mundo el pasado lunes "negro", arrastrando las cotizaciones de criptomonedas y elevando el riesgo de default en algunas economías “emergentes” como por ejemplo la de Argentina.
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¿Bajar la inflación atacando a los salarios?
A primera vista el objetivo de las políticas contractivas de la Fed buscan atacar el salto inflacionario -según estadísticas oficiales en mayo se alcanzó al 8,6 % interanual- por la vía de enfriar la economía, desalentar el consumo y encarecer el acceso al crédito.
Mientras la economía global podría encaminarse hacia una nueva recesión, con peligros de hambrunas en los países pobres, crisis climática y suba de precios, se pone en juego qué recetas adoptar para bajar el nivel general de precios.
En Estados Unidos, este plan agresivo de la Fed podría aumentar el desempleo por la vía de desalentar las inversiones. Y de esta manera ir preparando un escenario para “bajar los salarios”. Powell sostuvo semanas atrás que "los salarios están aumentando al ritmo más rápido en muchos años" y que hay demasiado empleo a “un nivel insalubre”. Sin embardo el economista Michael Roberts ha señalado que "los aumentos de precios están superando el crecimiento de los salarios en casi todas partes".
El presidente de la Reserva Federal nada dice del crecimiento de la desigualdad, no ve ningún problema en que unos pocos milmillonarios hayan visto crecer sus patrimonios sacando provecho de la pandemia. Al mismo tiempo millones de personas se vieron sumergidas en la pobreza extrema.
Pero justamente en la primera economía del mundo se está desarrollando un proceso de sindicalización en ramas ligadas a la logística como en Amazon. Pelean por mejores condiciones laborales, entre otras demandas, expresan que los jóvenes se empiezan a organizar y darán pelea si hay nuevos ataques.
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El PBI (Producto Bruto Interno) de EEUU equivale al 25 % del total mundial y tiene importantes relaciones comerciales con casi todos los países del mundo. Para los países atrasados y dependientes como los de Latinoamérica y otras regiones, esta medida de la FED amenaza con tener serias consecuencias desfavorables, agravadas por una subordinación cada vez mayor al FMI. Algunas de ellas podrían ser:
Baja del crecimiento: la suba de tasas ya generó una baja en las perspectivas de producción estadounidense y podría dar lugar a una disminución sostenida del PBI (una recesión). Esto presionaría en el mismo sentido al resto de los países del globo, poniendo en peligro los puestos de trabajo y los ingresos de millones de personas, especialmente en las economías más frágiles.
Presiones devaluatorias: el aumento de las tasas favorece un movimiento de capitales hacia el dólar como refugio. Esto implica el desarme de inversiones en las monedas locales para dolarizarse sumando presión sobre la demanda de dólares. De hecho ya se puede observar el fortalecimiento de la principal moneda internacional en las últimas semanas. Tanto el real brasileño como el yuan chino se devaluaron un 6,3 % en el último trimestre y crece la presión sobre el peso argentino.
Inflación: detrás de las devaluaciones viene el aumento de los precios. El encarecimiento de las importaciones, tanto de bienes finales como intermedios, impacta sobre la inflación en las economías locales. También la búsqueda de los empresarios que venden en el mercado interno de recuperar sus ganancias medidas en dólares.
Encarecimiento del crédito internacional: se verá restringido el acceso al crédito, volviéndose más elevado el costo de las deudas externas en dólares.
En resumen, las perspectivas para los trabajadores y el pueblo pobre de los países dependientes y semicoloniales, se verán más perjudicadas de lo que ya están y cada vez será más necesario salir a enfrentar los ajustes de los gobiernos y los ataques patronales con la movilización y organización.
Guadalupe Bravo
Nacida en Trenque Lauquen, Provincia de Buenos Aires en 1985. Es economista, recibida en la UBA. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2004. Coedita la sección de Economía de La Izquierda Diario.