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Red Internacional
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LUISA ORTEGA DÍAZ PRESIONA HACIA UNA LA SALIDA NEGOCIADA. La Fiscal General habla de violación de soberanía del Poder Electoral y arremete contra la Constituyente

La profundización de la crisis, sin una resolución clara para ninguno de los dos actores centrales en pugna, está abriendo hacia el interior del chavismo nuevas grietas políticas. Siendo aprovechadas por la oposición, también empujan hacia una salida negociada.

Viernes 9 de junio de 2017

Un nuevo capítulo se abre en la crisis del país al cumplirse 70 días del inicio de las movilizaciones, con nuevas acciones de la Fiscal General Luisa Ortega Díaz. La introducción de un recurso de nulidad contra el proceso constituyente que impulsa el gobierno de Maduro, y su denuncia que, a su juicio, el Poder Electoral incurrió en violaciones del principio de la soberanía constitucional, hace tomar nuevos contornos a la crisis que al momento se encuentra en una situación de una especie de “empate catastrófico”.

La oposición de derecha que ha venido escalando la crisis con continuas movilizaciones aprovecha la división que se ha generado en el chavismo con la nueva ubicación de la Fiscal General. No es para menos, con la nueva ubicación política de la Fiscal desde el Ministerio Público se le desequilibra al gobierno la correlación de fuerzas, en principio desde los poderes públicos, pero también en la nueva piedra de toque en la que la oposición busca apoyarse.

Las declaraciones de la Fiscal afirmando que " he venido (...) a presentar este recurso de nulidad, porque considero que el Consejo Nacional Electoral (CNE) incurrió en violaciones de los principios de progresividad de los derechos humanos, (...) del principio de igualdad y del voto...", viene a poner más en tela de juicio la convocatoria de la Constituyente de Maduro desde uno de los poderes que hasta no hace dos meses venía en la línea del gobierno. Una Constituyente que ya de por sí parece condenada al fracaso, centralmente porque ha sido apenas el propio chavismo el que ha inscrito postulantes, y sobre cuya convocatoria a las urnas se prevé como bajísima.

Luisa Ortega acudió a la Sala Electoral del Supremo Tribunal de Justicia para solicitar que se declare la nulidad de las decisiones del CNE, principalmente la de la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), "por considerar que el decreto presidencial no cumplía con los extremos legales". Es de recordar que el jueves pasado, la titular del Ministerio Público (MP) pidió a la Sala Constitucional del TSJ aclarar una decisión con la que este dio luz verde a Maduro para impulsar la Constituyente sin que se convocara un referendo previo para consultar a los electores si estaban de acuerdo con iniciar este proceso.

La Sala Constitucional emitió un fallo a las pocas horas de la solicitud de la Fiscal en el que consideraba "que no es necesario, ni constitucionalmente obligante, un referéndum consultivo previo para la convocatoria" de la ANC. Más aún, casi una semana después, el máximo Tribunal decidió que la Fiscal no estaba legitimada para solicitar esta aclaratoria y declaró "inadmisible" esta petición. Justamente en la misma fecha en que el CNE aprobaba la elección de la Constituyente para el próximo 30 de julio, con las bases para este proceso propuestas por Maduro. No en vano, por la rapidez en cómo se viene resolviendo todo lo concerniente al proceso constituyente propuesto por Maduro, ya se le conoce como la “Constituyente expres”.

En este contexto es que la Fiscal decidió ser más ofensiva aun abriendo el nuevo capítulo de la crisis declarando este jueves, bien en un lenguaje chavista buscando que quedara clara su orientación política, que "El pueblo merecía que le respondiera si todavía estamos en una democracia protagónica o si volvimos a la democracia representativa. El pueblo merecía saber si hay progresividad en los derechos humanos o tenemos que justificar este feroz represión que estamos viviendo". Es más, la Fiscal enarbolaba el librito azul de la actual Constitución, afirmando que “esta es la Constitución de Chávez”.

Recordando y respaldándose en viejas afirmaciones de Chávez, la Fiscal, que desde hace unos meses ha venido marcando distancia del Gobierno al denunciar “la ruptura del hilo constitucional” por parte del TSJ, como que cambiar la actual Constitución es, además, una destrucción del legado de Chávez. "Este es uno de los principales legados del presidente Chávez” enfatizaba Ortega Díaz, recalcando que “el chavismo es una corriente del pensamiento, no es un partido político, es una filosofía de vida y este es el principal legado del presidente Hugo Chávez".

Tras estas afirmaciones de corte chavista, la Fiscal sostenía que realizaba esta segunda acción "para defender la soberanía popular, para defender la Constitución" y "especialmente, porque es el pueblo soberano el que tiene la potestad de convocar" una Constituyente, explicando que este recurso iba acompañado de un "amparo cautelar y subsidiariamente medida cautelar innominada de suspensión de todos los efectos de la constituyente". Al mismo tiempo que solicitaba declarar la nulidad de las bases del proceso "porque son inconstitucionales", remarcando que "Este recurso que estoy intentando es para defender la soberanía popular (...) para defender a los venezolanos, porque aquí lo que está en juego es el país, es la integridad de los venezolanos, es la paz que nos merecemos".

De esta manera llamaba a rechazar más abiertamente la iniciativa presidencial de cambiar el ordenamiento jurídico y haciendo un llamado activo a la población a acudir a la Sala Electoral del máximo tribunal para "hacerse parte como terceros interesados (...) y rechazar tal convocatoria". Además de este llamado de mayor confrontación con el gobierno, recordemos que Luisa Ortega Díaz también ha criticado la actuación de las fuerzas de represión del Estado encargadas de dispersar las manifestaciones que desde hace 70 días sacuden al país, con un saldo de 67 fallecidos de acuerdo a datos del Ministerio Público.

Pero el movimiento dado por la Fiscal no es un paso en el aire. En las últimas semanas se ha venido acelerando la presión para una salida negociada, incidiendo dentro de las propias filas del chavismo amenazando generar nuevas grietas, pues en una situación donde no parece haber una salida clara, un sector podría estar empujando hacia una línea de mayor confrontación con respecto a la oposición, otro sector comienza a hacerse eco de la presión creciente e internacional hacia una línea de mayor “diálogo y negociación”. Esta presión que ya se había hecho manifiesta en la última reunión de la OEA, que no tomó ninguna resolución de condena sobre Venezuela, dando tiempo para habilitar un posible tiempo de “diálogo”, vino a expresarse también con los amagues de liberación de Leopoldo López o un cambio en su condición de detención, pasando de la cárcel a una prisión domiciliaria (“casa por cárcel”). Pero que volvió a tomar más fuerza con una acción más decidida por parte del Papa Francisco, convocando a una reunión de urgencia en el Vaticano con consejo de la presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV). En este contexto es que los pasos dados por la Fiscal General Luisa Ortega Díaz se orientan a buscar jugar un papel un papel de árbitro y un papel más independiente en la actual crisis del país.
La oposición no ha desaprovechado la grieta abierta en las alturas del chavismo, grietas que amenazan extenderse tal como explicamos en el artículo A setenta días de la crisis política: divisiones en las alturas y clima de negociación. De esta manera, dirigentes de la llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD), instaron este viernes a "adherirse" al recurso de nulidad que introdujo este jueves la fiscal general contra el proceso constituyente ante el TSJ, Supremo, llamando a través de las redes sociales adherirse masivamente al recurso presentado por la Fiscalía, sosteniendo dirigentes como Fredy Guevara que, "si cientos de miles de venezolanos se suman a la demanda de la fiscal, será una gran acción de presión y protesta". Es más que claro que, dentro del marco de la cada vez mayor presión hacia la negociación, la acción abierta por la Fiscal abre las puertas a la oposición derechista a esta vía, y no en vano los principales dirigentes de la MUD se han encaminado a ejercer “presión” apoyando a la Fiscal.

Como escribimos recientemente, aún no es claro el curso que tome la situación política, pero desde la OEA, el Vaticano, el imperialismo, la MUD y el gobierno de Maduro, se acelera el clima de “negociación”. Es más que claro que, como siempre, los grandes perjudicados de todos estos pactos son los trabajadores y el pueblo, ya que las negociaciones en curso buscarían la forma de encontrar una transición hacia un gobierno más estable que pueda avanzar libremente en la aplicación de los ajustes y ataques actuales. Ni Maduro ni la MUD representan los intereses de los de abajo. Por eso se hace más necesario que nunca pelear por una salida política independiente de los trabajadores y el pueblo pobre.

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