Los activistas fueron denunciados por los Mossos por su participación en una protesta contra el traslado de los presos del procés para ser juzgados en el Tribunal Supremo .La jueza ha absuelve a seis de ellos y rebajado para tres la acusación. La Generalitat se mantiene como acusación.
Jueves 4 de noviembre de 2021
En la segunda y última sesión del juicio contra los activistas de los "Nueve de Lledoners" la jueza ha absuelto finalmente a seis de ellos que estaban acusados de desórdenes públicos. Para los tres miembros restantes la Fiscalía reducía la acusación que pesaba sobre ellos, pasando de lesiones a lesiones leves. Por su parte, la Generalitat sigue manteniendo esta misma la acusación contra ellos.
Es importante recordar que este caso, que engrosa la larga lista de encausados desde el uno de octubre de 2017, es uno más de tantos en los que el mismo gobierno de la Generalitat se ha alineado con el ministerio público español, personándose como acusación particular contra activistas en causas que, en muchas ocasiones ,pueden acabar en años de prisión. Este ha sido el caso del militante de La Forja, Marcel Vivet.
De hecho, la causa contra los "Nueve de Lledoners" se inició con la identificación de los Mossos d’Esquadra cuando JxCat gobernaba con ERC, tal y como ha indicado la abogada de los activistas, y se mantiene todavía hasta día de hoy con el gobierno de ERC y JxCat, sin que en ningún momento haya retirado las acusaciones de lesiones y desórdenes públicos.
Todo esto, además, incluso después de que los agentes de los Mossos d’Esquadra que habían identificado en un primer momento a los nueve encausados, ni tan siquiera pudieron reconocerlos como autores de los hechos en la sesión inicial de ayer.
Hay que mencionar, también, que uno de los mossos que han testificado como testigos permanece apartado del cuerpo y pendiente de juicio por una agresión racista.
Más allá de la buena noticia que significa la absolución de seis de los encausados y la rebaja a un delito de lesiones leves de los demás, que podría implicar, como mucho, una sanción económica, queda demostrado de forma palmaria que el gobierno de la Generalitat también se sitúa al frente de la criminalización a tantos y tantos jóvenes y activistas que luchan por el sus derechos y libertades democráticas, y con los Mossos d’Esquadra en primera línea.
Un cuerpo policial que, por otro lado, no se diferencia en nada de las demás policías de los Estados capitalistas. En este sentido, la comisión de estudio sobre el modelo policial como la que presidirá la CUP y con la que se pretende lograr una "policía democrática" nunca será posible bajo el sistema capitalista.
De la misma forma, es más claro que nunca que el gobierno de la Generalitat, mediante la represión busca neutralizar el movimiento independentista para lograr una restauración autonomista, como la que pretende con la mesa de diálogo y demás negociaciones con el gobierno central, y acabar así también con las aspiraciones por el derecho a decidir del movimiento democrático catalán.
