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Red Internacional
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Crisis de la Iglesia. La Iglesia Católica en el ojo del huracán

Los casos de abuso sexual han remecido a la Iglesia Católica en este último tiempo, siendo el caso Karadima uno de los más controversiales y que hoy tiene a la institución en el ojo del huracán.

Jueves 25 de octubre de 2018

Tres de los principales afectados por abuso sexual por parte del ex sacerdote Fernando Karadima, presentaron una demanda en contra del Arzobispado por encubrimiento y haber protegido al ex sacerdote acusado, situación que ha generado controversias y que viene a demostrar los estrechos lazos entre la justicia y la “santa” institución.

Ante la demanda interpuesta, la corte de apelaciones resolvió llamar a una “conciliación” de las partes para el 20 de noviembre a las 13:00 horas, ya que de esta manera pretenden llegar a un “entendimiento entre las partes”.

La decisión de los magistrados generaron molestias y reacciones en los demandantes, los cuales señalaron: “No hay conciliación. Vamos a pelear hasta que no nos quede ningún recurso. Es una táctica más que favorece al arzobispado, Errázuriz y Ezzati. Así con la justicia. Encubridores no ganarán”

Mientras que otro de los afectados agregó “por cuarta a vez se nos llama a conciliación, lo cual sería forzarnos a aceptar que no hubo encubrimiento”, añadiendo además “Ezzati, váyase a buena parte con sus ministros y abogados rastreros y cobardes. Esperamos fallo, no dilación, conciliación ni dinero. Queremos justicia”

Al mismo tiempo que se pronunciaban al respecto, el abogado de los demandantes, presentó un recurso de reposición, solicitando que el llamado a conciliación quede sin efecto y se pase directamente al fallo, ya que además de dilatar el proceso, los intentos de conciliación han significado un desgaste para los demandantes.

En medio de este torbellino, salió a la luz una carta redactada por el cardenal Errázuriz en 2009, en la cual solicita que en la investigación no se le tome la declaración a Karadima “por respeto”, ante lo cual durante estos días el cardenal hipócritamente manifestó estar “sorprendido” de que lo acusen de encubridor y que su intención era “proteger” a los sacerdotes ordenados por Karadima, no al ex sacerdote.

Esta situación generó molestia y al respecto uno de los afectados señaló: “El delincuente cardenal Errázuriz es como esas moscas que se han parado en toda la suciedad y que aunque uno abra la ventana para que se vayan, se queda pegada, volando sin parar de molestar”

La tormenta que nuevamente viene a azotar a la Iglesia Católica, demuestra los profundos y estrechos lazos que existen entre la justicia y la “sagrada” entidad, ya no solo les basta con esconder bajo sus sotanas los cientos de casos de abuso sexual, sino que cuando se ven acorralados y sin escapatoria, la justicia también sale a su amparo, negándose a fallar en su contra y llamando al “entendimiento”.

Ya ha quedado demostrada la doble moral con la que actúa esta nefasta institución. Mientras que por un lado predican sobre los “valores” y las “buenas costumbres”, por el otro no dudan en abusar de menores y cubrirse las espaldas entre ellos mismos.

Así mismo, con esta doble moral, interfieren en cada asunto y debate político de la sociedad. Ante el debate por el derecho al aborto o sobre los derechos de la diversidad sexual no han dudado en salir a manifestarse y posicionarse en contra, incluso esta misma Iglesia Católica ya tiene acuerdos firmados con el candidato ultraderechista de Brasil, Jair Bolsonaro, en contra de la legalización del aborto. Es por esto que hoy la real y efectiva separación de la Iglesia y el Estado es una necesidad más latente que nunca, para que esta decadente institución deje de intervenir en el destino de millones.