Mientras Veracruz es conocido como uno de los estados más violentos para mujeres, periodistas y jóvenes a nivel nacional, el arzobispo de Xalapa Hipólito Reyes Larios, calificó de “plaga” a las madres solteras durante un sermón dominical.
Marisol FN Agrupación de mujeres y disidencias Pan y Rosas
Soledad Farfalla Maestra de secundaria, Agrupación Magisterial y Normalista Nuestra Clase
Miércoles 24 de junio de 2015
Foto: El Dictamen/ Xalapa
Durante su sermón dominical el arzobispo de Xalapa Hipólito Reyes Larios afirmó que las madres solteras se han convertido en una “plaga” en México.
El religioso declaró que “no está bien que falte la figura paterna en una familia aunque la mujer así lo haya decidido. México tiene un montón de mamás solteras. Y eso se hace una epidemia porque la que es hija de madre soltera al rato no tiene otro modelo que ese aunque sea inconscientemente”.
Ésta no es la primera muestra de misógina por parte de la Iglesia Católica contra las mujeres pobres y trabajadoras. El arzobispo Reyes Larios también causó descontento en redes sociales, a raíz de sus declaraciones despectivas en contra de los matrimonios entre personas del mismo sexo al referirse a ellos como “gaynomios” y “lebinomios”.
Recientemente la Iglesia católica manifestó su simpatía con el líder del Morena, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) debido a sus posiciones conservadoras sobre el aborto y el matrimonio igualitario. AMLO declaró que para Morena dichos asuntos “no son tan importantes”, a pesar de ser demandas democráticas de miles de mujeres y miembros de la diversidad sexogenérica.
Al tiempo que la hipócrita moral de Iglesia y las instituciones del Estado se empeñan en imponer ideologías heteropatriarcales sobre los cuerpos, ésta cobra la vida de aquellas y aquellos que se atreven a cuestionar el orden sexual establecido, mediante terribles crímenes de odio y saña.
Educación sexual y embarazo adolescente
Mientras la Iglesia se encarga de juzgar y señalar –a través de representantes como Hipólito Reyes– a las mujeres que crían y mantienen solas a sus hijos, sostiene como principio la defensa de la “vida desde la concepción”, está en contra de que las mujeres decidan si tener o no hijos, y está en contra de la interrupción del embarazo.
La Iglesia trata por todos los medios imponer el mandato de la maternidad obligatoria a las mujeres, pero critica a aquellas que tienen hijos sin estar casadas. Su perversidad no tiene límites.
Mientras tanto, la realidad de cientos de miles de mujeres trabajadoras, estudiantes y jóvenes es el escaso o nulo acceso a una educación sexual.
Si de por sí era decadente, dicha educación sufrió graves mutilaciones en los programas de educación primaria y secundaria durante los sexenios panistas –partido fuertemente aliado con la iglesia católica.
Y en sus discursos misóginos jamás mencionan ni mencionarán que la mayoría de estas mujeres son pobres, 70% de las adolescentes -menores de 20 años- embarazadas viven en condiciones de pobreza, pues justamente son las mujeres pobres las que menor acceso tienen a instituciones de educación, por lo tanto la educación sexual adquirida llega a ser mínima o inexistente, sin contar con la limitada aproximación a anticonceptivos eficaces.
Como producto de lo antes mencionado, tenemos numerosos embarazos no deseados en adolescentes, justamente Veracruz es un claro ejemplo. Esta entidad es la tercera en el país con mayores embarazos no deseados en adolescentes.
Sin duda alguna, para frenar este fenómeno es necesario establecer políticas que garanticen una verdadera educación sexual para la juventud mexicana, acceso irrestricto a anticonceptivos eficaces y que faciliten que las mujeres puedan practicarse abortos de manera gratuita y segura. También queda claro que dichas políticas no vendrán de los partidos conservadores aliados con la iglesia o de personajes como AMLO que buscan pactar con la Iglesia.
