El Tribunal Superior Electoral (TSE) del vecino país quiere impedir que el expresidente Lula, que se encuentra preso arbitrariamente en el marco de la operación judicial Lava Jato, aparezca como candidato del PT en televisión, aun sin que haya terminado el juicio de su candidatura para las elecciones presidenciales de 2018.
Martes 31 de julio de 2018 16:31
Los jueces aseguran que, según la periodista Mônica Bergamo en el diario Folha de Sao Paulo, la primera sentencia del caso de Lula deberá salir el 31 de agosto, cuando comienza la campaña electoral, y la decisión deberá ser la impugnación de la candidatura. Incluso si hubiese lugar a apelaciones, los jueces consideran que no tienen efectos suspensivos, garantizando de esta manera que Lula quede afuera de la campaña.
Mientras tanto, la estrategia del PT es seguir confiando en la justicia golpista, que condenó y encarceló a Lula en forma arbitraria. Los petistas argumentan que según el artículo 16 de la ley electoral, el candidato cuyo registro esté bajo juicio puede participar de todos los actos de campaña, incluso en televisión.
Según declaró el abogado defensor, Luiz Fernando Pereira, “excluir al expresidente sería incumplir el rito procesal”.
Según el relevamiento realizado por la defensa de Lula, en 2016, en el 55% de los casos en que alcaldes ganan elecciones y fueron impugnados, candidatos del mismo grupo ganaron en los comicios suplementarios. La convocatoria de una nueva elección solo podría suceder en caso que Lula aparezca en la urna, gane la elección y posteriormente tenga sus votos anulados.
El PT sigue apostando todas sus fichas a la justicia burguesa y en las elecciones. En caso que se confirme esta posición del justicia electoral, volverá a quedar en evidencia la bancarrota de esa estrategia, ya que el expresidente seguiría preso y el PT tendría que elegir entre indicar el sustituto ya en el día 31 de agosto, o dejar que el candidato a Vicepresidente sea el que ocupe todos los espacios publicitarios otorgados para la campaña hasta que se agoten todas las instancias de apelación.
La dirección del Partido de los Trabajadores ha descartado hasta el momento la opción de romper la tregua con los golpistas y la parálisis impuesta por las centrales sindicales, organizando a los trabajadores con sus métodos históricos de lucha, para derrotar la arbitrariedad de la justicia y el golpismo institucional. El PT siempre buscó evitar mostrarse como una alternativa, abriendo espacio al fortalecimiento de la derecha y el avance del golpe institucional que viene descargando los costos de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores.
