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Red Internacional
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Bolivia

VIOLENCIA CONTRA LA MUJER NO SE DETIENE. La Ley 348 es papel mojado

Bolivia es uno de los países con los más altos índices de violencia contra la mujer. El 30 de julio, fue asesinada Elizabeth Crespo junto a su pareja José Altuzarra; el crimen fue perpetrado por la ex pareja de Elizabeth, Carlos Jara.

Jueves 11 de agosto de 2016

Foto: ERBOL (Archivo)

Elizabeth que fue activista por los derechos de las mujeres se une hoy a una lista cada vez más larga de víctimas de crímenes machistas: sólo entre 2013 y 2015 se registraron 270 feminicidios (Centro de Información y Desarrollo de la Mujer CIDEM) y según datos de la Fiscalía General del Estado, de enero a junio de 2016, las víctimas de crímenes machistas ascendieron a 45.

Día a día, semana a semana, las cifras no paran de aumentar ubicando al país con los registros más altos de feminicidios y violencia machista “Bolivia enfrenta el hecho de ser uno de los países con más alta tasa de violencia de género, violencia sexual o violencia hacia las mujeres”, afirma el comunicado de las Naciones Unidas en Bolivia. Muchos de estos crímenes se ocultan con el velo de otros nombres: crímenes pasionales, homicidio culposo, inclusive suicidio como vimos con el caso de Verónica Chino, estudiante de agronomía que fue asesinada y contra toda prueba se declaró que había sido un suicidio (te puede interesar ver http://www.laizquierdadiario.com/Co...).

En Bolivia se promulgó la ley 348 en 2013, una Ley que establece la erradicación de la violencia como un tema de prioridad nacional y de salud pública, sin embargo se ha visto que dicha ley no sólo que no es suficiente sino que además se queda en el papel además de presentar varias contradicciones, sólo señalamos algunas:

• Se han tipificado 14 tipos de violencia contra la mujer, lo que ha producido que tanto jueces como abogados tengan graves dificultades a la hora de probar los delitos en los procesos.
• Al ser tan dificultosa la aplicación de esta ley, muchas veces los abogados de la víctima buscan otro tipo de delito penal que no sea feminicidio pero que sea más fácil de probar para sancionar al golpeador o asesino.
• Por último, nos encontramos ante una ley que es más punitiva que preventiva. Lo que termina no sólo re-victimizando a la mujer sino además que se la desanima de seguir adelante con su demanda.

Estamos ante una ley que es el reflejo de una “justicia” podrida que sólo opera en favor de los que tienen dinero para comprarla. Son las mujeres pobres y los sectores más oprimidos los que quedan siempre excluidos.

El 2012 fue Verónica Chino, caso que se declaró como suicidio, el año pasado fue Andrea Aramayo, cuya madre sigue peleando para que el crimen se tipifique como feminicidio, este año fueron Lili Limachi, Elizabeth Crespo y muchas más cuyos nombres no se conocen porque la gran mayoría de estos casos que permanecen en el anonimato son mujeres pobres. No las olvidamos, pues nos recuerdan que las mujeres no estamos a salvo en este sistema patriarcal y machista donde el Estado a través de sus instituciones y sus leyes inútiles no sólo refuerza la violencia machista contra la mujer sino que la reproduce.

Es por ello que la única forma de luchar contra la violencia es organizándonos, nuestra lucha está en las calles. Estemos atentas a la gran marcha de #NiUnaMenos que se realizará en Perú este 13 de agosto (te puede interesar ver http://www.laizquierdadiario.com.bo...), país vecino que está dando un importante paso rompiendo el silencio ante la violencia contra la mujer.