Más de diez semanas del conflicto. La Mesa de Unidad Sindical y la lucha en Chubut: Primeros elementos de un balance

El incumplimiento por parte del gobierno de Mariano Arcioni de los acuerdos paritarios en relación a la recomposición salarial ha sido el detonante para que miles de estatales chubutenses estemos en las calles desde julio. La bronca también se expresa contra el ajuste, la falta de cobertura de la obra social y el pago escalonado. Sumado a esto, las declaraciones del burócrata del sindicato petrolero Loma Ávila y el posterior accionar de sus patotas, el provocador decreto de Arcioni aumentado el sueldo de todo el gabinete y la pérdida fatal de dos compañeras docentes, muestran una gran crisis en la provincia.

Si observamos la dirección y el rumbo del Gobernador Arcioni y "Chubut somos todos" junto a los legisladores del PJ no caben dudas de su complicidad con el ajuste y las políticas de Macri. Alineados primero a Sergio Massa, impulsores de un endeudamiento en dólares sin límites. Luego garantes del Pacto Fiscal, la entrega al régimen del FMI y el beneficio permanente a las grandes empresas y terratenientes de la provincia como PAE, Aluar, las pesqueras y Bennetton, entre otras. Ahora intentan, ante la profunda crisis social que generaron y la debacle y el fin del gobierno de Cambiemos, reposicionarse, sumándose como verdaderos panqueques en el Frente de Todos. Y para ello encontraron fuerte apoyo en Alberto Fernández y su política de gobernar con los gobernadores, como se los vio en Mendoza el pasado martes 24 de septiembre.

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En este escenario, la Mesa de Unidad Sindical que hoy encabeza la lucha de los estatales ha quedado fuertemente condicionada por su ubicación política ya que las direcciones sindicales y organizaciones que la integran son parte del armado de Fernández - Fernández a nivel nacional. Un problema que desnuda los límites de la falta de independencia política de las direcciones obreras y su subordinación a los partidos políticos patronales. Esto se agrava más aún y lo hace más evidente ante el llamado de Alberto Fernández a “salir de las calles” y a la “paz social”.

La dirección de la MUS viene intentando sacar de la calle a la lucha y en los hechos no vienen desarrollando un plan de lucha en común desde hace por lo menos 2 semanas. Pero la existencia de una lucha de masas con una vanguardia decidida en Comodoro Rivadavia, Trelew, Rawson, Puerto Madryn, Esquel y otras ciudades han impedido, junto a las movilizaciones masivas ante el desalojo de los piquetes en Ruta 3 y 26 en Comodoro o la muerte de Jorgelina y Cristina, que puedan concretar este objetivo. La política de la dirección de la MUS tiene un fundamento que es necesario poner en debate: ¿es posible enfrentar y derrotar el ajuste del gobierno de Arcioni, el PJ, Macri y el FMI, siendo parte del Frente de todos que propone Fernández?

Por fuera de las direcciones, muchos trabajadores estatales advertimos que la política de la dirección de la CTA y de los dirigentes de la CGT se presentan como un obstáculo para enfrentar y derrotar el ajuste. Las declaraciones de Yasky en relación a la unificación de las Centrales, la visita de Moyano a la CGT que conduce Daer y el apoyo explícito de Fernández al gobierno de Arcioni anticipan la conformación del bloque que vía Pacto Social busca frenar los reclamos en todas las provincias.

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Es necesario posicionarse claramente frente a esta realidad y ampliar la convocatoria que permita unificar a las bases para golpear juntos. En este sentido la convocatoria a un plenario provincial de delegados y representantes de escuelas, hospitales, ministerios y todos los sectores de estatales con mandato de base es clave para discutir cómo encarar la lucha. Es necesario un paro provincial de 36 horas de estatales, camioneros, metalúrgicos, petroleros, etc., con movilizaciones masivas en todas las ciudades de la provincia, como inicio de un plan de lucha común de todos y todas lxs trabajadorxs de Chubut puede derrotar el ajuste.

En este marco la dirección de la MUS quedó atrapada en su propio laberinto a la que la conduce su estrategia de ir detrás de variantes patronales. La confianza en el peronismo y en el parlamento provincial para que aprueben el proyecto de ley tributaria que en sus puntos más salientes sólo propone el adelanto en las regalías petroleras y el tributo a la pesca artesanal, resulta una ilusión insuficiente y cada día más lejos de lograr. Incluso, en el marco de este gobierno de unidad provincial que se está forjando entre Arcioni, el peronismo y el kirchnerismo en la provincia.

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La salida de fondo a esta crisis no puede depender de la voluntad de quienes gobiernan. Para que el petróleo, el gas y la pesca estén al servicio del pueblo es necesario un plan de lucha serio capaz de derrotar la política de ajuste y saqueo contra el pueblo trabajador, las mujeres y la juventud y de nuestros recursos. Por eso desde el FIT Unidad llamamos a invertir las prioridades empezando porque la crisis no la paguemos los que no la generamos, sino los empresarios, banqueros y terratenientes. Empezando por dejar de pagar la deuda pública provincial, imponer impuestos progresivos a las grandes fortunas para conseguir plata para salarios, salud, educación y trabajo.

Acá está la posibilidad de dar una salida progresiva a la crisis de la provincia, ¡que como planteamos muchos de los miles de estatales en lucha logre el Fuera Arcioni y abra paso a un gobierno de las y los trabajadores!