Crisis habitacional. La Nueva Unión: "sufrimos las tormentas y necesitamos redoblar la solidaridad"

La importancia de que se sepa la verdad

Días de fuertes tormentas y ráfagas hicieron que nuestro barrio tuviera una de las más duras consecuencias desde que fue poblado. Nuestras precarias casas con las que poblamos este lugar fueron gravemente afectadas, somos gente trabajadora y humilde. La crisis económica y la pandemia nos dejó sin trabajo ni hogar. Pero a pulmón, nuestro barrio está en permanente crecimiento. Sin embargo esta tormenta nos dejó a muchos de nosotros bajo el agua, toda la ropa de niños y adultos mojados y colchones arruinados.

Durante todo el año desde que este lugar fue transformado de un basural a un barrio cada vez más urbanizado, el gobierno no respondió a ninguna de nuestras solicitudes de ser reconocidos como tales, el acceso a vivienda digna, servicios públicos básicos etc. Por el contrario, nos envió la policía más de 20 veces a incendiar nuestras casitas y hasta a un comedor donde alimentábamos a los niños con donaciones de gente solidaria. La última vez, en un operativo común entre la policía y Edenor, nos robaron todo lo que los vecinos habían colocado para poder vivir mejores condiciones.

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Para colmo, en la última movilización al municipio, los funcionarios de la intendencia nos dijeron que querían nuestro predio para hacer “una reserva de agua” para evitar que se inunden los barrios vecinos. ¡Una burla! ¿Ahora se acuerdan?
Si quieren hacer algo para que no nos inundemos más los que vivimos en La Matanza, no solo el municipio, sino el gobierno de Kicillof y Alberto Fernández, en vez de hacer un dique en un barrio de gente que necesita viviendas, creemos que lo más serio sería que haga un plan de obras públicas. Que construya cloacas y bocas de tormenta para evitar que ningún barrio en todo La Matanza pase nunca más, lo que pasamos nosotros acá. Un plan serio que le de trabajo genuino a cada desocupado del distrito.

De una vez por todas tenemos que unirnos todos los que creemos que hay que luchar por que ninguna familia más pase hambre ni frío.

La llegada de la solidaridad de los de abajo

Como nuevos corresponsales de La Izquierda Diario y vecinos del barrio, nos proponemos difundir la verdad en contra de los que quieren tapar lo que vivimos los de abajo. Por eso hacemos esta nota.

Por eso también queremos contar que la solidaridad no se hizo esperar. Llegó el mismo domingo en medio del viento fuerte, cuando se acercaron compañeros trabajadores y estudiantes de las organizaciones como el PTS/FITU que vienen colaborando con el barrio.
Todos ellos llegaron a Nueva Unión y trajeron bolsas con ropa seca que pudieron juntar en pocas horas, para nuestras familias. Por lo cual estamos muy agradecidos aunque a ellos no les gusta que se lo agradezcamos porque siempre nos explican que es “solidaridad de clase”. Que debería ser natural siempre, para que los capìtalistas y sus gobiernos no nos hagan sufrir.

Se colocó una mesa en un punto céntrico del predio y llegaron familias de cada lugar del predio a buscar prendas secas luego de 3 días de frío terrible.
Sentir que se te llueve por dentro la casa, que se te apaga el fuego, que te ahogas con el humo o que entra en cada rincón y el miedo de las criaturas. No se lo deseamos a nadie.

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Sabíamos que no iban a alcanzar para todas las familias del predio, lógicamente. Pero el agradecimiento es más grande que nuestro barrio entero. Porque sabemos que se hace de corazón, por gente trabajadora y no por intereses de punteros que responden al gobierno. Pero esta colecta sigue, al igual que las necesidades. Por eso invitamos a todos a seguir trayendo ropa, alimentos, abrigo y todo lo que sirva para afrontar este crudo invierno que ya pega en nuestros cuerpo. Así que les dejamos el flyer de invitación.

Pero esta campaña no la separamos de la pelea que creemos que tenemos que seguir dando como barrio junto a otras tomas y trabajadores ya que estamos viviendo tiempos muy difíciles contra el gobierno.

Se puso en pie la posta sanitaria para el barrio

Pero este domingo la donación de ropa no fue la única ayuda solidaria que nos llegó. Luego de días y noches difíciles, también se acercaron un grupo de trabajadores de la salud, tanto algunos que somos propios vecinos del barrio, como así también organizaciones políticas como La agrupación Marrón de Salud y Opinión Socialista cuyos militantes además trabajan en diferentes hospitales como el Hospital Rivadavia, el Hospital Posadas y clínicas privadas.

Están en la primera línea de lucha contra el covid, y además se hicieron un tiempo para poner en funcionamiento una posta sanitaria que los vecinos necesitaban por la situación de su salud.

Así varios vecinos concurrieron a que les realicen las primeras curaciones y tener orientación para sus tratamientos. Además de recibir charlas de prevención de covid, etc. Así llegaron enfermeros y estudiantes de enfermería, a poner sus conocimientos al servicio de los que más lo necesitan, pero donde menos llega a cubrir la salud pública estallada por responsabilidad del Estado que la viene destruyendo desde hace años, con el anterior y con este gobierno.

Luego recorrimos algunas partes del barrio para informar la inauguración de la posta sanitaria que se tratará de realizar cada vez con mayor periodicidad y en distintas partes del predio.

El domingo termina. La jornada de solidaridad también. Pero estamos más conscientes y firmes que nunca. Porque los problemas de fondo siguen sin ser resueltos. Sabemos que no estamos solos en esta pelea que continúa. Y que tenemos cada vez más trabajadores amigos. Y que unidos en cada lucha podemos triunfar. ¡Acá nadie se rinde!