La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, publicó el miércoles un informe donde le sugiere al gobierno de Dilma aplicar un ajuste mayor si busca alcanzar un crecimiento sostenible.
Jueves 5 de noviembre de 2015
Desde su sede en Paris, la OCDE publicaba ayer un informe sobre la situación de Brasil que atraviesa una aguda recesión, donde resaltaba la necesidad aplicar nuevas medidas que profundicen el ajuste.
Sin tapujo alguno, esta organización ”aconseja” al gobierno de Rousseff, que además se encuentra en su peor momento de aprobación, rodeada de escándalos de corrupción, profundizar las medidas de ajuste que ya se vienen aplicando sobre el pueblo trabajador brasilero.
“El gobierno brasileño necesita reformas estructurales que aumenten la edad de jubilación y valoricen las pensiones según los precios al consumidor para asegurar un crecimiento económico sostenible” decían desde la OCDE.
Desde la OCDE alabaron “los esfuerzos de Brasil por endurecer la política monetaria y fiscal a fin de reequilibrar las finanzas públicas y recuperar la confianza de los inversores”, tarea bien cumplida por el gobierno del PT- que incluso viene avanzando sobre reformas laborales, pero destacaron que “no son suficientes”.
Más reformas estructurales
Los cuellos de botella a largo plazo para un crecimiento más sostenible deberían ser superados "implementando las reformas estructurales necesarias para elevar los estándares de vida para todos", dijo la OCDE en un sondeo económico sobre Brasil.
Si bien Rousseff anunciado un ambicioso paquete de austeridad para frenar un creciente déficit fiscal, este parece no ser suficiente para la OCDE. La reforma sobre el sistema de pensiones, es una prioridad en la lista de reformas estructurales que aconsejan aplicar. Además la OCDE dijo que el gobierno debería también elevar las tasas de interés para impulsar la efectividad de la política monetaria, en momentos en que la inflación ha perforado el techo objetivo de 6,5 por ciento y se acerca a los dos dígitos.
Por último, el grupo recomendó una serie de reformas para elevar la competitividad del sector industrial de Brasil como combinar y simplificar los impuestos federales y estatales y reducir el proteccionismo comercial.
Sus recetas no son novedosas, e implican trasladar los costos de la crisis económica sobre las espaldas del pueblo trabajador. En Brasil los obreros vienen oponiendo resistencia en algunas fábricas que amenazan con despidos. Es el caso de la automotriz General Motors, o de histórica huelga de los petroleros que podría dejar sin gasolina al país. Este es el camino de organización y lucha para enfrentar el ajuste aplicado por el PT y su política cada vez más a la derecha.