Pese al calor agobiante, trabajadoras de distintas dependencias estatales, judiciales y municipales, se reunieron para compartir experiencias y organizar un gran paro de mujeres junto a sus compañeros de trabajo.
Lunes 27 de febrero de 2017
Impulsada por la agrupación de mujeres Pan y Rosas el viernes 24 de febrero se llevó a cabo un plenario donde se reunieron trabajadoras de diferentes dependencias estatales, como de los ministerios de Desarrollo Social, Salud, Agroindustria, IOMA, ARBA , PAMI, judiciales y municipales para impulsar iniciativas para que el próximo 8 de marzo el Paro Internacional de Mujeres sea efectivo en cada lugar de trabajo y ser miles en las calles luchando por todas las demandas del movimiento de mujeres, invitando también a que sean parte los compañeros.
Durante el transcurso de una muy calurosa tarde, compartieron experiencias sobre la realidad en donde el machismo y la doble opresión que viven las mujeres se expresan de múltiples formas, que se suman a las situaciones que día a día viven en la cotidianeidad de la calle, lugares de estudio y hogareños.
El hartazgo que el movimiento de mujeres demostró ante la sucesión de femicidios de estos últimos tiempos, que tuvo su primera expresión en la enorme movilización por Ni Una Menos en el año 2015, no paró de profundizarse. Desde entonces se suman miles a cada nueva movilización, que se ha multiplicado en decenas de países, siendo las movilizaciones más grandes que tuvimos también en nuestra ciudad en los últimos años.
En la reunión se discutió cómo hacer para que este 8 de marzo sea un nuevo salto en la lucha por enfrentar lo que este sistema depara por ser mujeres: 500 muertas por año por abortos clandestinos, 1 muerta cada 18 horas por femicidios, niñas y mujeres desaparecidas por redes de trata y prostitución como también la opresión que recae sobre la comunidad lgtbi.
Las masivas movilizaciones para que no haya Ni Una Menos son imprescindibles pero no son suficientes para terminar con esta realidad. El Paro Internacional que está convocado es una gran oportunidad para que esa fuerza arrolladora se sienta en los lugares de trabajo, donde las patronales se sirven de la opresión de las mujeres para aumentar sus ganancias, relegándolas a los peores salarios, y las faltas de derechos.
La enorme pelea que las mujeres tienen por delante necesita de todas sus fuerzas. En ese sentido desde Pan y Rosas plantearon que “peleamos en cada lugar de trabajo para que el paro sea efectivo, exigiéndole a las conducciones sindicales que lo garanticen. Hasta ahora desde ATE y la AJB, han convocado a parar un par de horas como si la pelea por nuestros derechos no tuviese la misma importancia que la pelea por salario y condiciones de trabajo por las que se convoca a un paro total para los días 6 y 7 de marzo”.
“Y se limitan, además, a convocar a un paro de mujeres como vienen haciendo otras organizaciones sin interpelar a nuestros compañeros de trabajo a que se sumen a la pelea por nuestros derechos. Esto muestra, como la pelea contra toda forma de machismo, es una pelea también a dar dentro de nuestras organizaciones sindicales. Es que muchas veces vemos como son las mismas organizaciones gremiales las que reproducen la desigualdad que sufrimos las mujeres, relegando a las mujeres a puestos sindicales secundarios y no impulsando espacios propios de organización, además de tomar en forma declamativa y sin organizar ninguna lucha seria, contra el ajuste que viene llevando adelante María Eugenia Vidal en las partidas destinadas a los refugios de mujeres y las políticas de género, y el reclamo por que se cumpla con la Ley de Licencias Laborales por Violencia de Genero”, sentenciaron.
A pesar de esto, las trabajadoras estatales son protagonistas de incansables luchas: por salarios que contemplen el costo de vida real, por llevar adelante Comisiones de Mujeres que pelean contra la violencia de género, como delegadas sindicales, por pararle la mano a los distintos planes de ajustes que quieren llevar adelante desde el gobierno y que las burocracias hasta hoy, dejan pasar.
Una trabajadora estatal que se organiza en Pan y Rosas contó una de las resoluciones principales: “pelear en cada dependencia y a exigirle a las conducciones sindicales para que garanticen que el paro sea efectivo y sea de todos los trabajadores. En cada lugar donde estemos, vamos a impulsar cortes de calle y distintas intervenciones para visibilizar por qué luchamos y a invitar a cada compañera y compañero a marchar con nosotras para que seamos miles una vez más las que levantemos esta perspectiva de clase en la pelea por terminar con nuestra opresión”.
En el plenario también se resolvió difundir la campaña de Olga, una joven que fuera trabajadora no docente, precarizada de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y toda la lucha que viene llevando adelante junto al Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH), tras ser despedida por haber denunciado un hecho de abuso.
También hubo propuestas y resoluciones para llevar adelante, durante los días previos y durante el paro del 8 de marzo, como intervenciones callejeras junto a artistas plásticos para darle visibilidad a las demandas del movimiento de mujeres. Y la invitación en cada lugar de trabajo a la charla que harán el próximo 2 de marzo con Andrea D’Atri, fundadora de Pan y Rosas, para discutir sobre feminismo y socialismo.
Pese a que el calor no aflojaba, el entusiasmo por ser parte y sumar a este gran paro a cada vez más compañeras y compañeros con todos los desafíos que hay por delante hizo que todas las compañeras que asistieron, terminado el encuentro, también quieran sumar todo el apoyo a la lucha docente.
