El Gobierno provincial de Vidal no da ninguna respuesta ante el reclamo que ya lleva años por parte de los auxiliares del establecimiento.
Domingo 17 de julio de 2016
En el día de ayer trabajadores de diversos sectores del Teatro argentino de La Plata se declararon en estado de asamblea permanente con quite de colaboración en justo reclamo por el pase a planta permanente y por la derogación del decreto 618/16, firmado por la Gobernadora María Eugenia Vidal, el cual congela las vacantes, suspende los nombramientos por un año y con la posibilidad de una prórroga a dos años.
El gobierno de Cambiemos, que en su campaña se autoproclamaba como el “paladín del diálogo”, no da respuesta a los trabajadores que buscan hace años que el teatro los tome como efectivos, ya que la gran mayoría se encuentra con contratos eventuales o en negro. El Ministro de Cultura de la Provincia de Buenos Aires, Alejandro Gómez, quien se llenó la boca hablando de la situación del teatro aún no aparece y tampoco da señales de abrir una mesa de diálogo.
En diálogo con La Izquierda Diario Gabriel Dubois, secretario de ATE de Cultura de Mar del Plata y trabajador del teatro Auditorium declaró que: “se nos está tocando por dos lados, por uno la estabilidad laboral, donde nos congelaron los pases a planta permanente y se congelan las vacantes tanto de planta permanente como las plantas temporarias y por otro lado lo salarial nos afecta bastante fuerte. Nos dieron un aumento del 28% anualizado que está muy lejos de la proyección del 43% de inflación.” A lo que agregó “Estamos trabajando con todos los organismos para sacar una medida provincial sobre todos los trabajadores de la secretaría de cultura. La actividad de hoy es que vamos a leer una nota, porque Gómez, que es el ministro de cultura de la provincia, tenía programada una reunión en el día de ayer, no se presentó, ni nos comunicó que no venía, en el horario de la visita nos enteramos que no se iba a hacer presente".
Ángeles, trabajadora del teatro, declaró también para este medio “Yo pertenezco a sala de escenario, estoy trabajando en negro, somos alrededor de 50 entre los inspectores y las acomodadoras, estamos trabajando en negro, en mi caso particular hace 12 años, y en algunos mucho más tiempo.” En respuesta a la pregunta de si había negociaciones al respecto dijo: “No hay pase a planta, ni siquiera a ser asalariado, cuando cambia el gobierno se mete gente de todos lados y a nosotros nada.” Y prosiguió “Otra cuestión que pasa es que si nosotros no trabajamos no cobramos tampoco, cobramos por día, es una situación delicada. Aparte ahora con el nuevo decreto de Vidal peligra mucho nuestra fuente de trabajo porque si nos quieren echar, nos echan, vivimos con miedo y las nuevas autoridades no están abiertas al diálogo como se dijo en campaña.”
El del Teatro Argentino no es un caso aislado, los trabajadores de la orquesta municipal de La Plata están en un conflicto por la deuda de salarios desde el año pasado, así como la sociedad de actores.
En el marco del brutal ajuste, sumado a los tarifazos que viene implementando el gobierno de Macri, la cultura no está exenta de sus planes neoliberales y el mensaje es un claro ataque a la cultura, con la clausura de numerosos centros culturales y el cierre de cientos de programas que fomentan el arte. Sin embargo, los grandes empresarios de la noche siguen haciendo fortuna, precarizando jóvenes y haciendo eventos en lugares que no tienen las condiciones adecuadas, como el caso de Time Warp que terminó en tragedia, o también en La Plata el caso de Emilia Uscamayta, que perdió la vida en una fiesta organizada por un empresario amigo de Julio Garro. Mientras estos empresarios se llenan los bolsillos a costa de la vida de los jóvenes, los trabajadores de la cultura y los artistas sienten cada día más el ataque del gobierno de los ricos.
Pero los reclamos de los trabajadores del teatro no son nuevos, ya que la situación de precariedad laboral en algunos casos lleva 15 años desde la reapertura del espacio, demostrando que el gobierno de Daniel Scioli nunca resolvió la situación de precariedad laboral de los trabajadores de la cultura, así como de tantos otros sectores, en especial la salud y la educación.
La respuesta no tarda en esperarse y es por eso que los diferentes sectores de trabajadores de la cultura junto con la comunidad artística empiezan a organizarse para frenar el ajuste y en reclamo por sus derechos.