El subsecretario de Convivencia y Control Ciudadano de La Plata y director de Cámara de Comercio, Roberto Di Grazia, está al frente de la cruzada contra los vendedores ambulantes.
Viernes 29 de abril de 2016
Una de las políticas “sociales” que ha caracterizado las gestiones del PRO en Ciudad de Buenos Aires, ha sido el desalojo violento y decomiso de mercadería de los vendedores ambulantes, como vienen sufriendo los manteros del barrio de Flores. El municipio de La Plata decidió importar esa metodología -ya ensayada durante el gobierno de Pablo Bruera- y la semana pasada arrasó con los manteros en nuestra ciudad.
Días atrás, la subsecretaría de Control Ciudadano junto a la Policía Local, irrumpieron violentamente en pleno centro platense donde cotidianamente vendedores le hacen frente al desempleo con la venta callejera de frutas, comida, bijouterie y ropa, e intentaron desalojarlos y decomisarles la mercadería. Hubo forcejeos y resistencia que terminaron en un corte de calle y una promesa de reunión con el subsecretario de Convivencia y Control Ciudadano.
Lo llamativo –además del nombre de la subsecretaría, que quiere imponer la convivencia a los palos- es que su titular es Roberto Di Grazia, uno de los directores de la Cámara de Comercio de La Plata. La persona que impulsó el operativo contra los vendedores ambulantes tiene muy en claro hacia dónde dirigir su política de “convivencia”: hacer desaparecer a los vendedores ambulantes para cuidar sus intereses como comerciante y empresario.
Di Grazia también es conocido por ser uno de los que financió la campaña del actual intendente platense de Cambiemos, Julio Garro. De hecho, en julio pasado abrió un local partidario de Cambiemos con la presencia de Garro y del electo senador provincial Juan Pablo Allan. Los servicios prestados por el empresario fueron retribuidos con un cargo clave en el gobierno de la ciudad.
Muerte y negligencia
A poco de asumir, Di Grazia quedó en el ojo de la tormenta por no desalojar la fiesta clandestina realizada el 31 de diciembre en la que murió la joven Emilia Uscamayta Curi.
La subsecretaría que tiene a su cargo estuvo presente en la quinta de Melchor Romero donde se realizó la fiesta, labraron actas de clausura, pero decidieron no colocar las fajas hasta tanto haya terminado el evento porque la cantidad de personas hacía imposible el desalojo.
Es de público conocimiento que esta subsecretaría es un lugar clave dentro del municipio ya que maneja una importante caja producto de habilitaciones y clausuras, entre otras cosas. Por eso, no sorprende que desde el cambio de gobierno, las clausuras de comercios y boliches se multiplicaron, para luego abrirlos sin mejoras visibles.