La familia de la joven ahogada el 1° de enero convoca a una concentración este viernes. Sospecha de coimas y el empresario amigo de Macri prófugo, son algunos de los elementos sobresalientes de la causa.
Juana Galarraga @Juana_Galarraga
Viernes 15 de enero de 2016
La familia de Emilia Uscamayta Curí recibió a La izquierda Diario en su casa. Junto a sus padres Juan y Eugenia y a su hermano Cristian, salen a saludar los perros. A ella le encantaban. “Siempre los traía”, cuentan. Los animales que deambulan por la casa son un testimonio de la sensibilidad y la alegría de Emilia, militante y estudiante de periodismo de 28 años.
Los Uscamayta Curí tienen dentro suyo la sangre combativa de los Quechua y los Aymara. Ahora luchan contra la desidia que ahogó a su hija en la pileta de una fiesta prohibida por la Municipalidad la mañana del 1° de enero.
No había guardavidas ni personal médico en una pileta rodeada de aproximadamente tres mil personas. Por eso se han propuesto la tarea de llevar adelante una campaña con la consigna “la corrupción mata”. Es que así como en Cromañón, en Once y como cuando la ciudad de La Plata entera se ahogó bajo la inundación, la corrupción mata y cubre de impunidad.
La quinta “San Cayetano”, sede de la fiesta llamada “La Frontera”, queda a cuatro cuadras de su casa. La tragedia tuvo lugar a eso de las 9.30. Cristian había perdido de vista a Emilia y volvió a su hogar pensado que estaría allí. Poco después la policía golpeó la puerta y dio la noticia sin muchas explicaciones. De parte del Municipio Cristian solo recibió una llamada del intendente Julio Garro y otra de un subsecretario.
Siempre tendremos prófugos
La causa por la muerte de Emilia cuenta con cuatro imputados bajo la carátula de homicidio culposo y doble desobediencia. La segunda acusación se debe al hecho de haber realizado la fiesta a pesar de que el Municipio había ordenado a los organizadores suspenderla dos días antes. El juez Melazo también advirtió a través de su cuenta de Twitter sobre la ilegalidad de esta fiesta.
Uno de los imputados es Gastón Haramboure, quien ya se encuentra detenido. Se trata de un bolichero con una condena de casi once años por el asesinato de Juan Maldonado en la puerta del boliche Alcatraz de Berisso en 2009. Contaba con los beneficios de prisión domiciliaria y permisos de salidas laborales.
Santiago Piedrabuena, propietario del boliche “737” ubicado en el centro platense, solicitó al juez de garantías Fernando Mateos la eximición de prisión pero le fue denegada. Si la Cámara de Apelaciones también la rechaza, quedará detenido. Piedrabuena había sido condenado a cuatro años por tenencia de armas y cuenta con otra causa por desobediencia de una clausura realizada a su boliche.
Otro imputado es Carlos Bellone, ingeniero propietario de la quinta. Y el último de los acusados es, Raúl “Peque” García, quien tuvo el privilegio de asistir a los festejos del bunker del PRO el día que Macri ganó el balotaje. Puede vérselo en fotos arriba del escenario. También tiene fotos amistosas con María Eugenia Vidal, con Gabriela Michetti y con el mismísimo presidente, lo que denota una cercanía personal.
Curiosamente, este amigo íntimo del Pro es uno de los mafiosos a los que Garro, según dijo por teléfono a Cristian, quería “desbaratar”.
La causa en manos del fiscal Álvaro Garganta ha avanzado hasta ahí, con el pedido de detención de estas cuatro personas. En la fundamentación asegura tener "elementos suficientes" para detenerlos. Dos de ellos se sabe dónde están. Bellone y García se encuentran prófugos.
Pretextos
Una pregunta se impone: ¿son estos negociantes de la noche los únicos responsables de lo sucedido?
La excusa que las autoridades esgrimen para no haber impedido la fiesta es la falta de personal. Otra cosa que se sabe según un comunicado de la Subsecretaría de Control Urbano, es que las patrullas municipales estuvieron en el lugar y labraron actas de clausura, pero decidieron colocar las fajas una vez terminado el evento porque la cantidad de personas hacía imposible el desalojo.
Los pretextos son difíciles de pasar. La pregunta que se dispara, es para qué quieren los funcionarios tanta policía, para qué se fortaleció tanto el aparato represivo en los últimos años, si no es capaz de impedir la realización de una fiesta que se difundió sin restricciones por redes sociales y que se sabía exactamente dónde y cuándo se iba a hacer.
¿Garganta silenciosa?
Otra pregunta que surge es por qué el fiscal intentó cerrar la causa con estos imputados y desligar al Municipio de su responsabilidad. Hasta el momento Garganta solo solicitó a las autoridades que presenten un informe detallado de lo actuado por los funcionarios esa noche, que aun no ha sido entregado. En estos días, el fiscal resolvería la situación del Jefe de Control Urbano, Roberto Di Grazia y el Secretario de Seguridad del Municipio, el excomisario Daniel Piqué. También analizaría la denuncia del juez Melazo, quien acusa al jefe de Gabinete municipal, Juan Martínez Garmendia, de haber cobrado coimas.
Garganta es un fiscal que ha tenido que hacerse cargo de algunos pesados “fardos" relacionados al Intendente. La denuncia realizada en octubre de 2015, en plena campaña electoral, por las irregularidades en la declaración jurada de Garro, cayó en sus manos. Es que el dirigente del PRO había declarado ser monotributista de la categoría más baja y tal condición no se condecía con su estilo de vida de millonario. Además, recientemente los trabajadores municipales reprimidos radicaron una denuncia en la fiscalía a su cargo, por la represión del 8 de enero en las inmediaciones de la Municipalidad.
Miles que pudieron ser Emilia
La solidaridad que rodea a la familia proviene de sus allegados, vecinos y organizaciones sociales y políticas que se sumaron a la causa de justicia por Emilia.
Garganta afirma en la fundamentación del pedido de detención de los imputados, a partir de unos pocos testimonios, que Emilia fue sacada de la pileta con principio de asfixia, una asistente intentó reanimarla y fue interrumpida por un masculino que la trasladó en taxi al hospital de Romero donde llegó fallecida.
El pedido de Eugenia suena desesperado. Hay partes de la historia de esa noche que podrían reconstruirse y comprobarse a partir de los testimonios de los asistentes. La campaña ya se puso en pie. La solidaridad de muchos ya los alcanza. Ahora apelan a la solidaridad de esos miles que quizás saben algo y que pudieron ser Emilia.
Como primer paso de la campaña, hoy realizarán una concentración en la puerta de la quinta, ubicada en 520 entre 159 y 160, a las 18 horas.