Horacio Piombo renunció ayer a su cargo de docente de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNLP. Luego del escandaloso fallo en el que el juez le bajó la pena a un violador de un niño de 6 años, cientos de estudiantes indignados por el machista y homofóbico fallo, lograron junto a las organizaciones de DD.HH y la izquierda, su salida de las aulas.
Miércoles 27 de mayo de 2015
El fallo de los jueces Horacio Piombo y Benjamín Sal Llargués generó el rechazo de estudiantes y docentes de toda la UNLP que se niegan a tenerlos en sus aulas. Por eso el día miércoles una asamblea con más de 500 estudiantes se reunió para echarlo y votó tomar el Decanato de la Facultad. Cientos marcharon y se organizaron bajo la mirada de Franja Morada que salió a repudiar más los métodos estudiantiles que al machista y homofóbico juez y llegó al extremo de agredir con una patota a ex detenidos desaparecidos y referentes de Derechos Humanos que se hicieron presentes.
En el día de ayer, en medio del Consejo Directivo Extraordinario que le iba a discutir el tema, el mismo Piombo presentó la renuncia como docente de la Facultad. Las autoridades radicales que lo sostuvieron durante tres décadas tuvieron que aceptarla. Los cientos de estudiantes que estaban presentes en el Consejo lograron vencer el pacto de impunidad con el que las autoridades universitarias sostienen a decenas de personajes como Piombo.
La historia de una escoria
Horacio Piombo cuenta con un historial nefasto: fue acusado por los organismos de Derechos Humanos y testigos en el marco del juicio de La Cacha, por rechazar habeas corpus sistemáticamente durante la dictadura. En el año 2011 fue protagonista de otro fallo que reducía la pena de un pastor evangélico que abusaba de dos chicas de 14 y 16 años, con el argumento de que se trataba de dos jóvenes que provenían de un ambiente social donde se acostumbra a tener relaciones desde temprana edad. El mismo año redujo la pena a un femicida que había acuchillado a su esposa y luego la había matado a martillazos, porque consideró que la víctima habría “influenciado” para provocar la acción de su asesino.
Para defender su accionar el juez dijo que actuó en “conformidad con la ley y de acuerdo a sus principios morales”. Piombo es la expresión viva de una justicia machista, misógina, clasista y homofóbica, que tiene en sus filas a más de 400 funcionarios de la dictadura, que ganan fortunas y defienden sus intereses de casta. La pelea por sacarlo de las aulas de la universidad deja planteado un cuestionamiento profundo al sistema judicial que está lleno de “Piombos”.
#NiUnaMenos
Este primer triunfo allana el camino para seguir la pelea por echar a todos los docentes cómplices de la dictadura que dan clases en la UNLP, así como a todos aquellos dictan fallos igual de aberrantes. María Laura Tartaglia, del CEPRODH-Juventud del PTS dijo que “ahora tenemos que organizarnos para acabar con el pacto de impunidad entre radicales y kirchneristas que rige en la universidad, basado en la complicidad y encubrimiento que ha sostenido a docentes como Piombo, Soria y Mayón, a pesar de las denuncias y escharches constantes por parte del movimiento estudiantil”.
La renuncia de Piombo redobla las energías para marchar este 3 de junio desde plaza Moreno por #NiUnaMenos, contra la violencia machista, la homofobia y los femicidios.