Esta semana se movilizaron en la región organizaciones ambientalistas y vecinos de la zona que reclaman al Gobierno bonaerense y a instituciones como el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible, una política que le ponga un freno a la destrucción del ambiente. Contaminación y extractivismo, un modelo que se profundiza bajo el Gobierno de Alberto Fernández.
Sábado 26 de junio de 2021 21:00
El martes 22/6 se realizó una caravana por distintos reclamos ambientales en la Provincia, que se movilizó hacia Gobernación y organismos como el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS). Compartimos a continuación, algunos testimonios de participantes.
Los testimonios de quienes se hicieron presentes muestran la desaprobación a las políticas de los distintos gobiernos, que no han hecho más que beneficiar a las empresas que degradan nuestro ambiente y dañan la salud de la comunidad. Acaso, ¿no es urgente la más amplia organización para pararle la mano a las empresas y al gobierno que les da vía libre?
Bruno, miembro de Jóvenes por el Clima, señaló algunas de las exigencias de la convocatoria: “Venimos a exigir: basta de extractivismo urbano, basta de vulneración de derechos ambientales, y sobre todo venimos a exigir futuro”.
Luis, de Autoconvocados en Defensa de Santa Catalina resaltó respecto a la lucha por la reglamentación de la reserva “hoy en día seguimos impulsando la lucha porque se reglamente la reserva y pueda tener guardaparques, esté realmente protegida y pueda ser visitada de una manera armoniosa con el ambiente por los vecinos y vecinas, que actualmente por decisión del Estado y los “dueños” privados no lo pueden hacer.
Natalia respecto al OPDS fue muy tajante, declarando: “El OPDS es corrupto. Es responsable de todo lo que está pasando. No defiende los derechos ambientales de los vecinos sino que trabaja por y para las corporaciones”.
Pepe de la Asamblea Vecinal de Barrio Norte, sobre las instituciones encargadas de proteger el ambiente y la salud de la provincia dijo: “Hubo algún debate antes de organizar esta marcha, sobre crear un ministerio de ambiente; muchos sostuvimos que el problema no son los organismos de control, el problema es la política ambiental (...) es por eso que debemos ser muchos más para exigir una política ambiental que nos defienda de los grandes monopolios”.
Los testimonios expresan una parte de la gran problemática ambiental en nuestra zona; fábricas contaminantes que atacan la salud de lxs propios trabajadores y de los vecinos, luchas por la defensa de los espacios naturales, como así la pelea por obras públicas destinadas a la prevención de daños por causas climáticas. Esto, deja a las claras, que la pelea ambiental se está dando por abajo desde hace tiempo y que ningún gobierno, estuvo ni está, dispuesto a cambiar el modelo extractivista en nuestro país.
Un modelo que se profundiza cada vez más
Alberto Fernández alimenta la esperanza de obtener dólares en el comercio exterior mediante la expansión del agronegocios, la megaminería y el fracking. Desde que asumió, con el intento de avanzar con la megaminería en Mendoza y Chubut. En vaca muerta, busca un relanzamiento de la producción con el programa Plan Gas 4, que comprende el pago de un precio subsidiado a las empresas, como Tecpetrol de Techint, YPF, la yanqui Chevron, la francesa Total y otras que operan en la cuenca neuquina. Y en el agronegocio, de la mano de Monsanto y otras multinacionales, este año se aprobó, mediante Bioceres, el trigo transgénico con resistencia a la sequía y el glufosinato de amonio.
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La política del gobierno responde a una misma lógica que atraviesa a todas las últimas gestiones, donde el extractivismo es el norte. Con el alza de las commodities a principios de los 2000, los gobiernos kirchneristas adoptaron un modelo bajo el cual la exportación de materia prima se volvió la principal forma de obtener divisas extranjeras, que principalmente se utilizan para pagar la deuda externa ilegal en nuestro país. Es decir, hay un hilo que une el extractivismo con la dependencia financiera: se necesita reventar el ambiente para pagar la deuda.
Por su parte, el gobierno se enorgullece de un Ministerio de Ambiente que brilla más por su ausencia que por el cuidado de este. Intenta disimular con él, y con leyes ambientales muy superficiales, como la Ley de Educación Ambiental, una preocupación alrededor de esta problemática, cuando sus políticas a gran escala van en el sentido contrario. Como el intento de modificar la Ley 7722 conquistada por la movilización popular en el 2007, que prohíbe el uso de sustancias contaminantes en la práctica minera y que, a tan sólo días de la asunción de Alberto Fernandez a la presidencia, el gobernador radical Rodolfo Suarez junto a todo el bloque del PJ votaron a favor de permitir el uso de cianuro. La única oposición estuvo en las enormes movilizaciones que tiñeron las calles mendocinas, mostrando el rechazo a la ley y el descontento a los partidos tradicionales que responden a los intereses mineros, en las que participó el Frente de Izquierda, del mismo lado de quienes luchan contra la megaminería contaminante. Sólo con la lucha de miles en la calle se logró frenar este ataque, entre asambleas, estudiantes y trabajadores que se enfrentaron a la represión del gobierno.
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Un debate similar se dio al interior de los conversatorios organizados por RAPU. Por nuestra parte creemos que el cambio en la producción y el cuidado ambiental no van a venir de la mano de nuevas instituciones o ministerios, que repetirían las recetas ya conocidas, sino de la organización en asambleas barriales y fabriles de forma democrática y de la lucha independiente de todos los gobiernos. Peleando por cambiar las decisiones de las formas de producción, donde sean los trabajadores junto a vecinos quienes decidan qué y cómo producir, en condiciones de salubridad óptimas, de forma sustentable y preservando el cuidado del medio ambiente.
Desde La Izquierda Diario queremos extender las coberturas de estas acciones y de cualquier denuncia relacionada a la problemática ambiental en barrios, ciudades, lugares de trabajo y espacios naturales. Para pararle la mano a los empresarios y el Gobierno que saquean y contaminan, es necesaria la organización desde abajo. ¡Sumate a extender nuestra red de colaboradorxs de La Izquierda Diario Ecología!