Reproducimos la declaración de Left Voice sobre un grupo de activistas de Black Lives Matter que fueron arrestados en un claro intento de criminalizar la protesta.
Viernes 18 de septiembre de 2020 21:04
El 17 de septiembre, seis activistas, incluyendo cuatro miembros del Party of Socialism and Liberation (PSL - Partido del Socialismo y la Liberación), fueron arrestados en Denver, Colorado, en una acción policial coordinada. Los arrestados son amenazados con una letanía de falsos cargos por delitos graves, incluyendo "secuestro". Cuatro de los detenidos -Russel Ruch, Lillian House, Joel Northam y Eliza Lucero- han denunciado los crímenes de la policía de Colorado, en particular el asesinato racista de Elijah McClain. La represión contra estos activistas, y muchos otros, no es otra cosa que una represalia de un estado policial como EE. UU. Como señala el propio PSL en una declaración,
"Este ataque contra el movimiento antirracista de Denver y el PSL es parte de un ataque nacional concertado contra el movimiento Black Lives Matter, un ataque impulsado directamente desde la Casa Blanca, por los gobernadores y jefes de policía locales y los departamentos de policía de todo el país".
Está claro por la forma de los arrestos que la policía del área de Denver está tratando de castigar e intimidar a los activistas. Russel Ruch, por ejemplo, fue seguido a una sucursal de Home Depot y arrestado en el estacionamiento; Lillian House fue rodeada por cinco coches de policía mientras conducía; y un equipo S.W.A.T. fue enviado a la casa de Joel Northam. Según las declaraciones juradas de arresto, la policía usó imágenes en vivo, transcripciones de llamadas y mensajes de las redes sociales para armar un caso contra los arrestados. Estos arrestos coordinados, que utilizaron tanto la vigilancia como la fuerza bruta, tienen como objetivo infundir miedo en cada activista del área de Denver. "Protesta, y podrías ser el próximo" es el mensaje que se está enviando. Y la absurda lista de cargos por delitos graves significa que los activistas podrían enfrentarse a años, si no décadas, de prisión.
El arresto de dirigentes en Denver es parte de una mayor represión a nivel nacional del movimiento Black Lives Matter. En todo el país, las policías locales o fuerzas federales literalmente secuestraron cientos de activistas, subiéndolos por la fuerza a vehículos sin identificar, como denunciamos en este mismo diario. En la ciudad de Nueva York, la policía utilizó un software de reconocimiento facial para encontrar y acosar a un activista de Black Lives Matter. Y a principios de este mes, en Washington, los alguaciles federales mataron a tiros al activista de Portland Michael Reinoehl sin previo aviso cuando se dirigía a su coche.
Desde Left Voice y la Red Internacional La Izquierda Diario denunciamos los intentos de reprimir o intimidar a los activistas antirracistas y antipoliciales. Es inaceptable que el Estado, bajo la dirección de los partidos Republicano y Demócrata, se intimide a los activistas que luchan por la justicia racial, mientras que los asesinos de Elijah McClain, Breonna Taylor y muchos más quedan en libertad. La verdadera amenaza a la seguridad pública se encuentra en todas las comisarías del país, los ayuntamientos y las sedes del poder político.
Que se retiren los cargos contra los activistas del PSL de Denver - ¡Libertad a todos los presos por luchar!

Left Voice
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