Miércoles 1ro de mayo de 2019 10:00
La Izquierda Diario entrevistó a Patricia Szilagyi (directora) y Natalia Martinez (cantora) de la orquesta de tango La Rantifusa, una jóven orquesta conformada por mujeres que se propone indagar sobre el rol de la mujer en el género y con la frescura de lo actual retomar las raíces.
¿Cómo y cuándo surgió la idea de conformar la orquesta? ¿Cómo fue ese proceso? ¿Desde un principio se planteó que fueran todas mujeres?
Patricia: Me la encontré a Nati en la milonga, a fines de enero de 2017 y empezamos a hablar de las ganas que teníamos de hacer tango. Ella venía de hacer cosas pero tenía ganas de cambiar algunos enfoques y yo venía de un año de no tocar tango porque me había ido de un grupo y tenía ganas de volver.
Natalia: Las dos compartíamos las ganas de hacer una orquesta, la inquietud por el repertorio nuevo y también cómo nos tocaban las letras del repertorio viejo, de la época dorada del género.
P: Y lo mucho que nos chocaba que algunas letras se siguieran cantando sin hacer ninguna salvedad, ninguna intervención o ninguna crítica.
N: Hablamos mucho de la poética. Yo había pensado una lista de tangos nuevos. Pero en la interacción con Patri surgieron un montón de ideas. Lo primero que encaramos fue “Milonguera de ley”, un tango relativamente nuevo de los años dos mil. Por otro lado queríamos apoyarnos en la raíz del género desde lo musical pero también desde lo poético.
En ese encuentro nos planteamos qué rol tenía la mujer en los tangos, desde qué lugar se le hablaba. Y eso nos generaba un montón de contradicción. Porque se la adora y se la ama pero a la vez, se la condena, se la agrede. Y eso nos llevó a hacer los primeros arreglos interviniendo las letras. Rosa de tango fue el primero.
P: Empezamos a pensar en amigas que por experiencias o por afinidad nos daban ganas de invitar a que toquen. Se nos ocurrían personas que eran todas mujeres.
¿Eso fue una casualidad?
N: No, se dio de una manera muy espontánea.
P: Aunque si nos daban ganas de investigar cómo era laburar tango entre mujeres.
N: Las dos habíamos pasado por experiencias mixtas y teníamos un poco la contradicción de aprender un montón y sentir que estaba buenísimo pero por otro lado sentir que no se generaba del todo una paridad.
¿Cuál es la identidad de La Rantifusa?
P: Tiene que ver con hermanar de a pares un tango nuevo y un tango viejo y que dialoguen esas poéticas. Nos interesa un tango que poética y melódicamente sea actual, que nos ayude a pensarnos, a sentirnos.
N: Por ejemplo agarramos Alicia en el país, porque también nos atraviesa como mujeres la política y la situación que vivimos en el país, más allá de que en este espectáculo decidimos mirar a la mujer en el tango. Hicimos con un ejercicio de pensar cómo eran las mujeres de esos tangos clásicos pero también cómo era la vida en esos momentos y cómo es ahora. Entonces hay una interacción con otros temas necesariamente porque no podríamos hablar solamente de ser mujer.
En cuanto la identidad si bien hay muchas otras orquestas compuestas solo por mujeres nosotras decidimos mirarnos a nosotras mismas como mujeres. Jugamos con tangos clásicos intervenidos, usamos un poco el humor y también la puesta en escena.
¿Cuál es la situación actual de las mujeres en el mundo del tango? ¿Hay otras iniciativas como la suya? ¿Cuál es la recepción de la gente del ambiente?
P: Cada vez hay más participación de las mujeres en orquestas mixtas, aunque todavía no es tan común ver a una mujer dirigiendo un grupo mixto, más común es verlas dirigiendo un grupo todo de mujeres. De a poco la mujer está tomando, un poco a la fuerza, su lugar. Pero también es verdad que hay un montón de casas de tango, donde se aprende un montón el oficio, a las que las mujeres no acceden a tocar por ser mujeres. Casas de tango para turistas, que son un circuito de trabajo y pasa que tenemos que trabajar de otro oficio o de alguno similar pero no tocando tango.
N: Hay una cuestión estereotipada, los cantores son hombres, en esas casas de tango en general son casi todos hombres y por ejemplo a algunas amigas nuestras les piden que se vistan de hombre para laburar ahí.
P: O pueden tocar solo como violinistas, pianistas no, contrabajistas es medio raro encontrar.
N: Y a veces si consiguen ese laburo se tienen que bancar todo tipo de comentarios obscenos y hasta maltrato. Músicas y bailarinas. Las bailarinas sufren maltratos muy burdos.
P: Abusos de poder sufren porque es un lugar de trabajo.
N: Esto es una cuestión que tenemos que ir revirtiendo y estamos ahí surfeando esa ola.
¿A qué se debe para ustedes que la situación de las mujeres en el tango empiece a cambiar y que sean cada vez más las mujeres que cobran protagonismo?
N: Creo que tiene que ver con este momento histórico en el que hay una necesidad de unirnos, de hablar con nuestra propia voz, de repensar nuestro rol en la sociedad, en la música, en el arte.
Para el 8 de marzo participaron de la organización del Primer Festival de tango de Mujeres. ¿Cuál era el objetivo del Festival? ¿Cómo fue la experiencia?
P: Fue re linda experiencia. Estuvo organizado todo por mujeres. El año pasado Marisa Vazquez organizó un primer festival llamado Tango Hembra y este segundo año lo volvió a organizar de manera más amplia, pudiendo convocar a un montón de mujeres artistas.
N: Aparecieron chicas de distintas generaciones, estuvo buenísimo eso. Chicas de veinti, de treinti, de cuarenti… Y la que viene de veinti está con toda la polenta y aparte con una mirada nueva. Se convocó a poetas, compositoras, grupos, orquestas, solistas, bailarinas que dieron clases de tango con cambio de roles. Participaron intelectuales que siguen el género. Y el objetivo de estos festivales es visibilizar toda la propuesta que hay de parte de mujeres que muchas veces no tienen espacio en los festivales más grandes.
¿Qué nos pueden contar del disco que están grabando?
N: Esperamos tenerlo para junio.
P: Es un poco una foto de todo lo que fue pasando en estos dos años, de temas, de arreglos, de maneras de tocar, de decir.
N: Nace también de la necesidad de compartir lo que estamos haciendo. Para un género como el tango que viene de tanto tiempo, pero a la vez no es tanto, son cien años y que en un momento estuvo como ausente, nos parecía relevante ir a buscar las raíces. Retomar eso que escuchaban los abuelos.
P: Retomarlo pero no de una manera incondicional, sino con un filtro. Y en lo actual las letras que elegimos nos interesa que pinten un poco problemáticas que estamos pasando ahora, cuestiones económicas, la desigualdad de siempre. Nos parece importante hablar del amor que ahora también cambia, que están planteados de maneras diferentes los vínculos. Y lo que queremos es que en un género que es tan dramático se pueda hablar también desde el humor. Nos parece también muy potente el humor para decir cosas. Y este contexto económico social que es muy pesado poder hablarlo desde el humor que te ayuda a reflexionar.
La Rantifusa se presentará el sábado 4 de mayo a las 21 hs en el CAFF, Sánchez de Bustamante 772