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Banquete. La Renga en La Plata: el comienzo de una “Buena ruta” por todo el país

El 4 y 11 de mayo pasados, La Renga inició su nueva gira llamada “Totalmente poseídos” con la que recorrerán todo el país presentando un escenario 360 y dando un show que no se guarda nada. Acá te contamos los detalles de un banquete bien cargado de puro Rock.

Daniel Lencina

Daniel Lencina @dani.lenci

Jueves 16 de mayo de 2024 13:00

Ph: @phuerza | @enfoquerojo

Ph: @phuerza | @enfoquerojo

Es sábado 11 de mayo y la manija es muy, muy grande. Espero impaciente en Panamericana y 202, zona norte del GBA, al micro que me va llevar a un viaje de ida. El aquelarre ya está desatado en el micro que amistosamente invita a ser parte de la fiesta que se avecina. Mientras tanto, el sol acaricia la ruta y el resplandor solo refleja los trapos que flamean desde los autos y micros escolares que se dirigen hacia la ciudad de las diagonales. El bus en el que viajo tiene una leyenda que lo identifica: “Apunados de locura” y en su interior, como diría Hermética; “las flores se queman buscando un sentido”. Las carcajadas no cesan y todo es amabilidad y augurio de una fecha que dejó mucho que hablar.

Una vez que la nave del olvido aterrizó en suelo platense hablé con Sasha, de 25 años, mientras el sol cae. La flaca es seguidora de la banda y me dice unas palabras que ya suenan a música: “La Renga para mi es familia. Compartí muchos recitales con mi papá y hermano, un montón de tiempo. Uno de los recitales que más me acuerdo es Navarro 2013 porque fuimos muchos. Faltó uno que organizaba el viaje porque nació su hija pero hoy está acá con nosotros. La canción que más me emociona hoy es “Buena ruta hermano” porque hace tres años perdí a mi hermano, a mi compañero de recitales. Pero lo llevo siempre conmigo, en cada recital él va estar siempre presente”. Así arrancamos la ronda de conversaciones y entrevistas que tuve ese día y acá comparto con ustedes.

En las inmediaciones del Estadio Único de La Plata “Diego Armando Maradona” todo es un festival de colores. Trapos, banderas flameando, bombos y platillos, abrazos y el agite que, por el tono de quienes lo emiten, me doy cuenta que llevan varias horas ahí, disfrutando de un banquete mientras las cortinas parrilleras de humo aportan ese clima bien de cancha, de tribuna y amistad.

El de La Plata es un gran estadio, para disfrutar del arte y más aún sabiendo que las estructuras metálicas del mismo fueron construidas por los obreros del Astillero Río Santiago, ahí nomás, en Ensenada: la única fábrica que no fue privatizada bajo el menemismo gracias a la lucha de los trabajadores. Ahora tiene el rostro de “el Diego”, de “el Dios sucio” como dijera Galeano, porque es “el más humano de todos los dioses”, ideal para dar la bienvenida al pueblo rengo.

“Renga mi alma…

Junto a mi compañero fotógrafo @phuerza –que ilustra las fotazas de esta nota, como verán-, nos damos cuenta que cerca de la boletería están los muchachos de Horcas y también conversamos con ellos, que están ahí, mezclados entre la muchedumbre, riendo y compartiendo entre amigos. ¿Por qué dos bestias del Heavy Metal se lo iban a perder? Vale recordar que en su momento Horcas interpretó “La razón que te demora”, un temazo. Pero si quieren saber el motivo posta de su presencia, vean el video que acompaña esta nota. Imperdible.

Mientras que seguimos pateando y recorriendo la previa un pibe me dice, con una sonrisa de oreja a oreja: “El banquete lo estamos haciendo desde las dos de la tarde acá, con los pibes, con los amigos”, disfrutando cada segundo. Vemos flamear un trapo que tiene la caligrafía típica de La Renga pero dice “Milei gatito mimoso”, la frase de Myriam Bregman en el debate presidencial del año pasado se hizo bandera mientras otro pibe, me lo confirma “la Rusa siempre picante… ta bien, tiene razón”. Mientas otro agrega “Milei no tiene nada que ver con lo que es nuestra gente, la mayoría de la gente que viene acá no se siente ni ahí representada por sus ideas”.

Una vez dentro del infierno, digo del estadio, un motor ruge bien rabioso y me recuerda a Rob Halford, el gran cantante de Judas Priest que subía al escenario con una Harley Davidson que tenía microfoneado hasta el espejito. Pero acá, en La Plata, volvió a resonar un motor o debo decir un gran “motoralmaisangre” porque La Renga hace su entrada triunfal y sube al escenario a lo grande, en un triciclo piloteado por el mismísimo Chizzo, sus tripulantes son el Tete, Manu y El Tanque. La locura estalla, la gente se emociona y rondando las 22hs empezó a sonar “Buena ruta hermano”. Les pido amigos lectores que recuerden bien el horario de inicio del recital, hacia el final de esta nota van a saber porque.

El escenario 360 es realmente espectacular. Permite ver bien de cerca a los músicos desde cualquier lugar. Además, la batería va girando sobre su eje, en una plataforma en el centro, mirando todas las tribunas, de las que se trepan los músicos a cargo de los vientos, luciéndose en los caños. El sonido del show fue impecable. La puesta en escena muestra la madurez de una banda que en vivo suena cada vez más potente luego de tres décadas y media de vida.

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La banda se lució con una lista de temas que fue un lujo, alternando temazos de los distintos discos. A modo de intro a uno de los clásicos que tocaron el Chizzo dijo: “Me encanta porque todos los que estamos acá, estamos resistiendo por querer seguir siendo argentinos” para darle un contexto al ajuste brutal que sufre el pueblo trabajador llevado a cabo por el gobierno de Milei. Y mientras en las pantallas caían billetes de dólares sonaba “Vende patria clon”. El tema es tan vigente que esta semana el gobierno homenajeó a Menem, el máximo exponente del neoliberalismo en la Argentina.

…rengo mi corazón”

Como decíamos la lista de temas fue espectacular y todo explotaba en pogo. Es impresionante verlo al Tanque, como le pega a la bata suena demoledor. El Tete por su parte es un show aparte el tipo, baila y toca ese bajo que te da una patada en el pecho. Manu como siempre luciéndose tanto en el saxofón como en la armónica, por ejemplo en el tema “Bien alto”. Que lujazo escucharlo, incluso vi gente llorando en la parte del solo. Y el Chicho, digo el Chizzo fue un animal a puro disfrute. La gente respondió cantando a viva voz, en una noche “un poco más íntima” como dijo el violero y cantante, dado que la convocatoria no fue la esperada. Sin embargo la banda la rompió toda y no se guardó nada amigxs. En un momento, llegando al final diría, subió al escenario Nacho Smilari a quien el Chizzo lo presentó “como un Rockero de verdad”. Y fueron palabras muy certeras ya que el guitarrista tocó en bandas fundacionales del rock en nuestro país como Vox Dei y La Pesada del Rock an Roll. Pero como en todo banquete siempre hay abundancia: subió al escenario Alejandro Medina, mientras muchos se rompían las manos para aplaudir y alguien gritaba entre el público: “¡Aguante Manaaaalll!”. Todo lo sucedió después fue un regalo de la música porque tocaron “La maldita máquina de matar” y “Salgan al sol” de Billy Bond y la Pesada del Rock and Roll. Es muy especial escucharlo cantar el Blues a Alejandro Medina. Impresionante o, como diría Román: “Fue una maravilla”.

Después de semejante participación de los monstruos fundadores del Blues y del Rock en la Argentina, iba llegando el final. Y como siempre nos fuimos “Hablando de la libertad”. A esa altura tenía la sensación de un “banque73 eterno”. El público emocionado volvió a sentir el rugido del motor rabioso del triciclo tripulado con la banda, pero esta vez para bajar por la rampa y perderse en túnel bajo las gradas… ¿Recuerdan lo que dije arriba del horario? Pues sí, mientras el triciclo se iba noté que eran las 1:16 hs del día domingo 15 de mayo. Si. Tres horas y dieciséis minutos duró aquel concierto. Algunos ya hablan de una de las mejores presentaciones de la historia de la banda. Como sea, el banquete fue realmente exquisito y por supuesto bien cargado, hasta empacharse, de puro Rock. Si.

Camino a los micros, la gente cuando se encuentra se abraza, como festejando un gol. Un golazo. Y lo único que arruina el paisaje es la presencia policial. Mientras vamos esquivando charcos, entre la muchedumbre, escuché a una piba que dijo: “lo que no me gustó fue que no estuvo tan politizado como en Racing porque ahí la gente cantaba ‘La patria no se vende’ y ‘El que no salta, votó a Milei"’ en alusión a los 4 conciertos en el Cilindro de Avellaneda de enero de este año. La marea humana sigue y me encuentro con los chicos de @apunados.de.locura de la zona norte del GBA a quienes agradezco la mejor onda. Y como dijo Juan, alguien con más de 20 años siguiendo a La Renga, me cuenta que vino con su hija y que ella le dice "Tío" a los pibes del micro, reafirmando lo que me dijeron muchos, que "La Renga es familia" y agrega que “acá siempre se planteó el respeto entre todos y tratamos de estar atentos a todos los chicos, para que la puedan pasar bien”.

Mientras escucho sus palabras, me doy cuenta que ya estamos camino a casa por una buena ruta.

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Daniel Lencina

Nacido en Buenos Aires en 1980, vive en la Zona Norte del GBA. Integrante del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 1997, es coeditor de Diez días que estremecieron el mundo de John Reed (Ed. IPS, 2017) y autor de diversos artículos de historia y cultura.

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