Se cumplen 50 años de la Revolución portuguesa de 1974. El 25 de abril de 1974 un sector de oficiales y suboficiales del ejército, organizados en el Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA) que se resistía a continuar las guerras coloniales africanas donde estaban en ascenso los movimientos de liberación nacional, como en Angola, dan un golpe al gobierno portugués. Comenzaba así la revolución. La clase obrera va a emerger de forma explosiva después de años de dictadura.
Jueves 4 de abril 20:42
La caída de la larga dictadura de Antonio Salazar y Marcelo Caetano fue el comienzo de la revolución, un enorme proceso de autoorganización de masas con ocupaciones de fábricas, edificios y barriadas. Se formaron organismos de autoorganización como comités de fábrica, comités de inquilinos, vecinos y soldados que desplegaron una gran iniciativa, abriendo paso a un doble poder obrero y popular.
Este levantamiento fue conocido como la “Revolución de los Claveles” o “Revolución de los coroneles”, y fue una gran revolución obrera y popular.
Como parte del ascenso obrero abierto en 1968 por el Mayo francés, este proceso se desarrolló por casi dos años. Sin embargo, la acción contrarrevolucionaria de la dirección del MFA, junto con el Partido Socialista de Portugal y el Partido Comunista, consiguieron, después de una sucesión de gobiernos e intentos de golpes de Estado, estrangular la revolución portuguesa.
Las lecciones de aquel proceso, que incluyen la tendencia al surgimiento de organismos de autoorganización, la posibilidad de forjar una alianza entre clase obrera y sectores populares, el rol traidor de los aparatos reformistas conciliadores y la necesidad de construir un partido revolucionario, son de gran valor para pensar una estrategia revolucionaria a inicios del siglo XXI.
Te puede interesar: Revolución en Portugal, clase obrera y autoorganización
Te puede interesar: Revolución en Portugal, clase obrera y autoorganización
Alfredo Cunha, el fotógrafo de la revolución
Alfredo de Almeida Coelho da Cunha (Celorico da Beira, 1953) es un fotógrafo y periodista portugués que documentó de cerca el golpe de estado del 25 de abril de 1974.
Te puede interesar: Revolución en Portugal
Te puede interesar: Revolución en Portugal
Nieto e hijo de fotógrafos, recibió desde pequeño la influencia de su padre António, quien comenzó a llevarlo a fotografiar bodas cuando tenía 10 años.
Tras una larga carrera como fotógrafo y director de arte en el departamento de imagen de varios periódicos, continúa trabajando en varios proyectos editoriales.
Cunha tenía 20 años cuando registró con su cámara el momento en el que un policía saludaba a los militares.
Escondido entre los autos, fotografiaba todo lo que veía, en un momento, el líder de la revolución, Salgueiro Maia lo ve y le dice: “¿A ver, qué haces ahí escondido? Si estás en contra del régimen, estás en el sitio correcto y si estás a favor lo mejor es que te vayas a otra parte. Pero no te escondas, que lo que estamos haciendo es para que la gente pueda caminar libremente”.
A lo largo de sus años como fotoperiodista, Alfredo Cunha capturó no sólo hechos históricos sino también rostros anónimos en todo el mundo: la caída del dictador Nicolae Ceausescu, en Rumania (en 1989), la guerra en Irak, país donde estuvo en 2003 y hasta al que regresó varias veces en la última década. Pero siempre recuerda aquel 25 de abril de 1974 como el día más feliz de su vida.
Te puede interesar: [Video] ¿Qué fue la Revolución Portuguesa de 1974?
Te puede interesar: [Video] ¿Qué fue la Revolución Portuguesa de 1974?
Enfoque Rojo
Agrupación de fotógrafas y fotógrafos integrado por militantes del PTS e independientes. En tiempos donde unos pocos son los dueños de todas las cosas, donde los grandes poderosos también se apropiaron de la “verdad” haciendo de la noticia una mercancía más... Nosotros hacemos periodismo militante, informando con rigurosidad periodística, aportando ideas para tomar partido y para cambiar de raíz la realidad. Porque aquella pretendida imparcialidad no es tal, cuando de un lado existe una minoría amparada por todo el aparato del Estado, y del otro, una inmensa mayoría que día a (…)