Los 28 países miembros debaten en Bruselas lo que consideran un fracaso de la ’Operación Sofía’ de la UE. Mientras, continúan las muertes en el mar de personas inmigrantes.
Lunes 25 de marzo de 2019
La operación EUNAVFOR MED SOPHIA (más conocida como Operación Sophia ) es la operación naval puesta en marcha el 22 de junio de 2015 bajo el pretexto de desarticular el tráfico de personas en el Mediterráneo central meridional. En esta operación se retenía a los barcos procedentes principalmente de Libia.
El mandato de la operación concluía el 1 de Enero, pero se prorrogó tres meses. La legislación internacional obliga a rescatar a las personas en riesgo en altamar. En el caso de la Operación Sophia, los puertos más cercanos en la UE son los italianos.
El ministro de Exteriores italiano exigió en julio pasado un cambio en la política de desembarcos: no quiere hacerse cargo de los náufragos y así lo comunicó por carta a la alta representante de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini.
Los 28 miembros de la UE ahora debaten entre la posición de Italia, que quiere concluir la operación, y la de Irlanda, que quiere una moratoria de tres meses esperando que pasen las elecciones europeas.
Lo cierto es que su objetivo es que salgan menos personas, pero en embarcaciones más precarias, ocasionando cambios de rutas arriesgados y más muertes en proporción al número de barcos que zarpan.
Sin embargo, los 28 de la UE guardan consenso en lo que consideran un éxito: la formación de fuerzas de retención en Libia para evitar la salida de personas inmigrantes y la financiación de cárceles en Libia. Según Médicos sin Fronteras se calculan en más de un millón los retenidos en cárceles libias sin más "crimen" que intentar sobrevivir.
Por otro lado prosigue la política de criminalización de las ONGs bajo las falsas amenazas de tráfico ilegal. Muchas ya dejaron de operar en el Mediterráneo, o permanecen retenidos los barcos Mare Jonio en Lampedusa, tras rescatar hace sólo una semana a 49 personas inmigrantes, y Open Arms en Barcelona, donde ya lleva más de dos meses parado.
Tanto el gobierno de "izquierdas" español de Pedro Sánchez, como el de derechas italiano, acaban legitimando una política imperialista y racista de retención y deportación de seres humanos. La UE busca silenciar las intervenciones marítimas y que sean la frontera sur y este la que haga el trabajo sucio, de ahí los sucesivos acuerdos con Marruecos, Libia, Egipto y Turquía.
Lo que parece que no va a parar es la emigración, ya que la UE la sigue causando con su política militar imperialista, expoliando materias primas, gas y petróleo y exportando armas que permitan el control estratégico allí donde haya capital que rascar.
Los muertos de momento continúan. Siguen los conflictos bélicos y las migraciones. Según la Organización Internacional para las Migraciones (IOM), son 289 muertos sólo en el Mediterráneo en lo que va de año y más de 2500 en el último lustro. Las víctimas en el camino son en realidad muchas más.