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Red Internacional
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OPINIÓN. La UNCuyo cumple años en medio de denuncias de privatización encubierta

Este aniversario, lejos de los festejos o los balances para el próximo período, está teñido nuevamente por cuestionamientos a la casa de estudios.

Jueves 18 de agosto de 2016

No todo fue viento zonda el martes en Mendoza. A las ráfagas, que bajaron a gran velocidad sobre el llano, produciendo destrozos y haciendo emerger precariedades sociales, se añaden otros hechos de color, no siempre puestos sobre el tapete con la valentía de los protagonistas en la historia que nos ocupa.

No hablamos de los periplos del otrora mejor futbolista provinciano, atendido en hospitales públicos que tienen serias falencias; o de la visita presidencial que con un apretón de manos simboliza la fortaleza política para seguir haciendo la política real, la que te perfora todos los días el bolsillo si sos un laburante, un jubilado, una ama de casa.

Hablamos del cumpleaños de la alta casa de estudios de Mendoza, que se celebró con aulas cerradas y sin festejos para muchos de los que estudian allí.
¿Por qué? Sucede que hace pocos días, un grupo de estudiantes han decidido dar a conocer su denuncia sobre el cobro de una cuota, de casi 2 mil pesos, para poder estudiar en la Universidad Pública. Estos estudiantes cursan el ciclo de Licenciatura de Higiene y Seguridad, un título demandado en las empresas ligadas a la industria y el estado, que funciona como complemento de la tecnicatura en la facultad de Ciencias Médicas.

En una entrevista realizada el lunes en MDZ Radio, el estudiante Bruno Palchetti contó, como lo había hecho antes en La Izquierda Diario, cómo funciona exactamente el perverso mecanismo de la cuota mensual en la Facultad de Ciencias Médicas. Atrás de Bruno, que comentó que en una oportunidad no lo dejaron rendir sus exámenes por no estar “al día” con la cuota, el Decano Esteves planteó claramente que la facultad es pública pero no gratuita. Y justificó el arancel diciendo que es la forma que tiene la facultad de conseguir fondos para su funcionamiento y no tener así que cerrar las carreras.

Ni qué decir que la UNCuyo se ubica así por fuera de la ley nacional que claramente dice que “Los estudios de grado en las instituciones de educación superior de gestión estatal son gratuitos e implican la prohibición de establecer sobre ellos cualquier tipo de gravamen, tasa, impuesto arancel o tarifa directos o indirectos.” Pero esto a las autoridades parece no incomodarles.

Los aniversarios suelen ser propicios para delinear balances y trazar líneas hacia delante sobre el camino recorrido. En el caso de la UNCuyo, vale preguntarse por qué luego de un ciclo de pregonadas grandes transformaciones, se profundizaron los lineamientos clave impuestos en los noventa respecto al auto financiamiento, la desvalorización de los títulos de grado y los post grados pagos.

En la conmemoración de su 77 aniversario, la Universidad de Cuyo se vio envuelta otra vez en un escándalo que implica directamente a sus autoridades, renovadas hace dos años con el novedoso mecanismo de elección directa (aunque ponderada) del gobierno universitario. Un mecanismo que claramente está lejos de acabar con el poder de las camarillas que gobiernan la universidad desde la salida de la dictadura militar.

Si la primavera de 2014 pasó a la historia como la de las denuncias del sistema de venta de materias en la Facultad de Ciencias Políticas, la actual denuncia amenaza en convertirse en la que ponga en cuestión el arancel a la educación pública, sólida "conquista" del neoliberalismo y la LES en la UNCuyo que no se revirtió en la "década ganada".

Las grandes asimetrías que genera esta situación en cuanto a la recaudación de fondos, introduce la lógica de mercado en el ámbito educativo, y limita seriamente las posibilidades de romper con el elitismo universitario que reina en Mendoza, con una población estudiantil que equivale a menos del 1,5% de la población total.
Una vez más queda en manos del movimiento estudiantil la conquista de “las libertades que nos faltan”, defendiendo la educación pública de las pretensiones (aún más) ajustadoras del gobierno de Macri, y de los gobiernos universitarios que, tengan el color que tengan, aplican la misma política de forma casi invariable.


Paúl Lecea

Ex Concejal de Maipú por el PTS-FIT

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