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Red Internacional
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Fortaleza xenófoba. La Unión Europea y Túnez firman un acuerdo contra los inmigrantes

Hace unos días la Unión Europea firmó un nuevo acuerdo de 255 millones de euros con el régimen autoritario del presidente tunecino Kais Saied. Una “asociación estratégica” que incluye el refuerzo de la política antiinmigrante europea, a través de una externalización de sus fronteras.

Martes 18 de julio de 2023 21:58

Mark Rutte -primer ministro de Países Bajos-, Ursula von der Leyen -presidenta de la Comisión Europea-, Kais Saied -presidente de Túnez-, Giorgia Meloni -primera ministra italiana-.

Mark Rutte -primer ministro de Países Bajos-, Ursula von der Leyen -presidenta de la Comisión Europea-, Kais Saied -presidente de Túnez-, Giorgia Meloni -primera ministra italiana-.

Se trata, ni más ni menos, de una "asociación estratégica" para salvar el régimen de Saied y reforzar la política xenófoba europea.

Un mes después de una primera visita a principios de junio, Ursula Von Leyer, Giorgia Meloni, primera ministra de Italia y Mark Rutte, primer ministro holandés firmaron este último domingo el acuerdo con el régimen tunecino tras varias negociaciones. Un acuerdo que promete una subvención de 255 millones de la UE a Túnez, y que gira en torno a “cinco pilares”: “estabilidad macroeconómica, comercio e inversión, transición energética verde, acercamiento entre los pueblos, migración y movilidad ”.

Detrás de estos “pilares”, el acuerdo en realidad tiene como objetivo proporcionar un alivio económico a Túnez, que tiene una deuda equivalente al 80% de su PBI, desempleo e inflación masiva. La Unión Europea (UE), de esta manera, compromete así una ayuda presupuestaria de 150 millones de euros a Túnez para apoyar determinados sectores como el turismo, la agricultura, el transporte aéreo o el desarrollo de la industria "verde" con el fin de atraer también a inversores privados. Inversiones que beneficiarían a las potencias imperialistas europeas, como el gigantesco proyecto “Elmed” que prevé la instalación de una red eléctrica entre Túnez e Italia. Los otros 155 millones concedidos estarán direccionados hacia las políticas antiinmigrantes. El acuerdo también prevé una ayuda de 900 millones de euros, pero condicionados a que Túnez cierre una negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

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A cambio de esta ayuda financiera, la UE cuenta con Túnez para reforzar su papel como guardia de fronteras. De hecho, uno de los ejes principales del acuerdo incluye la externalización de las fronteras europeas para “controlar mejor la inmigración irregular”, en palabras de Mark Rutte. Esos 105 millones de euros serán concretamente para que Túnez forme a los guardacostas, además de financiar sus equipos de represión o vigilancia. Una suma a la que se agregaría, una oferta de 26 millones de euros propuesta por Gérald Darmanin, ministro del Interior de Francia, para "contener el flujo irregular de migrantes y promover su retorno".

“Promover los retornos” es un eufemismo para las expulsiones masivas de inmigrantes que llegan a Europa ansiando una vida mejor, que se supone se duplicarán con el futuro pacto europeo de “Inmigración” previsto para 2024. El gobierno de Saied consiguió que se modificara esta medida para aceptar únicamente a los retornados tunecinos, que representan una gran parte de las salidas del Magreb, y no a los inmigrantes subsaharianos (que era la petición inicial de la Unión Europea).

Por lo tanto, la Unión Europea acaba de comprometerse a financiar el régimen de Kais Saied, que ya está llevando a cabo una política abiertamente xenófoba y de seguridad . El régimen lleva meses esgrimiendo la retórica del "gran reemplazo" de la población árabe por la población subsahariana, lo que ha provocado una oleada de odio negrofóbico, llegando incluso a la organización de pogromos en Sfax (ciudad portuaria del sur de Túnez) este mes .

En la continuidad de su política racista, el régimen de Saied también ha puesto en marcha una auténtica cacería de migrantes, con linchamientos y expulsiones policiales en las fronteras desérticas con Libia y Argelia, dejando librados a su suerte a los migrantes en el desierto. Una política a la que la Unión Europea concederá ahora millones, como ya hizo en el pasado con Gadafi en Libia, o más recientemente con Erdogan en Turquía.

Un "nuevo modelo" de migración europea impulsado por Meloni

La firma del acuerdo se enmarca en el fortalecimiento de la política migratoria europea, de la que la externalización de las fronteras es una de las principales orientaciones, impulsada directamente por Giorgia Meloni. Según declaró este último domingo durante la reunión, el acuerdo con Túnez es “un nuevo paso importante para hacer frente a la crisis migratoria de forma integral” y “tal vez considerado como un modelo para el establecimiento de nuevas relaciones con el norte de África”.

Después de Túnez, que constituye una primera prueba, la Unión Europea pretende extender estas “asociaciones estratégicas” a un grupo de países del Magreb. Por ejemplo, se prevé reforzar los lazos con Marruecos, con el que España ya ha cerrado acuerdos de exteriorización de fronteras que fueron, en particular, la causa de la tragedia de Mellila. Un artículo de Euronews informa sobre los planes antiinmigrantes de Europa para el futuro: "Los 27 anunciaron un paquete de 60 millones de euros para los Balcanes Occidentales, 120 millones de euros para Egipto y 152 millones de euros para Marruecos. Los países vecinos no son los únicos que se benefician de la ayuda financiera. Nigeria, por ejemplo, obtuvo 28,4 millones de euros para apoyar los esfuerzos del gobierno. Bangladesh recibió 55 millones de euros y Pakistán 59 millones de euros para diversos programas como el retorno de solicitantes de asilo".

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Al igual que con el acuerdo con Túnez, la UE tiene la intención de confiar en los países semicoloniales para enviar un número máximo de inmigrantes fuera del continente, al tiempo que les pide que protejan las fronteras europeas, independientemente de la cantidad de naufragios en el Mediterráneo que implica esta política. Y dentro de la Unión Europea, este refuerzo xenófobo permite que la extrema derecha italiana tenga un papel protagónico: Meloni estuvo en el centro de las discusiones con Kais Saied así como con varios líderes del Magreb como Libia, y organizará el próximo domingo una gran cumbre nacional de "migración", donde Saied será el invitado de honor.

La Unión Europea, con gobiernos reaccionarios como los de Meloni, Macron y Kyriakos Mitsotakis (primer ministro griego), pretende convertir el Mediterráneo en un auténtico cementerio al aire libre. Como Alemania, que recientemente intensificó su caza de inmigrantes. En Francia, el gobierno de Macron lidera una política antiinmigrante reaccionaria que podría materializarse en una nueva ley de inmigración al comienzo del año escolar. Una política a la que todo el movimiento social debe oponerse enérgicamente, y defender la derogación de todas las leyes de seguridad y xenófobas, la apertura de fronteras y la regularización inmediata de todos los inmigrantes indocumentados. ¡Abajo la Fortaleza Europa!