Turquía exigió otros 3.000 millones de euros para contener a los refugiados en su territorio. La UE trafica con el régimen asesino de Erdogan mientras miles de refugiados están atrapados en Grecia.

Josefina L. Martínez @josefinamar14
Lunes 7 de marzo de 2016
Foto: En la pancarta puede leerse: “Poco a poco estamos muriendo aquí”, refugiados en Idomeni. EFE/Kay Nietfeld
Los 28 mandatarios de la UE se reunieron en Bruselas con el primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, para buscar una ‘solución’ a la crisis de los refugiados. Turquía pidió otros 3.000 millones de euros, por encima de una cifra similar ya comprometida, para detener a los refugiados fronteras adentro. También reclamó que se acelere la liberalización de visados a ciudadanos turcos para la UE.
El presidente del Parlamento Europeo confirmó que la UE está dispuesta a negociar estas condiciones con Turquía: “Se ha solicitado 3.000 millones de dinero adicional para 2018. El Parlamento Europeo está dispuesto a hacer lo que pueda para acelerar el proceso", dijo Schulz.
Estos 6.000 millones de euros constituyen un monto muy superior a lo que Grecia se vio obligada a recortar en pensiones y otros gastos en su presupuesto 2016 para cumplir con las exigencias de la Troika (2.532 millones). Ahora los recibirá el Estado turco a cambio de garantizar un “cerrojo” firme para cortar la oleada migratoria que llega a Europa desde Siria, Irak, Afganistán y otros países. Turquía se compromete a aceptar de forma inmediata a ‘todos’ los refugiados que lleguen a Grecia y a los considerados “inmigrantes económicos ilegales” rechazados por la UE. A cambio solicita que se habilite un mecanismo para trasladar a refugiados desde este país a la UE, de acuerdo a los cupos establecidos por Bruselas.
Este último punto ha sido cuestionado por el bloque de los países del este, que se niegan a cumplir con los ‘cupos’ propuestos por Bruselas y son los que han implementado medidas más restrictivas para los refugiados cerrando sus fronteras. Por este motivo la cumbre no terminó con una resolución clara, y la UE se tomará unos días para responder a las exigencias de Turquía.
La cumbre de la UE con Turquía llega en un momento donde la represión del régimen de Erdogan contra toda la oposición política y social ha alcanzado niveles extremos. Tan solo en la última semana el gobierno cerró un periódico de la oposición, reprimió una manifestación de mujeres por el 8 de marzo y continuó con su ofensiva militar contra el pueblo kurdo, asesinando activistas y milicianos kurdos. Pero nadie habló de estos temas en la cumbre europea.
El cinismo de los mandatarios europeos parece no tener límites. Este domingo, el presidente checo, Milos Zeman, dijo en una entrevista en televisión que Grecia podría pagar su deuda instalando centros de deportación donde recluir a los refugiados que deporten los países europeos. "Una idea original que podría matar dos pájaros de un tiro", dijo Zeman.
"Se construirían centros de detención en islas griegas, adonde serían deportados los inmigrantes desde Europa (...) y, al mantener estos centros de detención, Grecia pagaría su deuda externa, de otro modo incobrable", explicó.
Grecia, ‘trampa de almas’
La región de Idomeni en Grecia se ha transformado en un infierno para más de 10.000 refugiados, a los que se les impide pasar por la frontera de Macedonia hacia la ruta de los Balcanes. Macedonia ha establecido un “cupo” diario de no más de 500 refugiados y está devolviendo a muchos de ellos.
El campamento de Idomeni está completamente desbordado. Periodistas y activistas de ONGs presentes en el lugar informan que los refugiados deben hacer filas de varias horas para recibir agua o un sándwich, que no hay baños y los niños enferman por el frío y la lluvia.
Están hartos de que nadie les ayude, de que no les dejen pasar. Hacen una protesta en las vías del tren. #Idomeni pic.twitter.com/RHZD9l39hu
— Lau (@shul_evolution) 7 de marzo de 2016
Coger algo de ropa es tener mucha suerte, es una auténtica locura y esto lo hacen los voluntarios anónimos. #Idomeni pic.twitter.com/fgWKqQOrfc
— Lau (@shul_evolution) 7 de marzo de 2016
La negociación de la UE con Turquía no busca una salida de fondo a la crisis de los refugiados, sino evitar que sigan llegando a Europa, así ya no serán un ‘problema europeo’.
Numerosos activistas y organizaciones están planteando que es urgente y necesario un movimiento masivo por la libertad de circulación de las personas, derechos plenos para los refugiados, abolición de todos los centros de detención para extranjeros y fin de las deportaciones, anulación de todas las restricciones para los migrantes y las leyes migratorias discriminatorias, protección social inmediata para los refugiados, mujeres y niños y creación de trabajos genuinos. Un reclamo que está ligado a la lucha contra todas las injerencias y guerras imperialistas que son fuente permanente de conflictos y desplazamientos masivos de poblaciones, huyendo de la miseria y las guerras.

Josefina L. Martínez
Nació en Buenos Aires, vive en Madrid. Es historiadora (UNR). Autora de No somos esclavas (2021). Coautora de Patriarcado y capitalismo (Akal, 2019), autora de Revolucionarias (Lengua de Trapo, 2018), coautora de Cien años de historia obrera en Argentina (Ediciones IPS). Escribe en Izquierda Diario.es, CTXT y otros medios.