Hace 14 años se publicó en la gaceta oficial del DF la aprobación de la ILE en la capital de México. Aunque significó un avance en nuestros derecho sexuales y reproductivos esto tiene limitantes y nos plantea retos para pensar el aborto legal en todo el país.
Joss Espinosa @Joss_font
Lunes 26 de abril de 2021
Imagen: Kathia Recio
El 24 de abril de 2007 en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (hoy CDMX) se aprobaron reformas al código penal y la Ley de Salud local para despenalizar el aborto. Ahí se establece la Interrupción Legal del Embarazo por cualquier causal hasta la semana 12 de gestación. El 26 de abril fue publicado esto en la Gaceta Oficial del Distrito Federal. Entró en vigor al día siguiente, aunque de manera formal, ya que se indicaba que la ILE podía ser aplicada en cualquiera de los hospitales y clínicas, algo que no es así.
Fue hasta mayo de 2008 que se aprobó el uso de medicamentos como un método para la ILE. Este comenzó a implementarse en una clínica exclusiva para el ILE y el seguimiento de derechos sexuales y reproductivos. Actualmente existen 13 clínicas en la CDMX que brindan la ILE con medicamento.
Lo anterior, sin duda, fue producto de la lucha y la presión que ejerció el movimiento de mujeres para garantizar el derecho al aborto en CDMX. Luego de la aprobación de la ILE en la capital, devino una serie de ataque a los derechos sexuales y reproductivos, en el que congresos locales del interior de la república aprobaron candados que impedían avanzar con el derecho al aborto.
Sumado a esto, la criminalización a las mujeres que se practicaban abortos en los estados aumentó, con decenas de casos emblemáticos, de presas por abortar, o de historias terribles donde el personal médico, junto con la iglesia, señalaban a las mujeres de asesinas y un sinfín de epítetos que criminalizan que las mujeres podamos decidir libremente sobre nuestros cuerpos.
Algo similar hemos visto desde 2019, cuando fue aprobada la despenalización del aborto en Oaxaca el 25 de septiembre de dicho año. Tras la despenalización en Oaxaca, hemos visto una oleada conservadora antiderechos, tanto los congresos locales de diversas entidades que desecharon iniciativas para la despenalización del aborto, así como la aprobación de leyes que “protegen la vida desde la concepción”, que no es otra cosa que un eufemismo para que las mujeres no podamos tener plenos derechos sexuales y reproductivos.
Las cifras más allá del discurso
Según las cifras oficiales desde la despenalización del aborto en la CDMX en 2007 al 31 de diciembre de 2020 se registraron 231,901 Interrupciones legales de embarazos en las clínicas oficiales de CDMX; a esto se suman los abortos aplicados en clínicas privadas.
Hay que aclara que las clínicas del ILE tienen severos límites. Por un lado, hay 13 clínicas en toda la ciudad, en las cuales no sólo se atienden mujeres capitalinas, sino del conjunto del país. En esas 13 clínicas no se atiende todo el día ILEs, se entregan entre 20 y 30 fichas, en la madrugada, obligando a mujeres a hacer filas desde las 3 o 4 de la mañana, lo cual es un verdadero calvario para las mujeres que quieren abortar. Por otro lado, como explicábamos al inicio, estas clínicas en su mayoría realizan esta práctica con medicamentos, sin un seguimiento clínico, únicamente entregan las tomas suficientes y nos envían a abortar a nuestras casas.
Sumado a esto, la ILE solo es gratuita para las mujeres procedentes de la ciudad, para el resto de quienes asisten del interior de la república o del extranjero tiene un costo. Algo que no es una cifra menor, pues de la cifra antes señaladas de interrupciones realizadas desde 2007, alrededor de 71,418 fueron solicitadas por mujeres por fuera de CDMX. Esto, sumado a los costos de traslado a la ciudad, hace que sea un sector pequeño el que pueda acceder a ello, orillando al resto a continuar con embarazos no deseados o a la clandestinidad y, por ende, la inseguridad.
Si miramos las cifras, según el rango de edad, vemos que el mayor porcentaje de quienes solicitan una ILE son adolescentes, representando un 45.91 % aquellas que lo realizaron entre los 18 y 24 años, seguido de un 23.51 % aquellas que lo hicieron entre los 25 y 29 años.
Los límites
La cifra de más de 231 mil ILEs realizadas en clínicas públicas de la CDMX si bien muestra un avance, también como hemos desarrollado muestra las limitantes que ha tenido la despenalización del aborto en CDMX; además contrasta con la terrible realidad del embarazo adolescente y embarazos no planeados en México.
En primer lugar, México es el puesto número 1 en embarazo adolescente entre los países que componen la OCDE. Se estima que año con año se registran más de 21,500 embarazos en menores de 19 años, debido en gran parte a la deficiente educación sexual, y la falta de métodos anticonceptivos. A esto se suma la terrible situación de violencia que vivimos las mujeres.
Por otro lado, se estima que sólo a causa de la pandemia 1,172,152 mujeres sexualmente activas no podrán acceder a métodos anticonceptivos brindados en los centros de salud y hospitales durante el año. A partir de ello, se estima que pueden haber alrededor de 145,719 embarazos no planeados o deseados, sumado a las cifras que se dan regularmente año con año.
Retos para la lucha por el derecho al aborto
A 14 años de la despenalización del aborto en la CDMX, los retos para el movimiento de mujeres son muy grandes. Desde hace años vemos el emerger de un potente movimiento de mujeres, que tiene como una de sus principales banderas el aborto legal, seguro, libre y gratuito.
Estas fechas, más que ser conmemorativas, nos recuerdan que aun hay mucho camino por recorrer en la conquista de nuestros derechos; de ahí que sea vital que aprendamos de la historia de lucha por nuestros derechos, pues, así como se consiguió la despenalización en 2007 producto de la lucha, o como lo muestra el ejemplo de las compañeras argentinas a finales del año pasado, es precisamente la lucha combativa y en las calles es la que podrá garantizarnos nuestros derechos.
Más aun cuando los partidos de la oposición de derecha que intentan presentarse como “feministas” o defensores de la vida de las mujeres, como el PAN, el PRI o el PES, son los principales enemigos de los derechos de las mujeres, y votan en contra de iniciativas por la despenalización del aborto, o promueven leyes que restringen nuestros derechos.
Por otro lado, el Morena que tiene el gobierno federal y la mayoría en las cámaras de diputados y senadores a nivel nacional no ha hecho nada para que este derecho avance; intenta presentarse como progresista, pero tiene una posición ambigua sobre el aborto, ya que mientras algunas figuras como Sánchez Cordero afirman que el aborto va a ser despenalizado por la 4T, en su seno aparecen figuras como Lilly Téllez o Célida López, que criminalizan a las mujeres por querer decidir sobre sus cuerpos. De ahí la necesidad de que el movimiento de mujeres refrende su carácter independiente, tanto del gobierno como de la derecha.
Es momento de impulsar una gran campaña nacional por aborto legal en todo el país, para conquistar en las calles, que sea ley.
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*Cifras de la SSCDMX en Interrupción Legal del Embarazo – Estadisticas