Se muestra que la asignación de plazas es una decisión política que poco o nada tiene que ver con las necesidades de las escuelas, el aparato burocrático de la SEP sigue manejando las plazas a su antojo.
Eva Parra Maestra de secundaria en el DF
Sábado 22 de agosto de 2015
Cientos de egresados normalistas, que participaron en el reciente concurso para ingresar al servicio profesional docente en las escuelas secundarias del D.F., fueron convocados el pasado 20 de agosto por la Administración Federal de Servicios Educativos en el D.F. (AFSEDF) a presentarse en la Secundaria General Núm. 14 “Albert Einstein” para la asignación de las plazas docentes, de acuerdo con la convocatoria para el ciclo escolar 2015-2016.
Desde las 8 de la mañana comenzaron a llegar los jóvenes maestros que resultaron “idóneos” en el examen (el 66.31% del total de los egresados normalistas que lo presentaron en el D.F.). Aguardaban esperanzados por conseguir una plaza, pero al final muchos de ellos tuvieron que volver a casa con las manos vacías, ante la incompetencia y arbitrariedad de los que presumían que con estos mecanismos “profesionalizarían” la docencia.
Nuevos engaños contra el Magisterio
Desde el inicio del proceso se dieron irregularidades. A pesar de que este año la convocatoria permitía a los maestros que ya están en servicio presentar este examen con la intención de obtener una mejor plaza (ya sea por lo lejano del centro de trabajo, porque cubrían interinatos o porque tenían una plaza con pocas horas), los que lo hicieron no fueron llamados para la asignación, aún si resultaron “idóneos”.
De los maestros de Español y Matemáticas a los que supuestamente se les asignaría ese día una plaza, más de la mitad tuvieron que volver a sus casas sin nada más que el enojo y la decepción de haber sido engañados, pues los hicieron presentarse, pero no les ofrecieron nada. Las explicaciones que les dieron los funcionarios de la AFSEDF eran una más absurda que otra. Primero les dijeron que el sistema se había “caído”, por lo que tendrían que volver otro día; luego que se habían acabado las plazas, pues aunque “hay plazas para todos” no sabían las ubicaciones de las mismas.
Ante la inconformidad de los maestros presentes, el Lic. José Luis Novelo, quien dijo ser el Director de Empleo de la AFSEDF, tuvo que dar la cara y aclaró que a las horas/ plaza requeridas por escuela decidieron fraccionarlas, para que alcanzaran a cubrir la demanda de los aspirantes “idóneos”.
Por ejemplo, si cierta escuela solicitaba un maestro con 30 horas, ellos pensaron que era mejor tener 2 maestros con 15 horas cada uno, en una muestra patente de la lógica con la que buscan precarizar el “servicio docente”. Pero -a decir del mismo funcionario- las direcciones operativas -que, como su nombre lo indica, se encargan directamente de la operación de las escuelas-, “no estuvieron de acuerdo” y los responsables de las plazas tuvieron que retroceder, dejando sin opción a muchos aspirantes de los que ya habían convocado.
No obstante, el funcionario les dijo que no se preocuparan ya que todos iban a obtener una plaza… pero quién sabe cuándo.
Estas declaraciones muestran la completa ignorancia que tienen los mismos responsables de implementar la “reforma educativa”, tanto del sistema educativo como de sus necesidades. Ya era sabido que las plazas ofertadas a nivel nacional no serían suficientes para todos aquellos maestros que resultaron “idóneos”. Sin embargo, como se está demostrando, la asignación de plazas es una decisión política que poco o nada tiene que ver con las necesidades de las escuelas, como nos quieren hacer creer; el aparato burocrático de la SEP sigue manejando las plazas a su antojo, lo que no ha cambiado con la aplicación del examen.
Aumento del presupuesto educativo
La generación de nuevas plazas necesita de recursos. La intención de “partir” las horas requeridas y hacer con ellas dos o más plazas, busca abaratar el costo para el estado ocupando maestros en servicio mal pagados, precarizados y con escasas horas de trabajo, lo que va directamente en contra no sólo de sus derechos sino de mejorar la educación pública. Frente a eso, es más actual que nunca luchar por el aumento del presupuesto para la educación, sobre la base del No Pago de la Deuda Externa e impuestos progresivos a las fortunas de los grandes magnates como Slim.
Mientras la educación continúe en manos de la casta de funcionarios corruptos e ineptos que forman parte del régimen político; mientras las decisiones educativas no se tomen democráticamente entre los maestros, alumnos y comunidades y sean ellos los que expresen las necesidades de las escuelas; mientras se continúen imponiendo los criterios empresariales en la educación pública, el caos y las arbitrariedades seguirán siendo cosa de todos los días... así evalúen mil veces a los maestros. Es el magisterio, organizado desde las bases, junto al conjunto de la comunidad educativa, el que puede decidir el curso de la educación de acuerdo a los intereses de las grandes mayorías populares.
Los aspirantes “idóneos” y no idóneos, normalistas o no normalistas, tienen el reto de unirse y movilizarse con el fin de lograr trabajo para todos y recuperar el derecho a una plaza automática basificable para los egresados normalistas.