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Red Internacional
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UNIDAD DE LA CGT O UNIDAD DE LOS TRABAJADORES. La burocracia sindical quiere contener a la clase obrera

Por estos días los principales dirigentes sindicales vienen discutiendo si se formará un triunvirato o solo un dirigente será el líder supremo de la Central reunificada. Afirman que habrá un documento crítico hacia el gobierno nacional, pero de medidas de lucha para enfrentar el ajuste mejor ni hablar.

Jueves 28 de julio de 2016 00:30

Si uno ve qué actores son los que están participando en este intento de unificación de las CGTs, no llama la atención su inmovilidad ante los ataques. Los hasta ayer afines al kirchnerismo como Antonio Caló de la UOM y Ricardo Pignanelli del SMATA y los entonces opositores, como Hugo Moyano de Camioneros y el “Momo” Venegas de la UATRE, son todos viejos conocidos para los trabajadores y no precisamente por habérsela jugado en las luchas.

Incluso con el nuevo gobierno aquellos dirigentes sindicales que decían que iban a organizar la resistencia, como Caló, mantuvieron una política de entrega ante las paritarias, los despidos y los tarifazos. Ni hablar de personajes como el “Momo” Venegas, que fue afín a cuanto gobierno anti-obrero hubo. Apoyó a Menem y ahora a Macri, de quién parece ser su mejor interlocutor.

Ninguno tiene una política para defender a los trabajadores de las pequeñas industrias, como en el cordón industrial de Rosario, donde predomina el trabajo precario y en negro.

La unificación de las CGTs está puesta en función de contener a los trabajadores en un momento en que la situación económica va a estar cada vez más difícil para el pueblo trabajador.

La burocracia sindical actúa de esta manera agradeciendo al macrismo, que les devolvió el pago de la deuda de las obras sociales que le debía el anterior gobierno. Son tipos que cobran 215 mil pesos como Moyano, o que están sentados en sus sillones desde hace 30 años. Nada tienen que ver con la realidad de los trabajadores, y menos con la realidad de los precarizados y los contratados que son cerca del 40% del país y cobran en promedio 8 mil pesos.

Las patronales van a buscar más competitividad a través de la mayor flexibilización de los trabajadores, por esto precisan un acuerdo con las burocracias sindicales y con los gobiernos de turno. El cacerolazo contra los tarifazos no les llegó, no llamaron a una jornada de lucha y mucho menos a un paro nacional. Y también se negaron a luchar contra el impuesto a las ganancias.

Se necesita otra representación sindical que verdaderamente responda y exprese lo que siente la clase trabajadora.

En síntesis esta reunificación tiende a garantizarle al gobierno la paz social que necesita para hacer pasar sus planes de ajuste.

Unidad por abajo para que tiemblen los de arriba. Hay que pensar la organización desde las bases de manera democrática. Que todo pase por la asamblea. Obviamente que esto es un proceso para llegar a pelear por sindicatos verdaderamente independientes de la patronal y de los gobiernos de turno. Hay que impulsar las asambleas, hay que impulsar elecciones democráticas de delegados, que sean revocables y que vuelvan a trabajar a la línea de producción.

Hay un movimiento obrero joven que no tiene la carga de las derrotas de los 90 y que tampoco se identifica con el peronismo y su estrategia de conciliación de clases. Hay que construir con ellos esta democracia de base para lograr la más amplia unidad para derrotar a la burocracia y recuperar los sindicatos.