La quiebra del mayor prestamista de las startups en Estados Unidos despertó el caos en las bolsas globales. El desplome de SVB y de otros bancos menores como Signature muestra otra de las consecuencias de la suba sostenida de las tasas de interés de la Fed. El Gobierno salió al rescate de los emprendedores defensores del libre mercado, con fondos bancarios y nueva emisión. A su vez, las tecnológicas planean continuar con decenas de miles de despidos.
Jueves 16 de marzo de 2023 08:03
“El sistema bancario de los Estados Unidos es sólido, sus depósitos están seguros” y “estarán disponibles cuando los necesiten”, anunció el presidente estadounidense, Joe Biden, para frenar el nerviosismo financiero que se desató este lunes. La reacción en los “mercados” era esperable tras la mayor quiebra bancaria desde la crisis financiera de 2008.
En Wall Street el índice de bancos KBW llegó a caer un 12%, y la jornada terminó con resultados mixtos ese día. Los precios de los bonos del gobierno se dispararon y los rendimientos del Tesoro de EE. UU. a dos años registraron su mayor caída en un día en 36 años. En Europa las bolsas cerraron en rojo empujadas por las caídas de las acciones bancarias, el efecto contagio no se detuvo ahí. El miércoles las acciones de Credit Suisse se hundieron un 30 %, en la apertura del jueves repuntaron tras el anuncio de respaldo de liquidez que recibirá del Banco Central de SUiza.
La caída de Silicon Valley Bank -un viernes 13- abrió un debate nodal ¿cuál es la relación con la política de suba de tasas de la Fed? El diario financiero inglés, Financial Times, señalaba que pocos meses antes tuvo lugar “la breve crisis de los bonos del gobierno del Reino Unido, lo que subraya los riesgos ocultos en el sistema financiero a medida que los bancos centrales elevan rápidamente los costos de endeudamiento.”
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Pero sobre todo volvió a confirmar que ante las crisis financieras son los Estados quienes salen al rescate de los capitalistas. Sucedió en 2008 tras la caída de Lehman Brothers por la crisis de las hipotecas. En esta oportunidad, en un comunicado conjunto entre la Reserva Federal, el Tesoro estadounidense y la presidencia se aseguró que se pondrán a disposición fondos adicionales para las instituciones y así ayudar a garantizar que los bancos tengan la capacidad de satisfacer las necesidades de sus depositantes.
“La Secretaria del Tesoro Yellen, luego de consultar con el Presidente, aprobó acciones para permitir que la FDIC complete sus resoluciones de Silicon Valley Bank y Signature Bank en una manera que protege completamente a todos los depositantes, tanto asegurados como no asegurados” , se leía en el comunicado.
Silicon Valley Bank fue hasta el pasado viernes el prestamista elegido por los emprendedores estadounidenses, principalmente tecnológicas y empresas de salud. La región del mismo nombre es conocida por atraer inversiones de grandes compañías como Google, Microsoft, Facebook, Apple, Tesla, Netflix, entre otras. Una vez más el Estado “salva” a los empresarios garantizando sus depósitos, pero sin hacer anuncios respecto a los despidos que ya se anticipan derivados de esta quiebra. El economista Martin Wolf sostuvo que “si los costos amenazados son lo suficientemente grandes, tendrán éxito. Es así como, crisis a crisis, hemos ido creando un sector bancario en teoría privado, pero en la práctica tutelado por el Estado.”
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Algunas claves que explican la caída del banco de los emprendedores
El banco de confianza de las startups con sede en Santa Clara (California) fundado hace 40 años por Roger Smith, se encuentra bajo administración judicial de la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDCI por sus siglas en inglés), luego de su quiebra. La FDIC actúa como un síndico, es una agencia estatal independiente que asegura los depósitos bancarios y supervisa a las instituciones financieras, tiene la potestad de liquidar los activos del banco para pagar a sus clientes, incluidos los depositantes y acreedores.
Al momento de analizar la concatenación de hechos que precipitaron la caída del SVB, se recomienda tener en cuenta al menos 3 aspectos: la situación de las empresas tecnológicas, el impacto de la suba de tasas de la Fed y la desregulación en el sistema bancario. Veamos:
Según datos de la FDCI, a fines del año pasado los activos totales del SVB ascendían a U$s 209 mil millones. Esto lo posicionaba entre los principales 20 bancos comerciales estadounidenses. Se dedicaba a tomar depósitos e invertirlos, principalmente financiando a empresas tecnológicas en sus inicios.
También había optado por volcar parte de sus depósitos en bonos del Tesoro estadounidense a 10 años, considerados de bajo riesgo en momentos en que la tasa de interés de la Fed se encontraba baja. Cuando su política monetaria se volvió más contractiva, con aumentos de tasas para controlar la inflación, estos bonos se desvalorizaron. Sólo en el 2022 el Banco Central de Estados Unidos aumentó 7 veces la tasa de interés, que actualmente se encuentra en un rango objetivo entre 4.5% y 4.75%. En consecuencia, una parte de las inversiones del SVB comenzaron a tener pérdidas.
La quiebra del mayor prestamista de las startups en Estados Unidos despertó el caos en las bolsas globales este lunes. El desplome de SVB y de otros bancos menores como Signature muestra otra de las consecuencias de la suba sostenida de las tasas de interés de la Fed. Una vez más, los Estados capitalistas garantizan salvar a las empresas, pero sobre los despidos en puerta derivados de esta situación no dicen nada.
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En paralelo, uno de los sectores más afectados por este encarecimiento del crédito fue el tecnológico, que sufrió bajas en la cotización de sus papeles. Este retroceso devino en una menor recaudación de las empresas startups, aumentando el retiro de depósitos en efectivo para cumplir con sus obligaciones. Para graficar esta situación, entre marzo de 2022 y febrero de 2023 los depósitos del SVB cayeron un 17%, pasando u$s 198.000 millones a u$s 165.000 millones, respectivamente.
Para hacer frente a la demanda constante de liquidez, el banco tuvo que vender títulos a pérdida (u$s 1.800 millones). Ante este escenario los ejecutivos resolvieron salir a vender u$s 2.250 millones de dólares en nuevas acciones para compensar el balance, generando una fuerte desconfianza que precipitó la corrida bancaria contra el SVB. El resultado quedó a la vista, las acciones del SVB se desplomaron en Wall Street, arrastrando a otros bancos como el neoyorquino Signature, y el First Republic, este último no quebró.
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Incertidumbre financiera global ¿quién paga la crisis?
Distintos analistas señalaron que lo sucedido al banco de los emprendedores podría haberse evitado, si bien el estado financiero estaba comprometido fue la mala comunicación de la situación lo que desató el pánico entre los clientes. El economista Michael Roberts Roberts señalaba en su blog sobre la caída del SVB que “las crisis financieras siempre comienzan con los más débiles o los más imprudentes. Este es un banco que estaba siendo exprimido por las tijeras de una caída inminente : la caída de las ganancias en el sector tecnológico y la caída de los precios de los activos causada por el aumento de las tasas de interés.”
El desplome del Credit Suisse este miércoles es una clara muestra del efecto Silicon Valley. Recobra fuerza una nueva oleada de incertidumbre financiera global, empeorando los pronósticos de la economía mundial. Con perspectivas de bajo crecimiento, creciente inflación en las principales economías del mundo, impulsada por los efectos de la guerra entre Ucrania y Rusia que disparó los precios de la energía y de materias primas.
Otro aspecto que salió a la luz antes la crisis bancaria fue el impacto de la desregulación del sistema financiero. A partir de la reforma a la ley Dodd Frank en 2018, un guiño de Trump al capital financiero flexibilizando una ley que “intentaba” regular a los “mercados” para evitar situaciones de fraude como las que ocasionaron la crisis de 2008. El nobel de economía Joseph Stiglitz señaló al presidente de la Fed -Jerome Powell- recordando que “formó parte del equipo regulador de Donald Trump que trabajó para debilitar las regulaciones bancarias Dodd-Frank” y que implicaron “liberar a los bancos pequeños" de los estándares aplicados a los bancos más grandes y sistémicamente importantes.”
Para el caso del SVB estas flexibilizaciones dejaban al 96 % de sus clientes sin cobertura, ya que sus depósitos superaban los u$s 250.000. Ante la crisis, el mensaje de la Casa Blanca, la Reserva Federal y el Tesoro estadounidense fue garantizar los depósitos de todos los fondos del SVB. ¿De dónde salen esos fondos? Una parte sale del FDIC (conformado por fondos bancarios), lo que falte probablemente de nueva emisión por parte de la Fed.
El 22 de marzo la Fed dará a conocer si mantiene el rumbo de suba de tasas o lo frena. Para Goldman Sachs las subas se detendrán "a la luz de las recientes tensiones en el sistema bancario". Pero la inflación en Estados Unidos continúa en niveles históricamente elevados, las medidas aplicadas agudizan las tendencias recesivas. Las tecnológicas ya vienen descargando el costo de las perdidas sobre los trabajadores. En sólo 3 meses los despidos masivos ascendieron a 130.000. Socializan las pérdidas.
La inestabilidad financiera con epicentro en Estados Unidos y Europa, tensa las contradicciones de la economía mundial. Son los países pobres los que estarán en peores condiciones de enfrentar sus consecuencias. Sin embargo, también golpea sobre el nivel de vida de las mayorías trabajadores en los países centrales.
Nuevamente queda en evidencia como los grandes capitalistas conducen al caos económico al mundo. Por eso es necesaria una transformación revolucionaria y socialista de la sociedad. Para evitar que cada nueva crisis financiera o bancaria empuje a millones a la pobreza más aguda.
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Guadalupe Bravo
Nacida en Trenque Lauquen, Provincia de Buenos Aires en 1985. Es economista, recibida en la UBA. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2004. Coedita la sección de Economía de La Izquierda Diario.