Julián Domínguez y Patricio Mussi participaron junto a docentes de la provincia de Buenos Aires de un encuentro realizado en Berazategui durante el fin de semana. ¿Qué se dijo?
Lunes 13 de abril de 2015 08:00
El sábado 11, durante la misma semana en la que miles de docentes tuvimos problemas con el cobro de nuestros salarios, se realizó en Berazategui el encuentro “Patria Educativa” con la presencia de Juan Patricio Mussi, intendente del municipio, y Julián Domínguez, presidente de la Cámara de Diputados, ambos precandidatos a gobernador de la provincia de Buenos Aires. En el encuentro, llamado para exponer y debatir sobre “los logros y desafíos en materia educativa” durante el kirchnerismo, también estuvo presente el secretario de Educación de la Nación, Jaime Perczyk.
Estos encuentros se vienen realizando en todo el país. El viernes tuvo lugar otro en la provincia de Chaco con la presencia de Jorge Capitanich, defendiendo “los éxitos del modelo nacional y popular” en la educación pública.
En Berazategui se realizó en el centro deportivo y cultural “Roberto De Vicenzo”, donde, según crónicas periodísticas, concurrieron docentes del distrito y de Avellaneda, Lanús, Ezeiza, Quilmes, Lomas de Zamora y La Matanza, entre otros.
Los docentes ¿la columna vertebral?
En su discurso, Perczyk se encargó de enumerar y elogiar los “avances” en educación en la década kirchnerista, resaltando las “enormes” diferencias con los neoliberales quienes “dicen que gastamos mucho en educación porque ellos prefieren achicar ese ´gasto´, y eso implica un ajuste. Esto se encuentra en las antípodas de nuestro modelo de país que quiere continuar con la ampliación de derechos para todo el pueblo argentino”. De esta manera el Secretario expresaba su fidelidad con el relato educativo K, que se presenta a sí mismo como “rupturista” de la lógica de los ’90, pero que en los hechos presenta más continuidades que rupturas con el del menemismo.
La descentralización educativa hacia las provincias no fue modificada en 12 años de kirchnerismo, por la que el Estado nacional realiza un gasto ínfimo por provincia, acentuando la desigualdad entre cada sistema provincial. Mientras que en el 2014 el Estado nacional gastó en subsidios a empresarios más de $140.000 millones de pesos, la inversión en educación fue de $61.000 millones, lo que habla a las claras de las prioridades del “modelo”.
Pero Julián Domínguez no se quedó atrás del secretario de Educación en la magnificencia de sus palabras. Afirmó que “los docentes son la columna vertebral de la Argentina que viene, la educación define el proyecto de país y el proyecto de provincia”. Podríamos creerle si no fuera porque Domínguez es parte del gobierno que mantiene a la mayoría de los docentes con salarios por debajo de la canasta familiar, obligados a trabajar 2 y hasta 3 turnos para llegar a fin de mes, en escuelas que siguen cayéndose a pedazos, donde los chicos reciben viandas miserables y de mala calidad, y en el que la inclusión educativa será sólo una expresión de deseo.
A su vez, Mussi se jacta de doblar la inversión en seguridad para este año, unos $100 millones, siendo el 30% de su presupuesto municipal, mientras que en materia educativa el gran “éxito” fue construir 18 escuelas en 4 años de gestión.
Los buitres de la educación, puertas adentro
Perczyk afirmó el sábado que “la pelea con los fondos buitres también es educativa. Hay quienes quieren restringir los derechos de los trabajadores, nosotros pensamos que hay que defender con orgullo y alegría lo que tenemos construido en estos años”. Pero si entendemos el derecho a huelga como un derecho fundamental (y constitucional) de los trabajadores, la primera en atacarlo es la propia Presidenta, como se vio en el discurso en cadena nacional durante el paro del 31M, donde intentó enfrentar a los trabajadores que ganan un poco más que el valor de la canasta familiar con la mitad del país que gana $5.500 en promedio.
La pérdida de poder adquisitivo del salario docente viene dese hace varios años, debido a que las conducciones sindicales aceptan acuerdos paritarios por debajo de la inflación, lo que en los hechos implica un ajuste. Durante la huelga del año 2013, 91 intendentes de la provincia de Buenos Aires firmaron una solicitada que reclamaba a los maestros que no realicen paros para pelear por sus salarios. Mussi, quien el sábado aplaudía las palabras del secretario de Educación, fue uno de los firmantes de esa solicitada. O sea, la restricción de los derechos de los trabajadores también es patrimonio del relato K.
La educación atravesada por la campaña electoral
La interna del FPV atraviesa el desfile de inauguraciones de obras públicas, bibliotecas y jardines de infantes que lleva adelante el delfín político de Cristina. Durante el último paro docente, Mussi expresaba su recelo al gobernador, exigiéndole una inmediata solución al conflicto. Al mismo tiempo recorría escuelas con Sergio Urribarri, gobernador de Entre Ríos, quien pretende disputarle la candidatura presidencial a Scioli. Durante la estadía del entrerriano en Berazategui, el intendente no ahorró en elogios: "no solamente es un gran gobernador, sino un gran ser humano. Ojalá pueda trasladar el modelo exitoso de Entre Ríos a toda la República". Toda una declaración de guerra al sciolismo.
Mussi, junto a Julián Domínguez, se lanzan como precandidatos a gobernador bajo el padrinazgo político de Julio De Vido, halagándose mutuamente y prometiendo acompañarse para “llevar a la provincia de Buenos Aires el modelo nacional”. De esta manera salen a enfrentarse abiertamente a Martín Insaurralde, quien esta semana parece retornar a las filas K de la mano de Scioli. Esto llevó a varios fieles a Cristina, como Aníbal Fernández, a salir a criticarlo por su desplante a quienes lo convirtieron en una personalidad pública más allá de Lomas de Zamora.
Mussi y Domínguez, si bien lograron que varios diputados salieran al cruce de Insaurralde, no pudieron lograr aún el apoyo amplio de los barones del conurbano, quienes los ven como una “construcción mediática con plata de Planificación”. Sin embargo, sí cuentan con la banca de la propia Cristina. “Mussito”, como lo llaman algunos de sus detractores, fue el único intendente del conurbano que fue nombrado y elogiado por la Presidenta en la apertura de las sesiones ordinarias el 1 de marzo.
Este gran espectáculo que es la interna del peronismo recién comienza. Veremos quién sale victorioso. Pero lo que ya está claro es que sea quien sea el candidato patronal que gane la pulseada, los trabajadores no serán los convidados de la fiesta.