Inflación. La canasta escolar inalcanzable: con la ayuda del Gobierno apenas se puede comprar una mochila

Por estos días, caminar por la calle Mitre, entre Uriburu y Pueyrredón, en el barrio porteño de Once se vuelve difícil. Y no es por culpa del calor o de los mosquitos, o no solamente. Sino por la cantidad de gente que hace cola ya no para entrar a los negocios sino para comprar en los puestos callejeros.

Quienes tienen a su cargo menores en edad escolar están sufriendo uno de los golpes inflacionarios más fuertes de este principio del 2024: armar la canasta escolar. Ni hablar de lo duro que puede ser si a la escuela hay que mandar más de un hijo o hija. Con los precios desatados, para muchas familias trabajadoras la única posibilidad de que eso suceda es comprar en la calle o en las ferias. Y hasta en muchas oportunidades resignar el deseo de que sus hijos "estrenen" cosas y comprar usado.

Puestos en calle Mitre, barrio de Once

Anuncios inflados

La semana pasada, el Gobierno nacional anunció con bombos en platillos el aumento en el monto de lo que se conoce como la Ayuda Escolar Anual y la ampliación del universo de personas que pueden recibirla de ahora en más. Así, la noticia que quiso imponer es que el incremento oficial fue de más del 300% (se elevó de $ 17.000 a $ 70.00), sin embargo rápidamente esa noticia fue opacada por otra: resulta que la inflación interanual de la canasta escolar fue del 450%.

Esta cifra fue estimada por la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, que hizo un informe en base a un relevamiento sobre el incremento en los precios de 35 artículos, que comprenden útiles escolares pero también otras cosas necesarias como zapatillas y guardapolvos. Este número surge de comparar los precios de febrero 2024 con respecto a febrero 2023 y es un promedio. Porque hay muchísimos artículos que lo superan ampliamente.

Fuente: Defensoría del Pueblo PBA

Como se ve, el incremento es directamente delirante en algunos artículos. Entre ellos, el lápiz grafito y el papel glacé, que aumentaron más del 800%, o un cuaderno de tapa dura que aumentó más del 700%. Una rápida incursión a una librería de cualquier barrio de la Ciudad de Buenos Aires nos sirve para tomar dimensión de para cuánto alcanzan esos $ 70.000.

 Carpetas N° 3: por lo general se piden dos por cada niña o niño a partir de 4 grado. Y tienen un valor de puede ir desde los $ 7.000 hasta los $11.000.

 Una cartuchera: las más baratas rondan los $ 15.000. De ahí para arriba, se puede encontrar precios de los más variados.

El Gobierno de Milei desde su asunción le viene declarando la guerra a las mayorías trabajadoras y populares. Los bolsillos populares ya no aguantan más aumentos: transporte, tarifas de servicios públicos, pre-pagas, medicamentos, la inflación diaria en lo más básico como alimentos. Como no podía ser de otra manera, entre sus enemigos ahora también están las y los docentes y todos los trabajadores de la educación.

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Este martes, el vocero presidencial, Manuel Adorni, expresó que el oficialismo ha decidido "comenzar con la evaluación para declarar a la educación como servicio esencial”. ¿Con qué objetivo? Prohibir el legítimo derecho a la huelga, en este caso de los trabajadores de la educación. Mientras las familias trabajadoras no pueden comprar ni siquiera lo "esencial" para que sus hijos puedan asistir a la escuela, al Gobierno lo único que le preocupa es empobrecer al pueblo con sus políticas de ajuste y amedrentar a los trabajadores.

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Ante el profundo deterioro en nuestras condiciones de vida y la de nuestros hijos es necesario que las centrales sindicales, tanto la CGT como la CTA, vuelvan a convocar a un paro y un plan de lucha que tenga continuidad contra el terrible ajuste que complace al FMI, enriquece a los empresarios y empobrece cada vez más a los trabajadores y sectores populares.