Arrancó marzo entre el escándalo de las vacunas, la crisis, la polarización y el discurso electoral. Pero la principal novedad viene desde abajo. Hay otra realidad que solo te muestra a fondo La Izquierda Diario: la resistencia ya empezó y una oleada de conflictos comienza a desarrollarse en el país.

Fernando Scolnik @FernandoScolnik
Miércoles 3 de marzo de 2021 23:50
Tres fotos, dos mundos cada vez más alejados.
Lunes al mediodía. En el Congreso Nacional, Alberto Fernández, nervioso y errático, lee un largo y aburrido discurso. A la defensiva después del escándalo de las vacunas, el presidente trata de aclarar pero oscurece. La crisis social y sanitaria es grave, pero con poco y nada para ofrecer, solo se autojustifica y polariza. Que es culpa de la pandemia, o de Macri, o de ambos. Que los otros son peores. Empieza el año electoral y la táctica es de manual. Pero de soluciones para las grandes mayorías, ni noticias.
Pocas horas antes, Horacio Rodríguez Larreta inauguraba las sesiones legislativas porteñas desde su casa. Estaba aislado por razones sanitarias, pero más aislado aún estaba de la realidad de los hombres y mujeres de a pie. Sin vergüenza, explicó que hablaba recluido desde su domicilio porque había vuelto de sus vacaciones en Brasil, a donde había ido en un jet privado porque “necesitaba un descanso”.
Esa misma mañana, pero a más de mil kilómetros de allí, en las puertas de la legislatura neuquina, Raúl Godoy habló de otra realidad muy distinta: "La resistencia ya empezó, está en las calles y en cada lucha”.
Es que la principal novedad de la situación política viene desde abajo y es ocultada por la mayor parte de los medios de comunicación: empieza a despuntar una oleada de conflictos de la lucha de clases en todo el país.
La explicación es clara: la paciencia de muchos comienza a agotarse cuando la acumulación de años de crisis económica y social se combina con los escándalos del poder y las promesas incumplidas. Como analizamos en esta columna la semana pasada, la falta de resultados para las grandes mayorías que padecen la crisis se retroalimentó con el escándalo de las vacunas VIP para dar lugar a un momento de mayor debilidad y descrédito del Gobierno y relativamente del régimen en general, abriendo paso a un nuevo escenario político y mayores posibilidades para la lucha de clases.
Estamos al comienzo de una situación en la que se insinúa que los de arriba no podrán seguir gobernando como antes y los de abajo no querrán seguir soportando esta realidad sin perspectivas de futuro.
Una oleada de conflictos empieza a despuntar en todo el país
Raúl Godoy hacía referencia en su discurso a que en los últimos días distintos sectores de trabajadores comenzaron a protagonizar ocupaciones de empresas, bloqueos y acampes contra los cierres y despidos masivos. Son los obreros del frigorífico Arrebeef cerca de Ramallo, son los pibes y las pibas de Hey Latam en Rosario, los metalúrgicos de Ternium Canning, los trabajadores de la multinacional SwissJust de Lomas del Mirador o los de la Clínica San Andrés de Tres de Febrero, entre otros. Y cada día se suman nuevos casos, como el de las mujeres de la empresa procesadora de pescado Apolo Fish en Mar del Plata o los estacioneros de YPF en Rosario.
Son indicios de radicalización, es decir, de formas más duras y decididas de lucha que recuperan métodos históricos de la clase obrera, también con tendencias a la autoorganización ante la complicidad de las cúpulas sindicales con los ataques de los gobiernos y las patronales.
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Pero son también las y los docentes, que ante la vuelta no segura a clases sin vacunas mientras se vacunan los amigos del poder, sin escuelas en condiciones para poder cumplir los protocolos, y ante la necesidad de luchar por el salario frente a paritarias a la baja, protagonizan fuertes y masivas acciones, con paros y movilizaciones que tienen peso en muchas provincias y especialmente en algunas como Tucumán, Mendoza o Chaco.
Hay a su vez otros sectores que salen a plantarse por deudas salariales, como los trabajadores del Ingenio San Juan en Tucumán a quienes la empresa les adeuda pagos desde 2017; los lecheros de Lácteos Mayol que acampan en Cañuelas por un reclamo similar; los ex choferes de Unión Bus en San Salvador de Jujuy que se movilizaron al Concejo Deliberante con el mismo pedido; o los trabajadores del Parque de la Costa en Tigre frente a la nueva patronal.
Son también los jóvenes precarizados de las apps, que este jueves 4 hacen paro y asamblea por el aumento de la tarifa de reparto.
En Neuquén, los docentes, judiciales y autoconvocados de salud confluyen de forma unitaria para rechazar los acuerdos paritarios firmados por ATE y UPCN. El lunes también se había realizado una jornada con agrupaciones opositoras de ATEN y ATE, vecinos y vecinas de distintos asentamientos, las obreras textiles, obreros ceramistas, el movimiento de jubilados de ATEN, los partidos del Frente de Izquierda Unidad, judiciales del SEJuN y municipales de Centenario.
En La Matanza los choferes de las líneas 382 y 620 pararon contra despidos injustificados de la empresa Nuevo Ideal S.A.
También son los trabajadores de la salud, los de la "Primera Línea" que se cansaron de que los llamen “esenciales” pero que desde hace meses tienen que pelear por salarios pero también por elementos de protección y contra distintas formas de precarización laboral. El pasado viernes, por ejemplo, los residentes de hospitales nacionales se concentraron en las puertas del ministerio de Salud de la Nación para hacer sentir sus reclamos. También en La Matanza se movilizó el personal de salud del municipio, y escenas similares se repiten en otros puntos del país.
O los trabajadores de Comercio de Jujuy, que en Supermercados Comodín exigen que se dejen de pisotear sus derechos, basta de horario cortados y reclaman el pago de las horas extras.
Por su parte, los obreros efectivos de la alimenticia Mondelez (planta Victoria) impulsan un petitorio para pedir el pase a planta permanente de sus compañeros contratados.
Este miércoles también los ferroviarios despedidos durante el macrismo de diversas líneas del ferrocarril, principalmente de la Línea Roca, se movilizaron al ministerio de Trabajo. El lunes 22 de febrero ya habían llevado adelante una medida de fuerza en la estación Darío y Maxi (Avellaneda) exigiendo que se reabra una vía de dialogo con el Gobierno para resolver su situación.
Tampoco cesó en su lucha Micaela Olivera, que logró su reincorporación en el call center Praga de Ituzaingó, gracias a un fallo judicial en el que estuvo acompañada por el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH).
También algunos de los movimientos sociales, que mantienen su presencia en las calles por la ampliación y aumento de los programas sociales, en un marco en el que la pobreza y el desempleo llegan a niveles récord por la crisis.
La lista sigue, pero la muestra ya da cuenta de una nueva situación. Al cierre de esta edición, los trabajadores del subte de la línea B anunciaron un paro por 24 horas y en Chubut se preparan otra vez para salir a las calles contra la megaminería.
Un escenario que llegó para quedarse
Más allá de los ritmos de la situación política y la lucha de clases, que inevitablemente tendrán flujos y reflujos y no un desarrollo lineal, lo cierto es que estamos ante un escenario que llegó para quedarse.
El factor más profundo que explica esto es la profunda decadencia nacional, que en el momento actual se expresa agudamente en una redoblada sumisión al capital financiero internacional por medio del reconocimiento de la ilegítima deuda pública. Su pago compromete al país al atraso y a millones a la pobreza durante muchos años más.
El oficialismo del Frente de Todos ha montado un circo al respecto. En su discurso ante el Congreso Nacional, Alberto Fernández anunció que iniciará una querella contra el ex presidente Macri y los funcionarios responsables de llevar adelante el acuerdo con el FMI.
Si hubiera que explicar la farsa en una foto, bastaría con mostrar que a su lado estaba Sergio Massa mientras hablaba. Se trata de un hombre que fue clave para que Macri tuviera en el parlamento los votos necesarios para iniciar aquel endeudamiento vertiginoso y que hoy es una pieza clave del peronismo en el poder.
Si despejamos lo superficial, queda entonces una maniobra política y electoral de bajo vuelo. Lo cierto es que el Frente de Todos reconoce la deuda macrista y se encamina a negociar más planes de ajuste con el FMI, que en parte ya están en marcha.
Por estas horas, los jubilados y jubiladas cobran en marzo haberes con aumentos por debajo de la inflación, los trabajadores estatales tienen paritarias a la baja mientras la inflación recrudece, se anuncia que las tarifas de los servicios públicos volverán a aumentar y que terminará el congelamiento de alquileres, con el peligro para muchos de sufrir desalojos y quedar sin techo. Son solo ejemplos en el marco de un presupuesto 2021 que también eliminó el IFE y recortó otras partidas sociales.
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En su dinámica, la crisis de las vacunas VIP que implica a ambos lados de la grieta, junto con la acumulación de años de crisis y un horizonte sin futuro, están en el fondo del mayor "rechazo a los políticos" que discuten muchos analistas por estas horas.
Para los de abajo, se inició un auspicioso camino que es necesario profundizar, apoyando a los luchadores y luchadoras, promoviendo el surgimiento de nuevos organismos de autoorganización y coordinación de las luchas para tener más fuerza para ganar y exigir un cambio de rumbo en los sindicatos, y sembrando un programa de salida a la crisis, para que esta vez la paguen los poderosos de siempre.
En esa apuesta por la lucha de clases, más que en cualquier otro lado, se juega también la posibilidad de una profunda experiencia con el peronismo en el poder y de construir otra salida, una alternativa socialista y de los trabajadores. Por eso también se ve a la izquierda con todas sus fuerzas en cada lucha, y con sus referentes al frente, como Nicolás del Caño o Claudio Dellecarbonara buscando rodear de apoyo a los trabajadores de Arrebeef esta semana.
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En lo inmediato, este 8 de marzo, estas banderas y estas luchas estarán presentes en las calles, con las mujeres trabajadoras al frente y unidas a las del reclamo contra los femicidios, pidiendo justicia y señalando que el Estado es responsable. Entre sus participantes estarán por ejemplo las mujeres de Guernica, que convocan a un corte a las 14 horas en el Obelisco, para luego confluir a las 17 horas en la movilización unitaria.
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Fernando Scolnik
Nacido en Buenos Aires allá por agosto de 1981. Sociólogo - UBA. Militante del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001.