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Red Internacional
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LA FUERZA MACRISTA. Gatillo fácil: primer juicio contra un efectivo de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires

Adrián Otero, oficial de la Policía porteña, asesinó el 15 de julio de 2017 a Cristian “Paraguita” Toledo, trabajador y vecino de la Villa 21-24, cuando el joven regresaba de bailar con sus amigos.

Jueves 13 de septiembre de 2018 14:49

El martes por la mañana, familiares, amigos y diversas organizaciones sociales, políticas y de Derechos Humanos se hicieron presentes en los Tribunales de Talcahuano al 500 para pedir justicia por Cristian “Paragüita” Toledo. El joven de 24 años fue asesinado hace más de un año, por Adrián Gustavo Otero, integrante de la policía de la Ciudad de Buenos Aires, tras perseguir a balazos el auto en el que viajaban tres amigos, matando a uno de ellos y amenazando a los otros dos.

Pasadas las 11 de la mañana, dio comienzo la primera jornada del juicio contra Otero, acusado de homicidio agravado y dos tentativas de homicidio. Declararon los testigos y querellantes de la causa, junto a Leónidas Medina, mamá de Paragüita, representados por Micaela Corzo y María del Carmen Verdú, titular de Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi).

La mencionada organización, en su página web, denunció el hostigamiento a los testigos durante el interrogatorio como también la forma de proceder en los casos de gatillo fácil donde sistemáticamente se investiga a las víctimas en calidad de victimarios. Respecto a hechos transcurridos en la audiencia, Correpi realiza un informe detallado destacando que: “el primero que tuvo la oportunidad de declarar fue el imputado, quien luego de aclarar que no respondería preguntas, leyó un breve texto y entregó un folleto al tribunal”. A continuación, “declaró el primer testigo por la querella, Daniel Nadalich. Con palabras firmes y claras, pudo relatar la cacería humana que vivieron esa madrugada: el intento de llegar al Hospital Penna para salvar la vida a su amigo, el modo en que Otero le apuntaba a la cabeza desde su vehículo y cómo luego fue puesto tras las rejas”.

La mamá de Cristian, Leónidas, pidió una condena firme para el asesino de su hijo y “no solo relató desde un profundo dolor el momento en que se enteró que Cristian no iba a volver nunca más, sino que hizo que quienes estábamos allí lo conociéramos y supiéramos que era un pibe trabajador, amante del fútbol, y cuánto se lo extraña”, afirman desde la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional.

Cristian “Paragüita” Toledo

El fusilamiento en Barracas

Los tres amigos que volvían en auto a sus casas en la Villa 21-24, después de haber ido a bailar, tuvieron un incidente con otro auto, el del policía Otero, por no haberles cedido el paso en la avenida Vélez Sarsfield que estaba en obra. El policía puso su auto a la par del que viajaban los jóvenes y uno de los disparos que efectuó, dio en el pecho a Cristian. La persecución continuó unas cuadras más, y terminó con dos de los amigos tirados en la calle bajo amenaza de muerte.

En un primer momento los medios de comunicación intentaron disfrazar el hecho, planteando que el policía había actuado en defensa propia ante un intento de robo, buscando perpetuar la impunidad de las fuerzas de seguridad y criminalizar a los jóvenes trabajadores. La respuesta inmediata de vecinos, amigos y familiares fue la realización de una masiva marcha exigiendo justicia.

A lo largo de estos 14 meses, familiares y amigos junto a organizaciones que los acompañaron, realizaron diferentes actividades para dar a conocer lo sucedido y exigir justicia por Cristian. Gracias a su lucha, Adrián Gustavo Otero, es el primer policía de la Ciudad que se sienta en el banquillo de los acusados.

La próxima audiencia quedó fijada para el próximo martes 18 de septiembre a las 9.30 de la mañana.

Desde el CeProDH al tiempo que denunciamos el gatillo fácil, que ejercen contra los jovenes trabajadores y de sectores populares, exigimos justicia por Cristian Toledo.