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Red Internacional
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Diversidad Sexual. La constante represión hacia la diversidad sexual en las escuelas

El pasado 28 de Junio se conmemoró a nivel mundial el día del Orgullo Gay, una fecha que se contrasta con un panorama de discriminación constante en todos sus niveles. En Chile, las escuelas siguen siendo uno de los lugares en donde se evidencia y se sigue perpetuando la exclusión a causa de las orientaciones e identidades sexuales que están por fuera de lo “estándar”.

Melissa Navea V Psicóloga

Sábado 1ro de julio de 2017

En el marco de una nueva conmemoración internacional del día del Orgullo Gay, urge adentrarnos en el contexto escolar chileno, donde el panorama nos habla de la discriminación y represión cotidiana en las salas de clases, no solo por parte de los pares, sino que también de las mismas figuras que cumplen un rol formador de las nuevas generaciones del mañana.

Y es que un factor clave al momento de analizar la discriminación que sufren las personas con una orientación sexual distinta a la heterosexual, o una identidad de género que se expresa en discordancia con las estereotipos de mujer/hombre, en este caso niño/niña, es la falta de manejo que poseen los mismos docentes al momento de abordar esta realidad.

Al respecto, Patricia Romo, profesora y dirigenta del Comunal del Colegio de profesores de Antofagasta nos señala: “Al momento de ejercer la docencia es cuando te das cuenta de que nunca te prepararon realmente para todo lo que uno como docente debe enfrentar en lo cotidiano. Cuando estás en la sala de clases ves la discriminación que ocurre no solo hacia las mujeres, sino que también a la diversidad sexual que muchas veces vive ocultando o renegando su sexualidad por el miedo al rechazo, y otras veces sufre el bullying y la discriminación en sus distintos niveles cuando decide declararse y es vista como “distinta al resto”.

Ante esto cabe preguntarse si la solución pasará por cada docente, cada profesional que sin una formación previa, decide hacer frente a la situación, algunas veces educando con eje en la diversidad, y otras callando ante una realidad injusta y marginadora que termina reproduciendo un sistema educativo que pone la diferencia por delante, perpetuando el machismo y la homo-lesbo-bi-transfobia en los diversos contextos de la vida.

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La necesidad de retomar las banderas por una Educación no sexista

Para Galia Aguilera, docente antofagastina y pre-candidata a Diputada por el Partido de trabajadores revolucionarios (PTR), la consigna de la educación no sexista es central para poder combatir desde dentro las diversas formas de discriminación que hoy denigran a las mujeres y a la diversidad sexual en su conjunto: “ El Estado debe garantizar no solo una educación gratuita para todos y todas sin filtros de clase, sino que también una educación laica que no siga reproduciendo como lo ha hecho hasta ahora el machismo y la discriminación que promueve este sistema capitalista en alianza con la estructura patriarcal. Hoy las personas transexuales que aún no pueden tener una ley de identidad de género reconocida por el Estado llegan tan solo hasta 4to básico en promedio debido a la marginación a la que son arrastradas, y muchas otras personas gays, lesbianas, etc., son constantemente hostigadas tan solo por vivir su sexualidad, sufriendo un castigo que no se justifica en ningún caso”.

En respuesta ante esta situación, es que estas profesoras, ambas militantes de la agrupación de mujeres y diversidad sexual, “Pan y Rosas Teresa Flores”, plantean la necesidad de conformar comisiones de género dentro de las escuelas, en donde profesores/as, estudiantes, y demás actores de la educación puedan tomar en sus manos las demandas de la diversidad sexual, hoy y siempre tan presentes y cotidianas en los espacios educativos.

Para que desde la auto-organización se pueda exigir con aún más fuerza la necesidad de una educación no sexista ni hetero-normativa, que hoy tanto los curriculum educativos, como las bases curriculares, y la misma omisión por parte del Estado y los gobiernos de turno, han perpetuado.