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Red Internacional
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NUEVA CONSTITUCIÓN. Consultas ciudadanas no vinculantes ¿Una alternativa para el pueblo trabajador?

Mientras son aprobadas leyes que criminalizan las manifestaciones, distintos alcaldes, desde Evelyn Matthei hasta Jorge Sharp preparan consulta ciudadana para este 15 de diciembre. Esta encuesta no es vinculante ni tiene poder decisión sobre las autoridades ¿Es una verdadera alternativa para el pueblo trabajador?

Domingo 15 de diciembre de 2019

Mientras son aprobadas leyes que criminalizan la protesta, distintos alcaldes, desde Evelyn Matthei hasta Jorge Sharp preparan consulta ciudadana para este 15 de diciembre. Esta encuesta no es vinculante ni tiene poder decisión sobre las autoridades ¿Es una verdadera alternativa para el pueblo trabajador?

Este 15 de diciembre la Asociación Chilena de Municipalidades (AChM) organizó una encuesta ciudadana, en la cual participarán el 60,2% de las jefaturas comunales, con 225 comunas del país. En la votación el 50% lo hará de forma digital, el 30% de forma presencial y el 20% mixto, y en ella pueden votar los jóvenes mayores de 14 años.

Son tres papeletas las que circularán previa inscripción en las municipalidades; una institucional donde se abordará una consulta de nueva constitución con "convención mixta" o "constituyente" bajo los marcos del acuerdo de paz; otra consulta de temas sociales; y una con intereses propios de la comuna.

Juan Carlos Díaz (RN) y alcalde de Talca, en el programa de Mesa Central, comentó que la consulta es para "priorizar temas" y "ponerse de acuerdo" en la sociedad. Junto a Germán Codina, alcalde RN de Puente Alto, los alcaldes de este partido han sido de los más entusiastas en impulsar el plebiscito, pues dicen, garantizarán "participación ciudadana" porque "la gente quiere decidir" La alcaldesa de Providencia, la UDI Evelyn Matthei comenta por su parte: "a nadie le hace mal escuchar la opinión de la gente".

Nos “consultan” para que ellos terminar decidiendo

Sin embargo, aquí está la trampa. Aunque muchos sectores confíen en que este plebiscito puede ser una vía para que consideren nuestras demandas, el plebiscito no es vinculante, o sea, el resultado pueden tomarlo solo si es voluntad de alguna autoridad, pero ¿podemos depender de la voluntad de autoridades que durante años se ha beneficiado a costa de nuestras miserias?

Valparaíso ha mostrado claros ejemplos de los límites de esta “participación”. En el 2018 más de 16 mil personas fueron parte de una consulta ciudadana no vinculante, que entregó una cifra y preferencia sobre el uso del sector Baron, pero no tuvo ningún peso a la hora de decidir el proyecto final. Quienes si tuvieron peso fue el consejo coordinador de ciudades puerto, integrado por la armada, las empresas portuarias, la alcaldía e intendencia. Ellos terminaron decidiendo.

Si al gobierno y empresariado no le es conveniente, será una simple "consulta", donde emitiremos opinión, pero donde no podremos decidir realmente, como resolver nuestras demandas.

Omiten lo que millones gritaron en las calles

Sobre el cambio constitucional, las opciones en la papeleta son las establecidos en el “acuerdo por la Paz” es decir: convención mixta constitucional o una convención constituyente. La consulta está a la medida de este acuerdo, que garantiza un proceso constituyente en beneficio de un régimen que da impunidad a los militares y policías que asesinaron, violaron, y torturaron a decenas de manifestantes.

Legitima una convención constituyente trucha llena de trampas y vetos a favor de los mismos que defienden este sistema y que nos han negado nuestras demandas durante décadas.

Carolina Leitao (DC), alcaldesa de Peñalolén, dice que solo se podrán escoger 3 demandas sociales en la papeleta porque "todos sabemos que no se pueden resolver todos los problemas de una vez", o sea, nuevamente postergando las demandas sociales por las cuales hemos salido a las calles como salarios y pensiones, salud, educación y vivienda, entre muchas otras.

Nos quieren “consultar” sobre como ellos quieren resolver lo que ellos no padecen. Y es que los partidos empresariales quieren evitar a toda costa que sea el pueblo trabajador el que pueda decidir, porque saben que lo primero que tocaremos serán los privilegios de los grandes empresarios y sus políticos.

Valparaíso será la única comuna que incluirá la opción de asamblea constituyente, pero sin poder real de decisión. Aun así, organizaciones de trabajadores como ANEF salieron a cuestionar las limitadas opciones de la consulta, como también, que dicho mecanismo será administrado por la empresa EVoting, que ha sido cuestionada por varios procesos de votación electrónica fallidos, tendiendo un manto de dudas sobre el resultado de este proceso.

Paradójicamente celebran esta “fiesta de la participación ciudadana” las mismas coaliciones que votaron a favor de legislar el paquete de medidas securitarias de Piñera que criminalizan la protesta y que limitan a los trabajadores de paralizar en sus lugares de trabajo.

¿Será este proceso "no vinculante" donde podremos realmente decidir? ¿Qué poder real de decisión tendremos si se mantienen todos los actuales poderes como la presidencia de Piñera o este parlamento de políticos millonarios que legislan para las grandes empresas?

Legitimar el acuerdo constituyente y desvió

Mientras los alcaldes preparan esta consulta ciudadana con el objetivo de legitimar el proceso constitúyete del gobierno. La Mesa de Unidad Social, dirigida por el partido comunista y el frente amplio mantienen una estrategia de dialogo social con Piñera y tibias medidas de “presión” para perfeccionar el acuerdo constituyente. Ni rechazarlo ni proponer lo que miles vienen exigiendo para derribar las herencias de la dictadura.

Esa estrategia es funcional al desvío que ahora quieren operar los alcaldes. Le dan una tregua al gobierno, inmovilizando las fuerzas estratégicas de la clase trabajadora que podría golpear decisivamente sus intenciones y política.

Comprendemos que hoy muchos trabajadores y trabajadoras puedan ver con ilusiones el proceso organizado el 15 de diciembre en las comunas del país. Pero somos claro en señalar sus límites, sin poder de decisión y a la medida del acuerdo por la paz, el gobierno quiere meternos en un callejón sin salida.

Por eso nos abstenemos en la votación, y exigimos que las centrales obreras y estudiantiles convoquen a un plan de lucha para enfrentar las políticas de Piñera.
Solo con la fuerza de la clase trabajadora, la unidad con la juventud y los sectores populares, terminar con las herencias de la dictadura y las miserias que nos han golpeado por décadas.